Fiestas “de negocio” cobran la vida de dos jóvenes en Petare

Joseph Araujo, de 25 años, y Hernán González, de 21, fueron asesinados en diferentes barrios. Ambos estaban en un evento hecho en plena calle, lo cual está prohibido por la Alcaldía del municipio Sucre.

Caracas. Las fiestas “de negocio” siguen cobrando vidas en Petare, aunque la Alcaldía del municipio Sucre las prohibió desde el 1 de febrero de 2011. Este fin de semana fueron asesinados dos jóvenes, en distintas comunidades, que se encontraban en celebraciones efectuadas en la calle.

Joseph Abraham Araujo González, de 25 años, fue una de las víctimas. A las 5:00 am de este domingo, un sujeto con quien discutió durante la rumba, en el barrio Sucre, le dio cinco tiros. Testigos aseguraron que el homicida es un azote de la comunidad.

Un amigo lo trasladó al hospital Ana Francisca Pérez de León pero llegó sin signos vitales. Evelyn Araujo, su hermana, contó que junto con Joseph y un tío fundaron una escuela de canto y baile para los niños de la comunidad, pues querían alejarlos del ocio y la delincuencia.

Dividía su trabajo de mototaxista con las clases de canto que impartía los martes y jueves. Dejó huérfana a una niña de cuatro años.

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“La juventud cada vez está más explosiva, cada vez hay más muertos en fiestas por discusiones. En ese barrio matan a cada rato, cada vez hay más muertos”, dijo la hermana de la víctima.

También el domingo en la madrugada mataron a Hernán González Magallanes, de 21 años, en una fiesta “de negocios” en la calle Solinda de La Dolorita. Su mamá, Mary Magallanes, se enteró porque un amigo del muchacho fue a avisarle hasta su casa.

Cuando llegó al sitio, el mayor de sus hijos había muerto. Recordó que lo abrazó y con la ropa llena de sangre le pidió ayuda a unos funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), que tienen una carpa cerca, pero se negaron.

La versión de la madre es que Hernán fue abordado por tres hampones cuando regresaba a su casa y le robaron el celular modelo Samsung S3; presume que se resistió. Al lado del cuerpo quedó un bolsito que cargaba siempre.

“A mí no me gustaba que él saliera por ahí, ese barrio es demasiado peligroso, ahí no se puede vivir pero es lo que le toca a uno”, expresó la mujer, vestida con un atuendo negro que resaltaba el trasnocho en su cara.

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La víctima estudiaba quinto año de bachillerato por parasistema y trabajaba con su papá en una carpintería. Su abuelo, Rafael Magallanes —quien viajó desde el estado Guárico apenas se enteró de la mala noticia— no está de acuerdo con este tipo de fiestas pues, a su juicio, siempre terminan en desgracia.

“Ahí hay mucho alcohol y droga, y por mirar a la mujer de otro te pueden matar. Es mejor compartir con la familia en la casa, el Gobierno debe tomar cartas en el asunto con estas fiestas, porque no traen nada bueno”, sostuvo.

Fiestas ilegales

En las barriadas de Petare es muy común que se organicen las llamadas fiestas “de negocio”. Vecinos —quienes pidieron tener su identidad oculta por miedo— relataron que estas rumbas son organizadas por cabecillas de las bandas armadas de los sectores para reunir dinero. Con las ganancias compran armamentos y drogas.

Estos eventos son publicitados por mensajes de texto, cadenas vía Whatsapp y Blackberry Messenger, así como por muros de Facebook y volantes que se pegan por varias partes del barrio. Ofrecen bebidas, comidas, drogas y hasta mujeres. Quienes quieran asistir deben pagar una entrada, que varía su precio dependiendo de lo que se ofrezca.

Por ejemplo, a la fiesta que acudió Hernán, en la calle Soila de La Dolorita, cobraron 500 bolívares para el derecho de admisión. “Siempre se arman peleas y muertos, muchos se van antes de que pase algo, otros no”, aseveró la mamá del joven.

pobreza
Las fiestas “de negocio” son muy comunes en barrios de Petare, municipio Sucre

El alcalde del municipio Sucre, Carlos Ocariz, prohibió todo tipo de fiesta pública en cualquier parte de la entidad sin autorización, el 1 de febrero de 2011, y en octubre de 2013 ratificó la medida luego de que se registraran tres muertos y 20 heridos en el barrio La Parrilla.

El 26 de octubre de ese año, al menos 10 hombres llegaron al sector La Vueltica y dispararon contra todos. Los asistentes corrieron para resguardarse y muchos se vieron atrapados entre los tanques y neveras llenas de cervezas con hielo. Por toda la calle quedaron esparcidas las botellas.

Tras el suceso, el alcalde Ocariz indicó que para llevar a cabo estos eventos deben contar con un permiso de la Dirección de Rentas de la alcaldía y Polisucre, y los organizadores deben cancelar unos tributos. De no contar con la autorización se consideran fiestas ilegales.

Foto referencial: Angeliana Escalona


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