Al concluir su 106 asamblea ordinaria, los obispos reclamaron de las autoridades un “diálogo serio”, el cual dijeron debe partir del reconocimiento al otro.
Caracas. Si la semana pasada su presidente denunció que el país vive un Caracazo “por capítulos”, hoy al poner punto final a su 106 asamblea ordinaria plenaria la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) advirtió a las autoridades que su negativa a permitir la celebración del referendo revocatorio presidencial está poniendo en riesgo la estabilidad “política y social” del país.
“El Consejo Nacional Electoral (CNE) tiene la obligación de cuidar el proceso del referéndum revocatorio para que se realice este año. Es un camino democrático, un derecho político contemplado en la Constitución. Impedirlo o retrasarlo con múltiples trabas es una medida absurda, pues pone en peligro la estabilidad política y social del país, con fatales consecuencias para personas, instituciones y bienes”, alertaron los prelados en su exhortación pastoral, “el Señor ama a quienes buscan la justicia”.
En el documento, leído por el expresidente de la CEV y arzobispo de Maracaibo, monseñor Ubaldo Santana, los obispos aseveraron que el anuncio que el presidente Nicolás Maduro hizo el pasado 5 de julio sobre el acrecentamiento del poder militar no es más que “una amenaza a la tranquilidad y paz” y que este tipo de discurso belicista hace “cada día más difícil la vida” de los venezolanos.
[irp posts=”28342″ name=”Episcopado advierte que el país vive un Caracazo “por capítulos””]Como ya lo hiciera la semana pasada su presidente, monseñor Diego Padrón, el Episcopado saludó que la palabra esté en boga estos días, pero demandó que el mismo sea “sincero y constructivo”, para lo cual recordaron: “No se puede dialogar si no se reconoce en primer lugar la existencia y la igualdad del otro. Ignorarlo o descalificarlo como interlocutor, cierra toda posibilidad de superar el conflicto”.
La oposición ha puesto cinco condiciones para sentarse en la misma mesa con el Gobierno, entre las cuales destacan el respeto a las decisiones de la Asamblea Nacional (AN), la celebración del revocatorio y la liberación de los detenidos en los últimos días.
Abrir las fronteras
Por segunda vez en menos de una semana, la CEV demandó de las autoridades que les permita recibir los medicamentos que les han ofrecido desde el exterior para paliar la escasez reinante en el país. “Este servicio no es la solución definitiva, pero sí es una ayuda significativa. La caridad nos impulsa a comportarnos como samaritanos compasivos, dispuestos a curar a los heridos del camino”, expresaron.
De la misma manera, el Episcopado reclamó el fin del cierre de la frontera con Colombia, pues “el haber permitido su apertura el pasado domingo 10 de Julio hizo posible que numerosos hermanos pudieran proveerse de alimentos, medicinas y otros insumos. El paso de miles de ciudadanos al vecino país es prueba evidente de la crisis”.
Por último, los prelados pidieron a los gobernantes que no respondan a los pronunciamientos que gobiernos e instituciones internacionales hacen sobre la situación venezolana como si fueran ataques ni mucho menos que se criminalice y persiga a los venezolanos que acuden a ellas en busca de las respuestas que no obtienen internamente, recordando que “ni los Derechos Humanos, ni la justicia tienen fronteras”.
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