Familiares de invidente asesinado por el Cicpc exigen justicia

La hermana de Edwin Sulbarán, el joven de 22 años ultimado la mañana del lunes en Carapita, dijo que los funcionarios irrumpieron en la vivienda alegando que el “artículo 666” les permitía hacerlo.

Caracas. El féretro estaba abierto en medio de la sala, adornado con un arreglo floral. Una luz tenue alumbraba a los familiares que estaban sentados alrededor del difunto, bien abrigados, pues la mañana de este miércoles estaba nublada y fría. Dos coronas se encontraban guindadas a los lados, con mensajes de despedida.

Paola Molinares se levantó de su asiento, ataviada con un suéter negro y un pañal de tela colgado del hombro. Su rostro lucía el cansancio acumulado tras los difíciles trámites que implicaban el caso de su hijo, Edwin Sulbarán, quien fuera ultimado por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) —subdelegación Caricuao—, el pasado 25 julio.

Foto: Crónica Uno/Miguel González
Paola Molinares, madre de la víctima, denunció que los funcionarios dispararon para simular que hubo enfrentamiento

Alrededor de las 8:00 pm del martes llegaron con el cadáver a la casa, en la calle Mérida del barrio Bicentenario, Carapita, donde harían el velorio. Paola y Omar, padres del joven de 22 años, tuvieron muchas trabas para retirar el cuerpo en la morgue de Bello Monte, pues los efectivos alegaron que resultó muerto en un enfrentamiento.

“Tenían que hacerle reconocimiento post mortem y aunque fue un fiscal, igual se demoraron en entregarnos el cuerpo, del Cicpc llamaron para que no nos los dieran todavía. Tanto dimos que logramos que nos los dieran al final del día. Solo quiero que se haga justicia por esto, vamos a hacer lo posible, aunque al final decidirá Dios”, explicó Paola.

Acompañada por sus dos hijas menores, subió las escaleras hasta el segundo piso y caminó por un largo pasillo en cuyo final se ubicaba el cuarto de Edwin. En el piso quedaba un leve manchón de sangre que había sido limpiado con mucho esfuerzo. Dentro, todo era desorden.

Foto: Crónica Uno/Miguel González
La víctima se encontraba sola en su cuarto cuando el Cicpc irrumpió en la vivienda

Las otras tres habitaciones, alquiladas a tres familias, también habían sido destrozadas por los efectivos. A la puerta del cuarto de Daniel Serrano le dieron varias patadas hasta abrirla, así lo daban a entender las marcas de zapatos que quedaron estampadas en la hoja y el marco roto de la pared.

“Tenía 5.000 bolívares escondidos debajo de una calculadora, un papelón encima de la mesa y 1.000 en una gaveta, y todo eso se lo robaron cuando entraron. Además me destrozaron el cuarto”, contó el inquilino.

Daniel vende café en La Yaguara y este miércoles no pudo trabajar porque se llevaron toda la plata que tenía prevista para invertir: “Me dejaron pelando, ahora no sé cómo haré”.

Foto: Crónica Uno/Miguel González
Del cuarto de Daniel Serrano se llevaron dinero en efectivo y un papelón que tenía encima de la mesa

A la habitación donde dormían dos muchachas también entraron a la fuerza y las sacaron. “Nos obligaron a salir, estábamos en pantaletas y les pedíamos que nos dejaran vestir pero no quisieron. Como pudimos agarramos unas toallas y bajamos”, contó una de las testigos.

Los inquilinos oyeron a Edwin gritar desde el fondo, preguntando qué pasaba. Ninguno pudo devolverse a ayudarlo por la presión de la policía científica. “Yo soy ciego, llamen a mi mamá”, escuchaban los vecinos mientras bajaban las escaleras.

“Uno de los funcionarios le gritó: ¿para joder sí eres ciego?”, relató otra testigo.

Recuerdan que cuando pasó todo y pudieron entrar a la vivienda de nuevo, vieron un short lleno de sangre afuera del cuarto del joven. Presumen que fue abaleado justo en la puerta de su cuarto.

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Excesos de funcionarios

Una de las hermanas de Edwin, de 13 años, fue empujada por los efectivos. La menor contó que les pidió una orden para poder ingresar a su casa y ellos le respondieron: según el artículo 666 podemos ingresar a casas donde hay bandas delictivas.

Vecinos señalaron, bajo anonimato, que no los dejaban asomarse por las ventanas y a quienes sacaron del inmueble los obligaron a permanecer media cuadra alejados.

Foto: Crónica Uno/Miguel González
Allegados acudieron al velorio del joven invidente, que fue hecho en la sala de su casa

“Yo vi cuando cuatro de ellos lo sacaron envuelto en una sábana”, soltó un residente de la comunidad, quien luego se alejó de la ventana porque fue apuntado con un arma larga y amenazado por uno de los efectivos.

Otros testigos que estaban en la zona presenciaron el momento en que miembros del Cicpc dispararon al aire, e incluso abrieron fuego desde la parte de arriba de la vivienda de Edwin para simular un enfrentamiento.

Sulbarán tenía cinco años con una discapacidad visual que sufrió a consecuencia de un tiro de escopeta cerca del ojo, cuando unos antisociales dispararon hacia el interior de la casa de sus padres porque no los dejaron pasar a la fiesta de cumpleaños de su papá. En esa oportunidad, fallecieron dos personas y siete resultaron heridas.

Foto: Crónica Uno/Miguel González
Su mamá, Paola Molinares, explicó que perdió la visión de ambos ojos a causa de un tiro de escopeta

“Nunca quiso admitir que estaba ciego, le costaba mucho. Una vez estaba en Petare con su papá y tropezó un puesto de sardinas, las tumbó y las pisó. No veía nada por un ojo y por el otro sombras”, explicó su mamá.

Edwin se la pasaba oyendo música. A veces entraba al cuarto de su vecino Daniel y se sentaba cerca del televisor. “Yo le preguntaba: ¿Qué haces ahí si tú no ves? Y él me respondía que estaba oyendo al menos”, recordó entre risas.

Sus primos, vecinos y pareja recordaron que en las mañanas hablaba muy alto. Entre fotos añoraron al muchacho y lamentaron que la mañana de aquel lunes, justo en el aniversario de la llamada “sucursal del cielo”, fuesen tratados como delincuentes por el Cicpc.

Foto: Crónica Uno/Miguel González
Parientes explicaron que no le gustaba usar bastón, aunque a veces lo utilizaba para salir con sus papás

“Además de que lo mataron, le robaron dinero, whisky, perfumes, ropa y un televisor a los inquilinos. No les bastó con todo lo que hicieron, se aprovecharon de que nos intimidaron”, dijo un primo hermano de la víctima, que ayudó a vestir el cuerpo para su velorio.

Los 40 hombres. aproximadamente, que componían la comisión del Cicpc de aquel lunes, irrumpieron en la vivienda de la familia Sulbarán y asesinaron a “Chicho ” —como lo llamaban sus parientes. La excusa fue que buscaban a los miembros de una banda que había asaltado y herido a un conductor de jeep en las primeras horas de la mañana. Y aunque Edwin les gritó que era ciego, igual le dispararon.

El Ministerio Público designó a los fiscales 85° nacional auxiliar, William Rojas, y al 125° del área metropolitana de Caracas, Jorge Rebolledo, para investigar el homicidio.

Fotos: Miguel González


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