Vecinos de este sector de La Vega conocen quienes venden y consumen drogas, así como los delincuentes, pero no dicen nada para que no se metan con su familia
Yohana Marra/@yohanamarra
Caracas. En el barrio Las Torres de La Vega casi todo el mundo sabe quiénes venden o consumen drogas, quienes roban o andan en malos pasos. Por eso los vecinos se cuidan de lo que hablan y ni se les cruza por la cabeza denunciar, pues lo mejor que les podría pasar es que los tilden de “sapos”.
“Yo tengo más de 25 años viviendo aquí, sé quien vende droga, sé quién consume, sé quién roba. Aquí todo el mundo sabe de todo, pero no se puede decir nada”, soltó una vecina desde la sala de su casa, donde los mirones no llegan.
La mujer, madre de dos hijos, prefiere reservarse sus comentarios con funcionarios u otro vecino, porque teme que le hagan algo malo a su familia, ya que le dolería más que atentaran contra su vida. Por este motivo pidió que no se publicara su nombre o algún dato personal que pudiera comprometerla.
“En Las Torres te conviertes en cómplice del hampa, lamentablemente, en cómplice de todo, aquí te tienes que callar. Porque si tocan a mis hijos, yo también voy a tocar a los suyos y así se comienza con la violencia”, sostuvo en un tono contundente, muy clara de afronta en su barrio.
Agregó que cuando la presencia de los miembros de la banda El Picure estuvo más fuerte, entre finales de 2014 y principios de 2015, al menos tres escoltas tuvieron que mudarse de La Vega porque los amenazaron.
“Ellos sabían quiénes eran los policías, los del consejo comunal, todo. Nos decían que éramos como Shakira: ciegos, sordos y mudos”.
No se meten con vecinos
A pesar de todo, los habitantes de Las Torres no temen que los delincuentes les hagan algo directamente, su principal miedo es que se origine un enfrentamiento en la calle y ellos queden atrapados. “Con uno no se meten, esto es tranquilo con todo y sus cosas”.
La experiencia más cercana que tienen y, a juicio de muchos, la más delicada que se ha presentado en el barrio, fue cuando El Picure tuvo el control de Las Torres.
“Antes de que los policías vinieran a sacarlos, como cinco días atrás, hubo un tiroteo muy fuerte. Muchos estábamos hablando afuera y fue feo, tuvimos que correr a resguardarnos al primer lugar que encontramos”, recordó.
Ver una alcabala de estos sujetos armados, aunque los intimidaba, no les daba miedo. En un sector conocido como “paso malo” se paraban alrededor de 15 a “garitear”.
“Bajaban a los pasajeros de los jeep o las camioneticas. A mí una vez se me montó uno al lado con rolo de R15. Estuvo a mi lado desde Las Casitas a Las Torres, pero no tuve miedo de que me hiciera algo y así me lo hizo saber él. ¿Qué hace uno? Morir callado”, contó dramatizando el tamaño del armamento.
Y aunque saben que todavía integrantes de El Picure se esconden en el sector La Montañita, aseguraron que las cosas se mantienen calmadas en el barrio, siempre con el miedo de que intenten sacar a la policía de ahí.
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Foto: Cristian Hernández
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