Universitarios del interior del país desembolsan alrededor de 12.000 bolívares mensuales entre alimentación, transporte y hospedaje, mientras están en la fase de control o juicio.
Oliver Lugo / @Oliver_Futve
Caracas. Cada quince días José David Torres tiene su dinero ahorrado para poder viajar a la capital a cumplir con su compromiso ante los tribunales. El joven señaló que debe ahorrar mensual al menos 12.000 bolívares para llegar a Caracas.
Torres de 23 años de edad, oriundo de Valencia estado Carabobo y estudiante de Mercadeo, del Instituto Técnico Turmero, se encontraba junto con unos compañeros durante la manifestación apodada la “Salida” en el año 2014, el joven fue detenido por efectivos de la Guardia Nacional e inmediatamente trasladado al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN). El carabobeño es uno de los 1.998 estudiantes detenidos en aquellas protestas y uno de los 900 con procesos judiciales abiertos.
La “Salida”, manifestacion liderada por el dirigente de Voluntad Popular, Leopoldo López, la ex diputada María Corina Machado y el alcalde metropolitano Antonio Ledezma, duró aprimadamente 4 meses y dejaron un saldo de 43 fallecidos. Tanto el Gobierno como el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) rechazaron la Ley de Amnistía por considerarla insconstitucional, dicha ley buscaba beneficiar a más 1.800 jóvenes con medidas cautelares y a 25 presos.
La mayoría de los estudiantes detenidos a raíz de las protestas de 2014 son de escasos recursos, según indicó la dirigente estudiantil de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Sairam Rivas “La gran mayoría de los estudiantes que atraviesan un proceso judicial son de clase media, sobre todo los que residen en el interior, es por ello que se ven afectados en su vida diaria no solo económicamente sino también académicamente”, agregó.
Torres comentó que el tema de la alimentación y el traslado ha sido lo más complicado “La comida y el transporte ha sido lo más difícil en este proceso judicial, en eso se me va todo el dinero que logro reunir, sumado a eso, a veces pierdo clases por tener que ir a ‘presentarme’, solo por alzar mi voz y hacer valer mis derechos”.
El estudiante explicó que el gasto mensual pudiera aumentar, pero airosamente cuenta con familiares abogados quienes llevan el proceso “Gracias a Dios mis tíos son abogados y allí me ahorro mucho dinero, estoy consciente de que un abogado me cobrará miles de bolívares, por cualquier cosa”, añadió.
El joven espera que finalmente se realice el juicio para tener una sentencia y poder cumplir su régimen de presentación en la ciudad donde radica.
El relato de Fernando Álvarez de 22 años de edad, estudiante de Diseño Gráfico de la Universidad Rafael Belloso Chacín (URBE) en Maracaibo estado Zulia, es similar al de Torres. Álvarez indicó que debe reunir alrededor de 14.000 bolívares mensuales para poder desplazarse a la capital.
“Mi juicio siempre lo difieren y tengo que estar en ese tira y encogen todos los meses, a veces debo pedir prestado para poder viajar. Esto no solo me afecta monetariamente, sino también en lo personal, en lo académico y en lo anímico”, acotó.
Álvarez destacó que lo más difícil y costoso del viaje es el hospedaje, ya que no siempre puede pasar la noche en casa de sus conocidos.
“Lo más difícil de todo es no saber cómo y dónde pasaré la noche, no siempre puedo estar molestando a mis amigos, pero tampoco puedo arriesgarme a quedarme en un hotel debido a la inseguridad, espero que todo termine pronto”, añadió.
El joven marabino destacó el esfuerzo que hacen sus padres para costear un buen abogado que lo ayude a salir de la situación en la que se encuentra “Por ese lado no me puedo quejar, mis padres han movido cielo y tierra para conseguir un profesional que me ayude en este caso político, no puedo mencionar las cifras, pero son cifras muy altas las que ha gastado mi familia por esta situación”, concluyó.
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