El Hospital Clínico Universitario se suma a los otros centros afectados por las fallas de distribución de agua, entre los que se cuentan la Maternidad Concepción Palacios, el Vargas y el J.M. de los Ríos. A diferencia de otras ocasiones, esta vez el Clínico tiene problemas con las bombas de achique que la impulsan hasta los pisos más altos.
Caracas. La escasez de agua en el Hospital Clínico Universitario de Caracas no solo desborda la angustia en los pacientes. El déficit del servicio también detonó el descontento de los empleados de la cocina este lunes, cuando se agotó la reserva de agua apta para preparar los alimentos en el piso 2. La situación, cuentan empleados de la institución, compromete la salud de los pacientes y los expone a bacterias difíciles de combatir en una institución cuyo personal se declara sin antibióticos.
Pero la mayor consecuencia de la falla de agua se reporta en el ámbito quirúrgico, pues se han tenido que cancelar las operaciones electivas por la contingencia, reporta el portavoz del Sindicato de Hospitales y Clínicas de Caracas, Mauro Zambrano.
El hospital, que tiene una semana sin agua, se suma a los otros centros afectados por las fallas de distribución, entre los que se cuentan la Maternidad Concepción Palacios, el Vargas y el J.M. de los Ríos. A diferencia de otras ocasiones, esta vez, dijo Zambrano, el Clínico tiene problemas con las bombas de achique que impulsan el agua hasta los pisos más altos.
Los más afectados por la problemática son los pacientes renales a quienes se les suspendieron la terapias de hemodiálisis. La coyuntura, además, compromete la atención de emergencias. “El director del hospital, Fernando Alvarado, no responde a los reclamos de los trabajadores y, mientras ello ocurre, los pacientes se quedan sin comida porque no hay agua para preparar los alimentos”, señala el sindicato.
En Caracas, los hospitales autónomos y los adscritos al Ministerio de Salud no solo le toman el pulso al desabastecimiento de insumos, también son espejo de una crisis compleja de agua que compite con el resto de las dificultades que someten al sistema sanitario: el déficit de medicamentos que asciende a 80 %, según el gremio médico, los problemas de infraestructura y de personal. Fallas que se han agudizado por la restricción en la asignación de divisas para importar insumos.
Este año, enfatiza la encuesta de Médicos por la Salud, 79 % de los establecimientos de salud estudiados en los 23 estados del país padece, en mayor o menor escala, la ausencia del servicio. La brecha es más ancha si se compara con 2014, cuando solo 29 % de los centros flaqueaba por esa falla.
A propósito de ellos, los médicos de El Algodonal, en Antímano, y del hospital de Coche aseguran que no están en capacidad de planificar operaciones ni atender emergencias por falta del servicio.
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