En El Valle describieron como un infierno tiroteo que dejó 6 muertos

La madrugada de este miércoles bandas armadas se enfrentaron por cerca de tres horas. Vecinos sostuvieron que se lanzaron al suelo por miedo a terminar en el camino de una bala perdida.

Caracas. La madrugada de este miércoles los habitantes de la calle 10 de El Valle despertaron a causa de un tiroteo, que duró por lo menos tres horas.

Una vecina, quien se negó a dar su nombre por miedo, relató que apenas escuchó los disparos agarró a sus hijos y se lanzó al piso. En más de una ocasión ha encontrado agujeros por impactos de bala en la puerta y fachada de su casa, razón que le hizo temer por la vida de su familia.

“Lo de anoche fue un infierno, una pesadilla, fue disparo tras disparo. Agarré a mis hijos y nos acostamos en el suelo de la habitación,esperando que todo pasara, los disparos y gritos se escucharon por alrededor de dos horas, estaba muy asustada, sobre todo por mis hijos”.

Extraoficialmente se conoció que fueron asesinados seis sujetos, miembros de una banda que opera en la calle 10 de El Valle.

Una fuente policial sostuvo que más de 100 delincuentes de las calles 8, 13, 15 y 16 se unieron para hacer un “cambio de gobierno”.

Cinco cadáveres fueron hallados en medio de las escaleras de la calle 10 y otro en el interior de una vivienda; presentaban heridas de proyectiles, golpes y signos de quemaduras. Los fallecidos fueron identificados, de manera extraoficial, como: Omar Alejandro Bruto, Darwin Blanco, Wilder Gutiérrez, Siso Slater, Yoiner Alder y otro sin documentos al momento.

Carmen Elvira Indriago contó que pasadas las 12:00 am escuchó cientos de disparos. Tiene 30 años en la zona y declaró que muchos de esos delincuentes andan armados día y noche, y nadie les dice nada, sino cuando hay un muerto.

“Yo estaba durmiendo y me despertaron los disparos, toda mi familia escuchó y nos sentamos a conversar en mi habitación a esperar que pasara la guerra. No sabíamos de qué se trataba, pensábamos que era un enfrentamiento entre policías y malandros por la cantidad de disparos que sonaban”.

Miedo total

Para las personas que hacen vida en El Valle la palabra denuncia no existe en su diccionario, indicaron que acusar a un antisocial es perder la vida. Otros manifestaron saber quiénes son los azotes, pero prefieren no hablar para evitar represalias contra cualquier miembro de la familia.

Un vendedor informal está al tanto de los individuos que conforman las bandas y participan en hechos delictivos de la zona, pero no los denunciará por miedo.

“Aquí todos sabemos quiénes son los malandros y los azotes, lo que pasa es que nadie se mete en esos problemas. Si hacemos eso tenemos que mudarnos, o simplemente nos matan, es mejor hacerse el loco y dejar eso, con tal que no se metan con uno todo bien”, dijo.

El mismo malestar lo experimenta Fernando Álvarez, mototaxista, quien reveló que los asesinatos en El Valle son comunes. No obstante, es mejor quedarse callado para evitar mayores problemas.

“En ese tipo de cosas es mejor callarse, ese es un problema de ellos de su control, de sus bandas, uno no tiene que meterse allí. Los policías son los que deben actuar, pero uno el vecino no puede ponerse a decir cosas, porque sale perjudicado uno”, destacó.

El Valle tomado

Desde tempranas horas de la mañana de este miércoles funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) estaban desplegados por todo El Valle hasta el mercado de Coche.

Había alcabalas, patrullas y motorizados en todas las entradas, así como en la avenida principal de El Valle, los Jardines de El Valle y parte de Coche.

Esta es la segunda matanza que se registra en la parroquia en lo que va de año, pues hace cinco meses 10 hombres perdieron la vida durante un enfrentamiento en la calle 19 de Abril del sector Cerro Grande, luego de que presuntos antisociales apodados “Cabeza de Bruja”, “El loco Leo” y “Lucifer” ajustaran cuentas con la banda de “Franklin el Menor”.

Los residentes claman por mayor seguridad todos los días del año y no solo cuando “hay muertos”.

Foto: Mariana Mendoza


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