En las zonas populares la escasez castigó al oficialismo

El seis de diciembre el chavismo perdió en zonas bastiones en Caracas y sus habitantes señalan que están molestos por la ausencia de bienes prioritarios

Mabel Sarmiento/@mabelsarmiento
Mayela Armas/@mayearmas

Caracas. El presidente Nicolás Maduro dijo tras la derrota electoral del 6 de diciembre que había ganado “la guerra económica”, pero en zonas como Catia, Antímano o El Valle ese cuento no se lo comen. La escasez de alimentos, medicinas, papel higiénico y pañales, y los altos precios que deterioran la capacidad de compra del salario, castigaron al oficialismo.

Cuando el presidente fallecido Hugo Chávez perdió el referendo constitucional en 2007 tuvo que admitir a los días que la ausencia de leche fue una de las causas del revés. Ocho años después su sucesor deja de tener la mayoría en la Asamblea Nacional y la causa es la crisis económica.

Los desequilibrios de la economía los padecen los venezolanos todos los días. Rosa María Fría vive en El Valle y  señaló luego de las elecciones que “a mí no me engañaban con ese cuento de que la oposición nos iba a quitar las pensiones, qué más nos van a quitar, si no hay comida”. Los supermercados  de esa zona reciben los rubros básicos graneaditos y en los tres Pdval-Mercal el suministro es irregular, y más son las veces que están cerrados, por lo cual los habitantes tienen que peregrinar por los comercios de otras partes de Caracas.

En El Valle (que forma parte del circuito 4  junto con Coche y Santa Rosalía) por primera vez el oficialismo pierde y sus habitantes comentaron que Maduro tiene que saber que la gente se acuesta sin comer.  La derrota también se registró en los otros cuartos circuitos de Caracas.

Catia, bastión del chavismo, ahora tiene diputados de la oposición. Irma Blanco, habitante de la zona aseveró que “la gente está molesta y lo que puede haber aquí es una revolución, pero en la calle”. Otro vecino, Freddy Aranguren,  apuntó que “la gente  ya no le compra el discurso al Gobierno. Eso no va a cambiar. Se han cometido muchos errores y esto es consecuencia de la falta de políticas”.

La gestión del jefe de Estado se ha caracterizado por la falta de medidas para corregir las distorsiones. Desde 2013 el Ejecutivo ha estado prometiendo un conjunto de acciones que no se concreta. Ese año devaluó y creó un mecanismo alterno de divisas a Cadivi que no funcionó. Adicionalmente, sostuvo reuniones con los industriales a fin de conocer los obstáculos que enfrentaba la producción, pero los problemas no se solventaron.

Al año siguiente, las autoridades prometieron revisar el control de cambio, flexibilizar el control de precios, reformar los tributos y aumentar el precio de la gasolina, pero las medidas quedaron en la agenda.  Y así como los años anteriores, el 2015 transcurrió en la inacción, sí se incrementó la fiscalización al sector privado, se instalaron captahuellas en los comercios y los males de la economía se siguieron achacando al Imperio y a la derecha.

Las consecuencias de la inacción han sido una inflación de 200% y escasez grave. En noviembre la encuesta de Datanalisis reveló que el desabastecimiento de productos esenciales en Caracas estaba en 65%.

Perpeto Briceño, vecino de Antímano, culpó a las mujeres por las colas que hacen, pero luego cuestionó al ministro de Alimentación, Carlos Osorio. “Osorio dijo que teníamos comida para un mes y dónde está eso. Menos mal que lo sacaron”.

Foto: Angeliana Escalona


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