Entre julio de 2017 y septiembre de este año se han registrado 64 muertes por sarampión

Vacunas

De los decesos registrados 62 ocurrieron en 2018 y 2 el año pasado. 48 se contabilizaron en zonas indígenas, hasta la semana 35 que va del 26 de agosto al 1 de septiembre.

Caracas. Desde julio de 2017 hay una transmisión persistente y ahora endémica de sarampión en Venezuela, según la Red Defendamos la Epidemiología Nacional y la Sociedad Venezolana de Salud Pública.

Hasta la semana 35, del 26 de agosto al 1 de septiembre de este año septiembre, luego de 14 meses de su reaparición, esta enfermedad ha causado 7.370 casos sospechosos notificados, de los cuales 5.332 fueron confirmados (727 en 2017 y 4.605 en 2018).

Los de 2018 fueron confirmados por criterios de laboratorio (1.466), clínicos (1.976) y por nexo epidemiológico (1.163).

Pero lo que se desprende como una alerta, en el último informe de la red, es que la población indígena está gravemente afectada.

“El subregistro de información epidemiológica está vinculado al déficit de atención en las zonas indígenas. La ausencia de personal de salud en muchas comunidades resulta en que no se lleven registros de los hechos vitales (nacimientos y muertes), ni de la morbilidad y la mortalidad, generando las llamadas ‘zonas de silencio epidemiológico’, por lo que el número de fallecidos por sarampión y otras enfermedades debe ser mucho mayor”, cita de la Fundación Kapé Kapé, que se lee en su Informe socio sanitario de los pueblos indígenas del estado Amazonas y los subregistros de información epidemiológica, de septiembre pasado.

La reaparición o brote de sarampión reportado en el sector Parima del Alto Orinoco, de acuerdo con Kapé Kapé, no ha sido declarado oficialmente por autoridades venezolanas, a pesar de haber suficiente información sobre la existencia de este conflicto sanitario en la referida zona. La información que se obtiene al respecto proviene de autoridades sanitarias brasileñas, organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales, así como de funcionarios del sistema de salud pública venezolano no autorizados para emitir información oficial.

“Esta situación de desinformación oficial genera lo que hoy está ocurriendo con el conflicto sanitario en el Municipio Alto Orinoco sobre el brote de sarampión, que inicialmente se manejó una cifra de 16 indígenas yanomami fallecidos a causa de sarampión, luego a 27 y ahora 71, información proveniente de distintas fuentes, unas desde Venezuela y otras desde el exterior, en especial de Brasil”, se lee en ese informe situacional donde además aparece la reconfirmación del Observatorio de Derechos Indígenas Kapé Kapé, de los 16 decesos entre marzo y julio de este año, en el noreste del municipio Alto Orinoco: Irotatheri, Tokoritheri y Shamakoronatheri.

De acuerdo con los investigadores de la Red Venezolana de Salud Pública, los casos en las comunidades indígenas se detectaron a partir de la primera semana de 2018 y hasta la número 35.

Se confirmaron 486 casos de sarampión -incluidas 48 defunciones reportadas por la Organización Panamericana de la Salud, OPS, en su actualización del 21 de septiembre-, en poblaciones indígenas de Amazonas (161 casos, de los cuales 135 son de la etnia Sanema, 24 Yanomami y 2 Yekuana), Delta Amacuro (307 casos todos ellos de la etnia Warao) y Monagas (con 18 casos contagios en la etnia Warao).

En ese documento de la OPS se explica que de las 48 defunciones 29 corresponden a Delta Amacuro (todas de la etnia Warao) y 19 son de Amazonas (etnia Sanema). No obstante, estos datos, específicamente los de mortalidad, deben tomarse como provisionales, pues un reporte local de la fundación Kapé Kapé, revela que el número de fallecidos en población indígena de Amazonas se eleva a 71 hasta septiembre de 2018 y previamente la misma fuente informó de 53 fallecidos entre indígenas waraos del estado Delta Amacuro, tal como se lee líneas arriba.

Epidemia rueda libre

Andrés Barreto, epidemiólogo e integrante de la red, dijo que, además de tener una alta afectación en las zonas indígenas, Venezuela lidera las muertes por sarampión en el Continente.

