En Mamera las colas opacan la organización vecinal

Luego de pasar largas horas en una cola para comprar comida, los vecinos, en particular las amas de casas, se quedan sin fuerzas para organizar una reunión

Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento

Caracas. Desde hace dos años, cuando se ha acentuado la escasez de alimentos, es una constante que la gente dedique más tiempo, esfuerzo y dinero en tratar de medio llenar primero la nevera, que en trabajar para mejora la calidad de vida de su comunidad, como ocurre en Mamera.

 “Y eso no es mentira, es así, a uno se le va la vida ahora haciendo una cola. Y aquí en Mamera es muy difícil porque hay unas mujeres que controlan las listas, si no te anotas a las 12:00 am es difícil que a las 7:00 am entres al negocio, te sacan a golpes. Aquí todo el mundo anda es pendiente de eso y no de reunirse para resolver los problemas”, dijo Nuria Orta.

Orta es una mujer echada pa’lante en Mamera 1, parroquia Antímano. Vive a pocas cuadras de la casa colonial de Guzmán Blanco, que fue reinaugurada en junio de 2014.

Y cuando se dice echada pa’lante, es porque hace el trabajo que más cana saca: el de lograr la participación de la gente.

Mamera
Los vecinos andan es pendiente de sus cosas personas

Siempre anda buscando qué hacer y cómo resolver los problemas. “Ahora no queda mucho tiempo para eso. Aquí se metió el agua potable y la red de tuberías para las cloacas porque movilicé a la gente. No querían darnos el permiso y tuvimos que falsificar uno para poder romper la calle. Una noche cerramos el paso empezamos a taladrar y metimos los tubos. Los trabajadores eran los mismos vecinos. Siempre hay quienes siempre dicen que no pueden, que los muchachos, que el horario, pero al final se logró”.

Ahora, hacer algo por la comunidad es muy cuesta arriba. “La gente tiene miedo de hablar y no participa y más cuando a nosotros ninguno de los consejos comunales nos acepta como vecinos”, contó.

No hay encuentros

En Mamera hay una comuna que se está estableciendo cuya poligonal maneja una data de 15.782 habitantes, tres escuelas, una iglesia y seis canchas deportivas.

Los integrantes de los consejos comunales (todos adeptos al oficialismo) son los que se pueden reunir en la casa de Guzmán Blanco. En un principio las asambleas de ciudadano se realizaban cada dos semanas, y era allí donde se aprobaban o rechazaban las propuestas de la comunidad.

“Sucede que este sector donde vivo, el IV, no está incluido en ninguno de los consejos comunales, somos como una isla y, por tanto, no hay proyectos. Ahora hay cada vez menos ideas, todos andan en lo suyo y desgastándose de tantas peleas para comprar comida”, recalcó Orta, quien es conocida porque organizaba los eventos recreativos para los niños y, en un tiempo, trató de llevar el proyecto de mejoras de fachadas para su comunidad.

Hasta en la política

La crisis económica y la inseguridad desplazaron las reuniones en el barrio. La gente en su afán de conseguir alimentos hace cosas que en otro momento eran impensables, como salir a las 3 am para anotarse en una lista para comprar harina, leche o papel higiénico, e incluso viajar a otros estados a ruletear la comida.

Así las cosas, luego de seis o siete horas parados frente a un local comercial llevando sol, empujones y gritos, es engorroso que las amas de casa regresen a sus casas con ánimo de estar planificando alguna reunión vecinal. Si acaso tienen fuerzas para montar el almuerzo de los muchachos que salen de la escuela.

José Gregorio Ochoa, conocido en la parroquia como Chegoyo, dijo además que hasta en la política está influyendo el tema de las colas, y a eso se suma la inseguridad.

“Ya la gente no quiere estar en las plazas reunidas o en las puertas de sus casas y si van a la iglesia máximo se quedan hasta las 6:00 pm. Yo, que trabajo con las organizaciones parroquiales, ahora me encuentro con que los vecinos no pueden ir porque les toca el día de la cédula y si es sábado también aprovechan para hacer mercado. Hay menos gente participando y a la larga esto va a afectar el desarrollo como tal de las comunidades”, relató.

Foto: Cheché Díaz

Lea también: En la Caracas-la Guaira los comuneros son los que figuran


Participa en la conversación