Estudiantes se montan en un plan para salvar a la universidad Lisandro Alvarado

Lisandro Alvarado

La falta de presupuesto, la escasez de profesores y las deficiencias de la infraestructura ponen en jaque el reinicio de las actividades. Por tanto, los bachilleres crearon un programa social para ayudar a los profesores, al personal de limpieza, de seguridad y transporte.

Caracas. La crisis económica del país sacó a flote las buenas ideas bañadas de solidaridad y resiliencia. En esa onda, un grupo de estudiantes de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, la UCLA de Lara, se montó en un plan piloto para salvar a su principal casa de estudios.

Quieren a toda costa mantener la universidad abierta y según el bachiller José Lorenzo Monasterios, vocero del movimiento estudiantil y consejero universitario, se trata de un operativo piloto que aplicarán en uno de los siete decanatos. Este consiste en pedir durante el proceso de inscripción —que inicia el próximo 23— un kit de comida y unas hojas blancas.

Cada estudiante, de acuerdo con sus posibilidades, deberá llevar ese kit. A otros les tocará aportar marcadores y bolígrafos para los profesores.

La idea de Monasterios, estudiante de administración, es apoyar de la mejor manera el reinicio de clases. “Sabemos que estamos asumiendo una responsabilidad que le compete al Estado, no es nuestro trabajo garantizar el derecho a la alimentación del cuerpo de profesorado, ellos deberían con su salario cubrir sus necesidades. Sabemos que no pueden y por eso la alta deserción. Hay decanatos que tienen muchas materias desiertas. Lo que queremos es dar incentivo, ayudar a nuestros docentes”.

Pasado el proceso de inscripción, seguirán con la campaña de solidaridad. Cada 15 días pedirán un kit de comida para apoyar al personal de limpieza, vigilancia y transporte.

“No queremos que la universidad cierre”, repitió insistentemente el bachiller cuando se refería al programa de autogestión que se inicia con la Operación Kilo, y que acompañan con jornadas de limpieza de los espacios, deteriorados y sin rehabilitación.

Lisandro Alvarado

Monasterios informó que tienen cerca de 400 unidades del transporte interno en un cementerio de chatarras, que la infraestructura se cae a pedazos y que el dinero que envía el Ejecutivo alcanza para pagar solo la nómina. “Con el déficit de recursos no es posible tener una educación de calidad, los laboratorios están desactualizados y no hay comedores”. Durante el período de vacaciones hurtaron 16 computadoras.

Lo que estamos haciendo, aseguró, no es lo mejor, pero apunta a la motivación y a no dejar vacíos los espacios. Ya tuvieron una experiencia entre enero y febrero cuando con la autogestión recuperaron varias unidades de transporte de la universidad Lisandro Alvarado.

Respuesta que también dieron los estudiantes de la Universidad Simón Bolívar en Caracas para detener un poco la deserción estudiantil.

La UCLA tiene siete decanatos y dos núcleos en todo el estado. Ya Veterinaria comenzó clases con los salones oscuros y con muy poca afluencia de estudiantes. Mínimo en un salón debería haber 20 estudiantes y a lo sumo asisten 10.

Y eso pasa en todas las carreras, sostiene Monasterios. “También faltan profesores, como sucede en el Decanato de Ciencias de la Salud. Hay una merma de 50 % del cuerpo de profesorado. Estamos conscientes de que el problema es más grande, hay materias que no podemos ver, pero estamos luchando por la universidad, por rescatar el sentido de pertenencia”.

En septiembre pasado cuatro profesores renunciaron al Decanato de Ciencia y Tecnología.

En los primeros años de la carrera la huida de los estudiantes llega a 45 % y en los últimos es de 5 %, según se informó en la Prensa de Lara.

Esas cifras, dijo Monasterios, quieren contenerla y, por tanto, además de estudiar, buscan ser promotores del cambio y la reconstrucción de la universidad, a la que el presupuesto este 2109 le ha llegado por cuentagotas.

No esperan de esto sino salones abiertos y que mucha más #GenteBuena se sume y mantenga viva la universidad.

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Los estudiantes iniciaron jornadas de mantenimiento.

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