Han pasado dos meses desde que el presidente Nicolás Maduro anunció el aumento del precio de la gasolina y un subsidio directo, pero todavía no se saben los nuevos montos que cancelarán los conductores. Mientras tanto, los jóvenes de Chamba Juvenil con franela de Pdvsa abordan a las personas en las estaciones de servicio para solicitarles datos como el número de cédula, la capacidad del tanque y el octanaje, para un estudio que adelanta el Gobierno.
Caracas. “¿Usted cuánta gasolina pone, en promedio, cada vez que viene a la bomba?”, le preguntó un muchacho con franela de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) a una mujer en una estación de servicio ubicada en Maracay, donde el sábado pasado hicieron una encuesta a cada persona que llenaba el tanque.
Han pasado más de dos meses desde que el presidente Nicolás Maduro anunció un aumento de la gasolina y la creación de un sistema de subsidio directo del combustible. El 29 de septiembre, el Ministerio de Petróleo informó por Twitter que en la semana siguiente serían anunciados los montos. Pero no lo hicieron, y el precio internacional sigue siendo una gran interrogante, así como la entrada en vigencia del cobro con el sistema biométrico.
En la estación de servicios en Maracay, el joven le informó a la mujer que hacen un estudio para saber cuántos litros de combustible necesita cada conductor y el tiempo que le dura a la bomba la reserva del carburante. Pero la capacidad del tanque no es la única información que piden. También solicitan el número de la cédula de identidad y el octanaje, además de la huella de la persona para que la reconozca el lector dactilar del dispositivo electrónico.
A Pedro Hernández le hicieron las mismas preguntas en una gasolinera en otra ciudad del estado Aragua.
Me pararon y me preguntaron cuántos litros utiliza la camioneta, y me dijeron que tengo que tener el carnet de la Patria para gozar del beneficio que el Gobierno va a dar”, relató.
De acuerdo con los trabajadores del plan Chamba Juvenil, que son quienes están en las estaciones de servicio mostrando el uso de los puntos biométricos, el Gobierno adelanta un estudio de mercado, por lo que a todos los conductores les hacen la mismas preguntas y los “invitan” a introducir sus datos y huellas dactilares.
El lunes en la tarde, Hernández estuvo en una estación de servicio en Colinas de Bello Monte. Se le acercó un muchacho que vestía una franela de color rojo con “Plan de Recuperación Económica” bordado por delante y “subsidio directo para el pueblo” por detrás. “Me permite el número de cédula. ¿Actualmente cuántos litros de gasolina agarra el vehículo? ¿91? Puedes pagar con tarjeta de crédito o de débito”, le dijo. El conductor expresó que no está de acuerdo con las preguntas que le hicieron: “¿Qué le importa al gobierno cuánto combustible estoy echando? Al final no me lo está regalando, yo lo pago”.
El joven dijo que con el carnet de la Patria el Gobierno subsidiará a la persona “una cierta cantidad” de gasolina y, luego, cuando se le agote la cuota, tendrá que pagarla “normal, común y corriente, sin el subsidio”. A Hernández tampoco le gustó la idea de un posible racionamiento del combustible:
“¿Cómo hago si el Gobierno no me subsidia más? ¿Tengo que pagar a precio internacional hasta el mes siguiente que me vuelvan a colocar los litros que me dará el Estado? Y me pregunto cómo harían los autobuses expresos, que viajan todos los santos días en rutas largas”.
En horas de la tarde, en una gasolinera ubicada en la avenida Andrés Bello, los jóvenes de la Gran Misión Chamba Juvenil no pudieron aplicar el procedimiento porque falló la conexión del wifi. “No hay señal desde hace una hora y no sé por qué no agarra”, dijo uno de ellos. Agregó que todavía no saben cuáles serán los nuevos precios que tendrán que pagar los conductores por el servicio.
El estudio, según explicaron los muchachos de franela roja y con el punto biométrico en un bolso cruzado, también incluye las estaciones de servicio, pues el objetivo es determinar cuántos carros atiende y cuánto tiempo les dura la gasolina, entre otros datos.
Entre tanto, los conductores se mantiene en expectativa respecto a la entrada en vigencia de los nuevos precios y en algunas regiones las colas para poner combustible crecen y crecen.
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