Hasta 2018 podían fabricar 25 toneladas de hilos mensuales, actualmente solo producen 2000 toneladas al mes. Pese a la crisis económica apuestan por el emprendimiento y ofrecen cursos a artesanas. En Tintorero había tres talleres importantes, hoy están quebrados y cerrados, y han diversificado la producción porque ya no es rentable la artesanía.

Valencia. Productores de hilos artesanales en el estado Carabobo están preocupados ante la merma de producción por los altos costos de la materia prima y las ventas. El sector es golpeado también por la hiperinflación que atraviesa el país y por la variación constante de los precios.

En la Asociación Civil Instituto Textil Venezolano hasta 2018 tenían una capacidad de producción de 25 toneladas al mes y actualmente solo logran dos toneladas del producto.

La crisis económica ha traído como consecuencia la reducción de la nómina. De 100 trabajadores que tenía la empresa distribuidos en tres turnos, ahora solo quedan siete empleados. Ilse de Cote, representante social de la empresa, relató que le da tristeza ver su compañía en el estado actual.

Las máquinas se prendían a las 7:00 a.m. y se apagaban a las 10:00 p.m. Nosotros estábamos acostumbrados al ruido de las máquinas, ahora están apagadas.

Comentó que los trabajadores que renunciaron fue para sumarse a la diáspora venezolana que busca estabilidad social y económica en otros países. Había dos turnos de transporte, de 7:00 a.m. a 2:00 p.m. y de 3:00 a 10:00 p.m., para los más de 100 trabajadores.

Las fallas eléctricas también han golpeado a esta empresa, los llevó a dejar un solo turno de trabajo que es de 7:00 a.m. a 2:00 p.m.

Cote comentó que para paliar la crisis se reinventaron y ahora diversificaron sus productos: producen coletos, almohadas, colchones y cojines.

Aún mantienen el optimismo y, por ello, la escuela de artesanía la mantienen activa. Unas 60 mujeres, casi todas adultas mayores, aprenden el oficio de tejer y se hacen emprendedoras vendiendo sus productos.

Emilia Torres, de 67 años de edad, teje desde los 12 años. Acude tres veces por semana al taller de hilos para elaborar piezas de vestimenta o de ornato para el hogar. Ella asegura que sus artesanías no tienen rotación constante por los elevados costos de los materiales. “Un hilo cuesta 4000 bolívares y de un rollo solo puedo tejer dos escarpines. La gente no quiere pagar”.

La tradición de los tejedores de Tintorero en riesgo

Eduardo Sarmiento es artesano de Tintorero, estado Lara, viene a Valencia para comprar hilo, en su localidad no hay fabricantes. Aseguró que el arte de tejer hamacas podría estar en peligro de extinción por los costos elevados de la materia prima.

en vías de extinción fabricación de hilos
Tejer hamacas representa una vía para que los artesanos se sostengan. Foto: Leomara Cárdenas

“Antes un cabezal de hilo de un kilo costaba 3 bolívares ahora cuesta 4 dólares”. Razón por la que sus creaciones también son ofertadas en divisas, al tiempo que no se le hace difícil contar las sumas variables del día a día.

“Una hamaca la vendo en 20 dólares, la gente me puede pagar en bolívares según la tasa de cambio el día de la compra, pero ya saben que fijo son 20 dólares, el precio cambia es con el bolívar”, apuntó Sarmiento.

Este artesano aseguró que 95 % de los tejedores de Tintorero, reconocido en el ámbito mundial por sus artesanías, han tenido que dedicarse a otro oficio, porque ya no le es rentable fabricar artesanías. “En Tintorero había tres talleres importantes, todos están quebrados y cerrados”.


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