Debido a la falta de agua, los cuadros virales en la comunidad son recurrentes. Diariamente, entre 30 y 40 personas llegan a la Clínica Popular de La Dolorita con escabiosis, dolor abdominal, diarrea y vómitos.

Caracas. No hay matas que decoren las entradas de las casas. En los pasillos, de lado a lado, son los tobos y envases los que interrumpen el paso. En La Dolorita, ubicada en el municipio Sucre, los habitantes esperan con sus baldes a que caiga un aguacero para poder almacenar agua.

Sobre las casas resaltan tanques azules, muchos de ellos vacíos. Para llenarlos deben disponer de más de 1000 bolívares soberanos. No recuerdo la última vez que llegó el agua. Aquí sobrevivimos con cisternas, la última que pagué me costó 1200 bolívares soberanos. O comemos o compramos agua, dice Evelyn Martínez, habitante del sector Matapalo.

A casi un año sin agua, aprovechar la lluvia de los últimos meses se ha vuelto la actividad más esperada por los habitantes de La Dolorita. Durante este fin de semana, gracias a las intensas precipitaciones registradas, muchas familias pudieron surtirse. Este año ha llegado el agua dos veces por la tubería, la que llega está sucia y contamina los tanques, agrega Martínez.

Carmen Victoria Inojosa
Con el agua que cae en la canal, las personas llenan los tobos para poder lavar y limpiar los baños

Como consecuencia de la falta de agua los cuadros virales en la comunidad también son recurrentes. Entre 30 y 40 personas llegan diariamente a la Clínica Popular de La Dolorita con escabiosis, dolor abdominal, diarrea y vómitos.

En las comunidades han improvisado una canal que atraviesa el techo de las casas. Allí cae el agua de la lluvia y va directo a los tanques. Con eso limpiamos los baños y lavamos, cuenta José Luis Torres, miembro de la mesa técnica de agua de la Comuna Rodilla en Tierra.

Carmen Victoria Inojosa
Las tuberías dispuestas en el techo son para recoger el agua que cae de las lluvias

Según la Memoria y Cuenta de 2017 del Ministerio de Ecosocialismo y Aguas, las principales fallas en el servicio de agua potable de Hidrocapital provienen del hurto del cableado eléctrico y de los equipos. En el documento se lee que la carencia de vehículos operativos y la poca disponibilidad de insumos necesarios, también forman parte de los obstáculos.

Esta situación se refleja en el embalse de La Pereza, principal surtidor de agua de La Dolorita. Torres denuncia que se encuentra en precarias condiciones y su nivel es extremadamente bajo. En mayo, el concejal del municipio Sucre, Manfredo González, calificó de emergencia lo que viven los habitantes de esas comunidades. Para entonces, Hidrocapital llevaba nueve sin bombear agua del embalse.

Carmen Victoria Inojosa

En el sector Monseñor Arias, la planta de Hidrocapital, cuyo tanque puede almacenar hasta 30 millones de litros, también presenta fallas. La única solución es que se retome el ciclo de siete días del acueducto de Filas de Mariche Sur, suspendido desde hace tres años, destacó Torres.

Son entre 80.000 y 100.000 personas quienes se encuentran afectadas. Exigen el cumplimiento del cronograma de racionamiento establecido por Hidrocapital.

Fotos: Carmen Victoria Inojosa


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