Familiares de militares detenidos se reunieron con la AN para denunciar torturas a los uniformados

Diputados de la Comisión de Defensa se comprometieron a lograr que los familiares puedan denunciar lo que pasan sus seres queridos en la plenaria del Parlamento. También darán apoyo procesal y en acciones de protesta.

Caracas. La Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional (AN) se reunió este miércoles con los familiares de oficiales y efectivos de las Fuerzas Armadas que han sido detenidos por el gobierno de Nicolás Maduro sin que se les permita el derecho a la legítima defensa. De la reunión salió la promesa por parte de diputados del Parlamento de acompañar a las personas en sus reclamos y acciones de calle para visibilizar lo que les ocurre a sus familiares.

En un evento llevado a cabo en la sede administrativa del Poder Legislativo, la comisión, presidida por el diputado Edgar Zambrano, se comprometió a dar un derecho de palabra a los familiares de los detenidos en la plenaria de la AN, esto, según el propio Zambrano, para evitar que el tema sea olvidado.

Queremos contribuir de manera significativa a estas prisiones injustas y para mantener vivo el recuerdo que cada mañana y cada noche viven padres, madres y familiares de militares presos políticamente para que no sean olvidados, dijo el legislador.

Otro de los diputados presentes, Tomás Guanipa, expresó que el tema de los militares detenidos ha ido incrementándose y que el mismo no se trata de detenciones sino de desapariciones llevadas a cabo por el Estado.

En la reunión también estuvo presente la abogada Lilia Camejo, de la ONG Justicia Venezolana, la cual representa a los militares detenidos. Fue precisamente la jurista la que agregó que hasta la fecha su organización tiene registro de 152 militares arrestados de forma irregular y que 60 de ellos fueron arrestados en lo que va de 2018.

Además del derecho de palabra en la plenaria de la AN, los diputados manifestaron su intención de apoyar otras acciones de protesta que estuvieran dispuestos a emprender los familiares de los militares.

“Fue una cosa horrible lo que le hicieron a mi hijo, fue una tortura”

El oficial del Ejército, miembro de Fuerzas Especiales, Alberto Alejandro Maita Espinoza, se encontraba el 11 de enero de este año cerca de la Plaza O’leary, donde trabajaba como oficial de planta cuando pasadas las 3 de la tarde fue abordado por una unidad de la Dirección de Contraingeligencia Militar (Dgcim) cuyos efectivos lo detuvieron y lo trasladaron a la Academia Militar por averiguaciones. Fue ese el momento en el que empezó el calvario de su madre, Dayris Espinoza, quien asegura que los maltratos que ha recibido su hijo califican inclusive de tortura.

La madre del uniformado explica que desde su detención, el joven de 28 años, que padece de hipertensión desde los 17, fue ruleteado por 9 días entre la Academia Militar en Fuerte Tiuna y la sede del Dgcim en Boleíta antes de finalmente ser movido a la cárcel de Ramo Verde, donde logró verlo 36 días después de su captura.

Cuando por fin lo vi no podía ni contarlo, fue una cosa horrible lo que le hicieron a mi hijo, una tortura, recordó entre lágrimas la madre a la salida de la reunión en la sede administrativa de la AN.

A él le quemaron las piernas con un tubo, no sé, también las manos. Tampoco le daban agua para tomar y terminó orinando sangre. No le han dado su medicamento y por eso le ha subido la tensión, contó Dayris, quien agregó además que las malas condiciones de detención de su hijo han hecho que este —que sufre de las rodillas por tener líquido acumulado— ya no pueda caminar bien y que tenga que hacerlo con una muleta.

La mujer asegura que el estado de deterioro del oficial del Ejército ha sido tal que en al menos una ocasión lo trasladaron al Hospital Militar, pero dijo que no estuvo mucho tiempo ahí antes de ser regresado a Ramo Verde. Durante todo el procedimiento, su madre y sus abogados no pudieron verlo.

El cargo que le imputan es el de traición a la patria, pero no me dieron mayores detalles, es lo que me han dicho. No sé en qué momento él haría eso porque él ni carro tiene, yo siempre le tuve que llevar el almuerzo a su trabajo, recordó la mujer quien mientras lloraba manifestaba su frustración con las instituciones del Estado que no le han dado respuesta. No he recibido información ni de la Defensoría del Pueblo.

Mientras se espera para una próxima audiencia para su hijo, Dayris se mantiene a la expectativa de qué será lo que ocurra con él, aunque dijo que se ha sentido muy agradecido con el apoyo que ha tenido por parte de la ONG Justicia Venezolana y ahora con la Asamblea Nacional.

Gracias a los abogados que tenemos, a Lilia Camejo y al doctor Alonso Medina Roa que ha estado con nosotros. Ahora tenemos el apoyo de la comisión que esperemos que sea un oído y un vocero para elevar todo este dolor que llevamos los padres y las madres que no podemos descansar hasta ver a nuestros hijos en libertad, dijo.

Fotos: Cortesía


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