Según la OPS, en lo que va de 2018 y hasta el 21 de septiembre se han notificado 6.629 casos confirmados de sarampión, incluidas 72 defunciones, en 11 países de la Región de las Américas: Antigua y Barbuda (1 caso), Argentina (11), Brasil (1.735 casos, incluido 10 defunciones – 4 de ellos venezolanos-), Canadá (22), Colombia (85 ), Ecuador (19), Estados Unidos de América (124), Guatemala (1), México (5), Perú (21) y  República Bolivariana de Venezuela (4.605 casos, incluido 62 defunciones).

Desde la Actualización Epidemiológica publicada el 20 de agosto de 2018, se notificaron 1.625 casos confirmados adicionales de sarampión, en 8 países de la Región (Argentina 3, Brasil 498 y 4 nuevas defunciones, Canadá 3, Colombia 25, Ecuador 2, Estados Unidos 17, Perú 17 y República Bolivariana de Venezuela 1.060).

El aumento de pacientes entre el 20 de agosto de 2018 y el 21 de septiembre de 2018, fue de 32,47% para todo el Continente. Destacan los aumentos en Brasil 40,58% y Venezuela 29,9%.

Las autoridades de salud de Brasil, hasta el 30 de mayo de 2018, notificaron 357 casos, en 11 municipios del estado de Roraima, de los cuales 182 (51 %) eran locales. Del total, 114 (32%) eran indígenas. De 83 casos confirmados, 57 (32%) provenían de Venezuela y entre los confirmados, 34 (41%) eran indígenas.

El número de contagios importados desde Venezuela por otros países suramericanos, muchos de ellos están relacionados con los flujos masivos de migración producidos como consecuencia de la emergencia compleja que afecta a nuestro país, y que ha provocado la diáspora de al menos 2,3 millones de personas, son personas que transportan por vía terrestre, en precarias condiciones, afectados por la desnutrición, la pobreza y no están protegidos mediante vacunas. En Argentina, 5 relacionados con importación fueron causados por el mismo Genotipo D8, identificado en Venezuela, Colombia y Brasil.

En cuanto a los fallecidos por sarampión en el Continente, Venezuela ocupa el primer lugar, con 93,1 % de las muertes ocurridas desde el comienzo de la epidemia en 2017.

Además, cuatro de las muertes ocurridas en Brasil, corresponden a casos importados de Venezuela, por lo que el número de venezolanos fallecidos por sarampión asciende a 139 (95,86% de los decesos en la región).

Repunta la malaria

Otra de las enfermedades que están en estudio es la malaria que tuvo una incidencia en 2017 de alrededor de 400 mil seis casos, cinco veces por encima de los que se registró en 2013. Para este año el doctor Barreto, dijo que las estimaciones son de medio millón de casos y la tendencia es a subir. “Venezuela ocupa el primer lugar con malaria, 34%, seguido de Brasil 18% de los contagios”.

Esta enfermedad es un caso endémico, como lo encabeza este texto, debido a las bajas coberturas de vacunación, incluso para prevenir otras enfermedades prevenibles, como la difteria y la malaria.

En Venezuela desde hace cuatro años se viene hablando de una emergencia humanitaria de escala internacional, que se ha materializado en la paralización de muchos servicios hospitalarios, en la escasez de medicinas y, precisamente, en la propagación de epidemias que se creían erradicadas. El gobierno venezolano ha desconocido esta situación que, incluso está dejando pérdidas de vidas,

De hecho, la OPS, en agosto reciente instó a aumentar rápidamente la cobertura de vacunación para detener la propagación del sarampión en Las Américas.

En Las Américas, las tasas de cobertura para la primera dosis de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (conocida como la triple viral) son actualmente inferiores a 95%. En el caso venezolano, la OPS y sus asociados, trabajan en fortalecer la vigilancia epidemiológica y en apoyar la compra de vacunas para detener la propagación del sarampión.

En comunidades como la parte baja de la parroquia Coche, recientemente se aplicaron jornadas en menores de 15 años de edad. Precisamente contra el sarampión y difteria. Sin embargo, todo obedece a brotes en la zona y no a una campaña de prevención continua.

Foto: Archivo/Jota Díaz


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