Los estudiantes presentan un retraso de año y medio en su prosecución académica. Estas asignaturas representan la tercera parte de las materias que ven durante toda la carrera. La escuela apela a la solidaridad de las empresas, egresados y demás personas que deseen colaborar para equipar nuevos laboratorios.

Caracas. La comisión departamental de profesores de la Escuela de Química y Geoquímica de la Universidad Central de Venezuela (UCV) decidió cerrar sus 12 laboratorios por problemas en infraestructura y la presencia de riesgo químico, fuga de gas y la inoperatividad de los equipos de ventilación. En 5 años esta situación se ha agudizado, pese a que los profesores comenzaron a realizar las alertas desde el 2000.

Con responsabilidad tomamos la decisión de no abrir los laboratorios. Eso significa que los muchachos en este momento no están cursando 12 laboratorios de su carrera, que representa prácticamente la tercera parte de las materias que ellos ven, dice María Rodríguez, jefa del departamento de Química de la Escuela.

El personal docente y estudiantil venía trabajando en laboratorios con tuberías corroídas por ácidos y con campanas de extracción de aire —que evitan quemaduras al manipular correctivos tóxicos— sin funcionar correctamente. También estaban expuestos a una explosión por fuga de gas dado a que en clases realizan encendido de mecheros.

Escuela de quimica UCV
Estudiantes y profesores se encontraban en una infraestructura no apta para ver clases.

Uno siente que debe continuar dando clases porque hay que darle respuesta a los estudiantes. Eso es ser profundamente irresponsable. ‘El abierto como sea’ no puede significar tener a un personal en condiciones inseguras, expresa Rodríguez

Los estudiantes tienen un año y medio perdido en laboratorios. Sofía Salazar, presidenta del Centro de Estudiantes de la Escuela de Química y Geoquímica, asevera que en  2015 tuvieron una paralización por falta de reactivos.

Ese año yo tenía que iniciar un laboratorio, era el de instrumental. Sería el único que abrirían. Pero los profesores decidieron que si iban a estar realizando reparaciones, no podíamos comenzar ningún laboratorio. Luego en 2016 robaron unos equipos. Lo cierto es que un laboratorio inscrito en 2015, lo iniciamos en marzo de 2017, relata Salazar.

La presidenta del Centro de Estudiantes de la escuela de Química y Geoquímica, Sofía Salazar, destaca que los jóvenes tienen un año y medio de retraso en prosecución académica

Aunque lograron concluir ese semestre, no pudieron dar continuidad al siguiente. Al regresar de vacaciones encontraron los laboratorios cerrados.

Para nosotros es un golpe muy duro desde el punto de vista de la prosecución académica. Estás retenido. Hay gente que no tiene más materias que cursar. Estos laboratorios prelan otros. La pérdida de un semestre se convierte en la pérdida de un año y medio, refiere Salazar.

Al intentar comparar los laboratorios vistos en 2010 con los de ahora, asegura que la diferencia es crucial: Recuerdo que para entonces se paró una práctica porque había que reparar una batea. El profesor me dijo que no me preocupara, que mi próximo laboratorio sería en los nuevos edificios. Y ahora resulta que no es una práctica por una batea, sino un semestre porque estos no dan para más.

Escuela de quimica ucv
Las campanas de extracción de aire no funcionan correctamente. Los estudiantes corrían riesgo al manipular químicos tóxicos.

Rodríguez advierte el panorama en cuanto al desarrollo químico y petroquímico del país de no atacar pronto esta problemática: “El efecto es tan pernicioso que si esto sigue así en un año y medio, pienso que carreras como estas van a cerrar. No hay manera de mantener una licenciatura en Química si no hay cómo comprar los reactivos. Eso sería muy lastimoso porque de aquí sale material humano muy valioso que industrias como Pdvsa, P&G, Polar, necesita para investigación y desarrollo. Y si estos chicos no salen formados de acá entonces no van a tener personal calificado”.

 Dotación limitada

La falta de equipos y materiales ha limitado el número de estudiantes que se pueden atender por sala. Rodríguez sostiene que el primer laboratorio de la carrera, principios de química, tiene una capacidad para 16 jóvenes. Pero se bajó a 8 debido a que esa es la disponibilidad de mecheros existente.

[irp posts=”74398″ name=”En la Escuela de Biología de la UCV tienen que reusar materiales para trabajar en los laboratorios”]

Semanalmente, 90 estudiantes tendrían que haber visto esa clase, pero con la restricción de instrumentos la cifra es 40.

Queremos hacerle llegar al Gobierno el clamor de que no permita que se cierre esta Escuela por falta de presupuesto y la imposibilidad de adquirir insumos. Nuestro presupuesto mensual son 30.000 bolívares. Una botella de solvente de metanol puede costar 500.000 bolívares. Las bombonas de gas, de helio y nitrógeno que se necesitan para prácticas superan los 500.000 bolívares, indica Rodríguez.

