Estados de excepción se convirtieron en un “negocio” para los militares

Fuentes de la embajada de Colombia señalan que la crisis originada por Nicolás Maduro les permitió “poner orden” en sus espacios, y ahora no tienen interés en abrir las líneas limítrofes.

Hernán Lugo-Galicia/HLGNapita

Caracas. Los decretos de estado de excepción en los estados fronterizos, Táchira, Zulia, Apure y Amazonas, finalizaron sin que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro presentara un balance. Y es que los resultados no fueron buenos.

Las pérdidas en Táchira se calculan en 7 millardos de dólares, en los últimos 9 meses, según la diputada de Acción Democrática, Laidy Gómez. “Esos decretos, en lugar de traer beneficios al pueblo, sirvió para consolidar a las mafias, que controlan los militares. ¿Cómo es que pasan 500 toneladas de pollo por las trochas sin que los militares intervengan? Eso pasa porque hay complicidad. El cierre de la frontera es un negocio”, denunció Gómez a Crónica.Uno.

Un ejemplo, es que el pago para pasar la línea entre Táchira y Santander subió de 2.000 Bolívares a 30.000 Bolívares, y es cobrado por el personal castrense que está de guardia. “No es satanizar a los militares, pero la responsabilidad recae en ellos porque están allí las 24 horas del día, todo el año. Por eso, es que en la Asamblea Nacional se debate la Ley de Frontera que restará discrecionalidad a los militares y que el Estado, en su conjunto, con civiles, organizaciones sociales y culturales, asuman la política de integración con países limítrofes”.

El expresidente de Fedecámaras-Táchira, José Rozo, citó otro negocio: “Desde el cierre fronterizo, la pimpina de gasolina, de 23 litros, pasó a costar, de 1.400 Bolívares, a 11.500 Bolívares”. La economía del Táchira se vio afectada durante los estados de emergencia, al extremo que cerraron las fábricas de blue jean que estaban cercanas a Cucutá”, dijo.

Colombia aprovechó la coyuntura para poner orden en su territorio y, por ello, no están interesados en la apertura de los puestos fronterizos. Una fuente de la embajada del vecino país en Venezuela reveló que han enviado cientos de correspondencia a Miraflores y al Ministerio de Relaciones Exteriores para conversar diversos temas en los últimos ocho meses, sin obtener respuestas. “En vista de que logramos corregir los errores en la frontera no hay interés en abrirlas. Hoy, por ejemplo, instalamos puestos de control aduaneros y migratorios que funcionan, a diferencia de otrora”, señaló el diplomático.

Foto: Archivo


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