Entre enero y junio se registraron en promedio 30 manifestaciones diarias

Lavar en el trabajo, mudarse de ciudad y dormir con la llave abierta por la crisis de agua

A diferencia del año pasado que las protestas tuvieron carácter político, las necesidades que atraviesan las familias venezolanas debido a la crisis económica y emergencia humanitaria compleja han sido el epicentro de las protestas de 2018.

Caracas. Un promedio de 30 manifestaciones diarias se registraron en el país durante los primeros seis meses del año. El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) documentó 5315 protestas durante el primer semestre de 2018, equivalente a un promedio de 30 diarias.

La cantidad de protestas va en aumento, el OVCS indica en su informe que en el primer semestre de 2018 se registró un incremento de 8 % en comparación al primer semestre de 2017; y junio fue el mes con mayor índice de protestas.

La mayoría de las protestas (84 %) se caracterizó por la exigencia de derechos económicos, sociales, culturales y ambientales. Ante la falta de políticas públicas efectivas que atiendan los problemas urgentes de salud, alimentación y servicios básicos, los ciudadanos protestan a diario y estas son las manifestaciones que destacan por encima de las protestas políticas.

Pese a los riesgos y amenazas, la población venezolana ha alzado su voz a lo largo y ancho del país. Distrito Capital, Lara y Bolívar repuntan en las demandas.

La protesta social como protagonista en 2018

A diferencia del año pasado, cuando las protestas tuvieron carácter político, las necesidades que atraviesan las familias venezolanas debido a la crisis económica y emergencia humanitaria compleja han sido el epicentro de las protestas de 2018. En enero repuntaron las exigencias por alimentos y a lo largo del año se han distribuido entre derechos laborales, salud y servicios básicos.

Sector laboral incrementa exigencias

La preocupación de la fuerza laboral va más allá de los aumentos de salarios. Pese a cuatro ajustes que ha sufrido la remuneración básica en los primeros seis meses, así como bonos para quienes posean el carnet de la Patria e incentivos de las empresas privadas para retener el talento; las 2019 protestas por derechos laborales acumuladas en el mismo periodo —equivalente a 11 protestas diarias— evidencian la preocupación de un sector que exige condiciones de calidad y estabilidad.

El tejido empresarial del país está representado en su mayoría por pequeñas y medianas empresas, sin embargo, sus condiciones de operatividad se han visto cada vez más limitadas en medio del entorno económico en el que les ha tocado sobrevivir, con una hiperinflación que les obliga a reiventarse o desaparecer.

Desde marzo, los trabajadores han protagonizado acciones de protesta para visibilizar la crisis que vive el sector, representado por unas 13 millones de personas, según la última información suministrada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2016.

Actualmente, los trabajadores del sector salud y estudiantil han sido los más activos en las protestas. Al momento de la presentación de este informe, radicalizaron sus acciones y se declararon en un paro extendido por varios días, como medida de presión ante los bajos salarios que devengan los profesionales y personal obrero. Sin contar las condiciones de trabajo a las que son sometidos por falta de insumos, infraestructura, salubridad, dotación y seguridad de los centros hospitalarios en el ámbito nacional.

De hecho, las enfermeras llevan casi 20 días en protesta y desde el martes 10 la Federación Médica Venezolana (FMV) decidió lanzar por la calle del medio una agenda de conflicto. Federaciones y representaciones gremiales se han mantenido activas y en alianza para fortalecer las protestas sociales, a pesar de las amenazas y las condiciones vulnerables en sitios de trabajo.

En el caso del sector universitario, insuficiencias presupuestarias y fallas en las providencias estudiantiles son parte de las causas de la deserción de estudiantes, profesores y empleados universitarios, quienes difícilmente pueden asumir los costos de transporte, comida, útiles escolares y matrícula.

Este miércoles, en la sede del Ministerio de Educación Superior, hubo una protesta de empleados del sector. Allí, María Bejerano, quien tiene 21 años trabajando en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, contó que comenzó como mecanógrafa, y ahora que dice tener un cargo más o menos” siendo analista de sistema, le es imposible alimentarse mejor. Antes me alcanzaba para comer, ahora que he escalado profesionalmente, solo puedo comprar un cartón de huevos.

Otros trabajadores de empresas públicas y privadas, así como transportistas, también han estado al frente de las acciones para exigir condiciones de trabajo, insumos y materia prima.

 Colapso de servicios

La falta de luz, agua y gas en el territorio nacional han desencadenado acciones de protesta cada vez más marcadas por cierre de principales arterias viales.

En lo que va de año, el OVCS ha registrado el detrimento de los servicios básicos, para un total de 1391 protestas documentadas en seis meses o lo que equivale a decir 8 protestas al día.

Cortes eléctricos sin previo aviso y fallas en el suministro de agua se han vuelto cotidianos este año, afectando la continuidad de las operaciones de la industria, atención de los servicios de salud, comercio, educación y actividades domésticas.

Por ejemplo, en Candelaria, donde están sin el servicio desde Semana Santa, los afectados acudieron a la sede del Ministerio Público, en la avenida México, para exigir que se investigue a la directiva saliente de Hidrocapital y al Ministerio de Ecosocialismo y Aguas por corrupción y negligencia.

Crisis de transporte público

Dentro de las protestas por servicios hay que hacer especial mención a una situación que también afecta a los ciudadanos y al sector productivo, como es la falta de transporte.

El parque automotor del transporte público se encuentra desprovisto de unidades por falta de repuestos o por el alto costo que implica su reposición, incluye tanto a líneas privadas como públicas. Adicionalmente, se combina la exigencia de los transportistas del aumento de pasaje.

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Saqueos e intentos de saqueo en casi todo el territorio nacional

En el primer semestre se registraron 226 saqueos o intentos de saqueo en casi todo el territorio nacional, producto del hambre, desesperación e impunidad.

Enero se caracterizó por registrar el mayor número de casos, con 141 saqueos o intentos relacionados con alimentos, línea blanca, medicinas y otros productos que luego pueden ser intercambiados o vendidos. Estos hechos son una realidad latente ante la agudización de la emergencia humanitaria.

Sector salud en emergencia

En el primer semestre de 2018 se documentaron 583 protestas para exigir el derecho a la salud. Durante este semestre, enfermos crónicos y familiares han tomado las calles en reclamo de un sistema de salud humanista que defienda y garantice el derecho a la salud y la vida.

La escasez de medicinas, vacunas, reactivos y altos costos para acceder a tratamientos médicos, promueven la propagación de epidemias endémicas, dificulta la recuperación de padecimientos y genera muerte de pacientes.

De igual manera, trabajadores de la salud realizaron 838 protestas. En conjunto suman unas 1421, cifra que representa 27 % de todas las protestas registradas. Evidenciando la gravedad de la crisis que atraviesa el sector salud en Venezuela.

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