Entre este domingo 25 de diciembre y lunes 26 fueron ingresados al menos 27 cadáveres a la morgue de Bello Monte. A un adolescente lo asesinaron para robarle unos zapatos de marca.

Caracas. Por unos zapatos marca Tommy que se estrenó el 24 de diciembre le dieron cinco tiros a Jesús Eduardo García Ávila, de 17 años. Unos azotes de su barrio lo persiguieron y le quitaron la vida en la puerta de su casa, hasta donde había llegado para ocultarse de ellos.

El adolescente salía de su casa en la calle 4 de Nuevo Horizonte, Catia, a las 6:00 a. m. del domingo 25 de diciembre, pues iba a visitar a su papá en La Candelaria. Fue el único de la familia que no se quedó compartiendo con los vecinos hasta tarde y se acostó a dormir temprano.

Al ver a los cuatro sujetos cerca de su vivienda, uno de ellos apodado “el Manazano”, corrió para resguardarse, pero le dispararon y cuando su cuerpo cayó dentro de la casa le quitaron los zapatos. Aunque fue trasladado hasta el hospital de Los Magallanes de Catia, falleció.

Los hermanos de la víctima han recibido amenazas de muerte de los delincuentes si los llegan a denunciar ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc). De hecho, la madre del menor, María Isabel Ávila, se encontró a uno de los presuntos responsables cuando regresaba del hospital y le dijo: ‘tremendo regalo de Navidad me dejaste’.

El muchacho trabajaba como ayudante de un camión repartidor de agua mineral.

Entre el domingo 25 de diciembre y este lunes 26 fueron ingresados a la morgue de Bello Monte al menos 27 cadáveres, según fuentes extraoficiales. Durante el fin de semana de Navidad se totalizaron alrededor de 55 ingresos a la medicatura.

Otra de las familias marcadas por la violencia es la de Jorge Alexander Castrillón, de 38 años, a quien mataron a la misma hora que el adolescente y también en Gramovén.

La mañana del domingo fue interceptado en la plaza Los Perros en el barrio Isaías Medina Angarita cuando salía de una fiesta navideña y caminaba hacia su casa con su esposa y un grupo de compañeros de trabajo.

Jorge forcejeó con uno de los antisociales para quitarle el arma y evitar el robo, pero recibió un tiro en la frente. Su esposa, quien tiene cuatro meses de embarazo, corrió porque uno de los hampones le exigió que lo hiciera.

La víctima era de Colombia y tenía 15 años viviendo en el país. Era fiscal en la línea de transporte Propatria desde hace ocho años y dejó a cuatro hijos huérfanos.

“Esta inseguridad no se aguanta, el Gobierno debería hacer algo porque vivimos en guerra, todos los días nos están matando y a pura gente joven y trabajadora”, dijo Anderson González, compañero de trabajo de la víctima.

Trascendió que en lo que va del mes de diciembre han ingresado 390 cuerpos a la medicatura forense.

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