Expertos ofrecen claves para manejar emocionalmente la coyuntura política

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Marisol Ramírez, presidenta de la organización Psicólogos Sin Fronteras (PSF), y Robert Lespinasse, expresidente de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría, ofrecen a los ciudadanos una serie de recomendaciones para afrontar el complejo momento que atraviesa el país, en el que se cruzan la esperanza y el temor. 

Caracas. Una ola de rumores sobre reclutamiento de menores de edad acaparó la atención y puso en zozobra a muchos venezolanos entre la noche del martes 29 y todo el miércoles 30 de enero.

Además de los últimos sucesos acaecidos en el país, las falsas noticias y rumores infundados han alterando la estabilidad emocional de la gente. Familias que decidieron no llevar a sus hijos al colegio por temor; abuelos que se angustiaron por sus nietos; maestros que se alarmaron ante el presunto riesgo de sus alumnos; diputados que se dedicaron a investigar; defensores de Derechos Humanos que buscaban verificar.

El nuevo escenario político y social existente en el país desde el 5 de enero —día en que se instaló la nueva junta directiva de la Asamblea Nacional (AN)— ha expuesto a la ciudadanía a situaciones que afectan, de distinto modo, su estabilidad emocional.

La juramentación de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela; la declaración de usurpación del cargo por parte de Maduro; el alzamiento de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) el 21 de enero; el inicio de protestas y de acciones represivas por parte del Estado en esa misma fecha; la juramentación del presidente de la AN, Juan Guaidó, como presidente encargado de Venezuela; y el asesinato de más de 30 personas, sumado a la crisis hiperinflacionaria que desde hace más de un año golpea los bolsillos y el estómago de los venezolanos, ha puesto a la gente ante una situación difícil de digerir.

Bien informados, autoprotegidos y esperanzados

Todo este escenario le permite a Marisol Ramírez Vargas, presidenta de la organización Psicólogos Sin Fronteras (PSF), afirmar que en Venezuela se vive un momento distinto a cualquier otro, donde los ciudadanos tienen que decidir cómo van a afrontar el proceso de sobrevivencia. “La sobrevivencia es una meta y es un proceso al mismo tiempo”.

Para llegar a esta toma de decisión, la psicólogo propone una serie de pasos que el ciudadano debe dar con el fin de encarar de la mejor manera la nueva coyuntura. “Lo más importante es que los ciudadanos seamos capaces de reconocer lo que diferencia el momento actual de otros momentos. Esta no es una coyuntura igual a otra”, sostiene.

Para lograr ese reconocimiento, explica la experta, hay que revisar la calidad de la información que se recibe. “Esto es muy importante por el impacto emocional que genera en nosotros”. Es necesario chequear el origen y la veracidad de la información que se obtiene, por ejemplo, en redes sociales.

Esa evaluación de la información le permitirá al ciudadano actuar de manera más pertinente, reconociendo el impacto que dicha noticia genera en él y evitando caer en olas de rumores infundados. “Eso tiene un poder, porque estoy controlando el impacto y la respuesta ante esa información”.

Así, la persona estará en la capacidad de reconocer que hay situaciones que sí puede manejar, y eventos que escapan totalmente de sus manos.

Con esto Ramírez recomienda la autoprotección. “En esa participación que decido hacer como ciudadano incorporo el sentido de la protección. No me expongo, evito actitudes revanchistas, provocadoras y no actúo sola”.

Con datos confiables y consciente de la necesidad de autoresguardarse, la persona puede optar por la esperanza. “La duda es humana, pero tenemos la oportunidad de reconocer que la esperanza es un estado que nos conecta con el futuro posible, y que nos moviliza hacia él”.

“Cuando la esperanza en mí germina, se da un estado emocional que genera confianza, que no es ceguera ni negación de la realidad, es seguridad sobre lo que estoy observando”. Considera que esa confianza permite a la persona actuar de una forma más asertiva.

A partir de la confianza, la persona podrá tener espacios para la recreación aún en medio de la crisis: jugar con los niños, con las mascotas, hacer actividades con la familia, con los vecinos, con los compañeros de trabajo. “Siempre hay una oportunidad de tener un encuentro con el otro, y eso es necesario y pertinente en contextos como estos”.

Si aún después de todo eso nos sentimos desolados, inquietos, con poca valía por la vida, con rabia, no puedo dormir, todo me irrita, no tengo energías para salir a buscar la comida, es importante reconocer que se necesita ayuda, y esa ayuda hay que buscarla, dice la presidenta de PSF.

Unidas las personas son más fuertes y menos vulnerables

El doctor Robert Lespinasse, psiquiatra y expresidente de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría (SVP), se va encontrando en sus consultas con “muchas personas muy angustiadas, tensas y desesperadas producto de la coyuntura”.

“Tras los sucesos políticos ocurridos en Venezuela durante el mes de enero, la sensación de impotencia y de frustración ha disminuido un poco. Lo ocurrido a partir del 10 de enero ha creado unas expectativas y ha reavivado una serie de esperanzas, pero esos sentimientos se cruzan con un temor, el temor de que no se alcancen esas expectativas”, explica el psiquiatra.

Ese temor que actualmente existe entre los ciudadanos se acrecienta ante la acción represiva ejecutada por cuerpos policiales como las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES).

¿Qué hacer? El doctor Lespinasse lista una serie de recomendaciones que pueden ayudar a los venezolanos a afrontar las actuales circunstancias.

Grosso modo, el psiquiatra recomienda:

  1. La unión familiar. La soledad es terrible, la lejanía afecta negativamente a muchas personas. Es importante estar constantemente. Ese estar, ese sentirse acompañado, ayuda espiritual y afectivamente.
  2. La solidaridad entre la familia.
  3. La amistad y el contacto entre vecinos.
  4. La realización de actividades recreativas, que saquen a las personas del problema.
  5. La práctica de un deporte o de ejercicios, lo que permite drenar niveles muy altos de ansiedad.

Frente a acciones represivas y violentas, Lespinasse sugiere:

  1. Buscar la solidaridad de vecinos que puedan movilizarse ante una contingencia, pero que también estén vigilantes ante la ocurrencia de ciertas situaciones. La unión como vecinos nos hace más fuertes y menos vulnerables.
  2. Agruparse para afrontar situaciones que pongan en peligro la vida de la gente. La alternativa es cuidarse mutuamente.
  3. Cuidar la hora de entrada y de salida de la casa; tratar de no exponerse a altas horas de la noche.
  4. Denunciar inmediatamente las situaciones irregulares ante organismos que pueden publicitar o visibilizar los hechos a través de redes sociales y otros medios.

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