Escuela de quimica UCV
Filtraciones, fuga de gas, recorren los espacios de los laboratorios de la escuela de Química.

Menos tesis, menos licenciados

Rodríguez advierte que debido a la falta de presupuesto hay profesores que han decidido cerrar sus laboratorios de investigación, situación que ha mermado la cantidad de tesis. Señala que en el caso de la Facultad de Ciencias es primordial hacer investigación porque los estudiantes se gradúan con tesis.

Si estos laboratorios comienzan a cerrar también, vamos a generar menos licenciados. El semestre pasado se graduaron 4 químicos. Este semestre 17. Hace 5 años 32. Cuando yo me gradué éramos 52. Eso significa que el recurso es cada vez en menor y los que ya están formados se están yendo del país, manifiesta.

.

Los laboratorios de investigación se mantienen abiertos por el servicio de análisis que prestan a empresas. Rodríguez advierte que, sin presupuesto, estos también podrían cerrar.

Rodríguez estima que son 4 los profesores que no están aceptando tesis de pregrado, uno porque no tienen cómo darle insumos al estudiante y otros por no poder pagar los servicios que requieren durante el proceso.

Un estudiante aislando cuatro o cinco compuestos puede gastarse entre 800.000 y un millón de bolívares en espectros. Sin colocar los materiales como disolventes. Una tesis de pregrado puede costar 2 millones de bolívares. Mientras que la doctoral 7 millones de bolívares”, indica Rodríguez.

Estos laboratorios de investigación, según Rodríguez, hace cinco años estaban repletos de estudiantes de pregrado haciendo tesis. Ahora tan solo hay uno o dos.

Recientemente, los estudiantes y profesores pintaron los mesones de los laboratorios de investigación.

Un sueño por cumplir

Desde hace 22 años, la UCV comenzó a construir los nuevos laboratorios para la Facultad de Ciencias, los cuales no han sido culminados. Rodríguez asegura que en varias ocasiones se ha tenido el dinero suficiente para terminar la obra:

“No sabemos si es por negligencia administrativa, más toda la situación del país. El caso es que en este momento tenemos parte del mobiliario instalado, pero falta lo más importante que son los mesones”.

Son aproximadamente 450 millones de bolívares que requieren para la instalación de los mesones en todo el edificio. En días recientes, Rodríguez supo que representantes de la Facultad estaban en conversaciones con un funcionario de la gobernación de Miranda quien podría ayudar a conseguir parte del granito requerido.

“Tengo 23 años de docencia. Cuando entré fue con la promesa de que trabajaríamos en esos laboratorios. Me faltan dos años para jubilarme y no los hemos ocupado”, lamenta Rodríguez.

Para Rodríguez, es importante que el Gobierno que reconozca un presupuesto justo para las universidades.

Es por esta razón que desde hace dos semanas estudiantes y profesores iniciaron una campaña nacional e internacional para la recaudación de fondos que les permita mudarse en marzo a los nuevos laboratorios. La meta es conseguir 10.000 dólares. A la fecha han recibido 4363 dólares. Los aportes están siendo recibidos por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la UCV.

“La [campaña] nacional es para comprar parte del material de grifería, tuberías, tomacorrientes que hace falta instalar. La internacional será para la dotación en mecheros, vasos de precipitados, planchas. Instrumentos que superan los 300.000 bolívares y que es imposible comprar en Venezuela”, explica Rodríguez.

Este vaso de precipitado puede superar los 300.000 bolívares. En Venezuela son pocas la empresas que comercializan estos productos. Las que quedan lo hacen a dólar libre.

Para Rodríguez, la receptividad ha sido buena: “Comenzamos con nuestros egresados que están afuera y lo que están en Venezuela. Ya estamos enviando cartas a Polar y otras empresas que tienen materia prima como madera y granito. Yo creo que vamos a conseguir que nos ayuden. Queremos que apadrinen un laboratorio completo. El más barato costaba 450 millones de bolívares hace tres semanas sin meter la dotación. Pero esperamos tener por lo menos una ayuda parcial”.

Salazar manifiesta que la mayoría de los estudiantes están ganados a trabajar por la Escuela y en conseguir mudarse a los nuevos laboratorios, no solo por ellos sino por lo jóvenes que están por venir: “El 24 de noviembre se inscribe una nueva camada de gente que quiere ser químico, biólogo, que merece no los laboratorios que yo vi, sino unos buenos laboratorios”.

Para ayudar a la Escuela de Química de la UCV:

En Venezuela

Banco Mercantil

Universidad Central de Venezuela – CDCH

Cuenta corriente número: 0105-0699-971-699-062-455

Rif: G-20000062-7

En el exterior

https://www.generosity.com/education-fundraising/our-school-one-by-one/x/17601206

Redes sociales

Facebook: www.facebook.com/equimicaucv

Twitter e Instagram: @equimicaucv

 Fotos: Luis Miguel Cáceres – Escuela de Química 


Participa en la conversación