Rutinas interrumpidas para cargar agua, caminar kilómetros para llegar a casa, vivir bajo montañas de basura y pasar noches en vela por fallas en el sistema eléctrico. En el foro organizado por Crónica.Uno “Colapso de los servicios públicos, tragedia nacional”, los panelistas Fernando Mora, directivo de transporte; Hernán Papaterra, profesor y ambientalista; Aixa López, del Comité de Afectados por Apagones; y Jesús Armás, concejal de Libertado, abordaron una crisis que amenaza con recrudecerse.

Caracas. Para quienes se plantan en contra de la crisis en las calles moteadas de huecos, Caracas, espejo del país, queda resumida en el fracaso de sus servicios básicos: las fallas de agua, electricidad y el déficit de transporte que se mimetizan con la imagen de una metrópolis afantasmada, de aceras derruidas y luces oxidadas, es también el reflejo de una crisis institucional que ensombrece la dinámica del país.

Incluso esta semana, cuando la ciudad cumplió 451 aniversarios, sus residentes, curtidos en aquello de carretear tobos, parecen proferir una letanía de dificultades por cada año de historia. Se trata de un tema que desarticula a una ciudad que luce más lejos de sí y que embiste a un país entero. La problemática, abordada este viernes en el foro “Colapso de los servicios públicos, tragedia nacional”, una actividad organizada por Crónica. Uno, es totalizante y retrata con furia el drama que desmoviliza a las familias más pobres.

Una dificultad que la población resiente con mayor desafuero es el déficit de unidades para movilizarse en un país cuya oferta de transporte es desnutrida. A propósito de ello, el director de la Cámara Venezolana de Empresas de Transporte Interurbano, Fernando Mora, advierte que la nación está incomunicado, aislado frente a la demanda de al menos 30 millones de habitantes.

Mora, quien integró el panel de expertos que este viernes debatió la crisis institucional, cuestionó la ausencia de planes para rescatar el transporte urbano e interurbano. En la práctica, cuestiona el portavoz del gremio, el Gobierno incumplió el punto de cuenta acordado en 2012 para contener el drama que obliga a muchos pasajeros a completar rutas de hasta 30 kilómetros para llegar a sus casas.

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Advierte que ninguna de las unidades que el fallecido presidente Hugo Chávez prometió en su último año de campaña, en 2012, fueron incorporadas al servicio. En esa ocasión, se tenía previsto incorporar 8000 vehículos por año al sistema nacional, para un total de 80.000 unidades en una década. Pero el punto de cuenta, dice el presidente de la Cámara de Transporte Interurbano, no se cumplió en la práctica, por lo que no hubo respuesta a la principal petición del sector: la reposición de vehículos.

Mora señala que desde el año 2015 fue advertido el colapso de un servicio que demanda la apertura del mercado, la inyección de divisas y la revisión de precios. De 5600 unidades Yutong que el chavismo introdujo en los sistemas públicos de transporte, menos de 1.000 están operativas, según cálculos de la Cámara Interurbana. Se trata de un problema complejo que no solo afecta la movilidad dentro de cada ciudad, también impide desplazarse por todo el país.

Ni las perreras serán una solución, a largo plazo también necesitarán repuestos, dijo Fernando Mora, presidente de la Cámara de Transporte Interurbano

De un universo de 250.000 unidades que sumaban los sistemas de transporte urbano e interurbano hace una década, solo 3500 estaban destinadas al traslado de pasajeros entre ciudades, una cantidad que, para entonces, permitía responder con algunas limitaciones a la demanda. Pero hoy solo 600 están operativas, una cifra que en abril de este año rondaba los 800 vehículos, según cifras de la propia cámara. No se tomaron las medidas necesarias para que el sector no colapsara, lo que estamos viendo hoy es el colapso violento del transporte, dijo Mora durante la intervención en el fororealizado este viernes en la Parroquia Universitaria de la UCV.

Para surtirse de aceite, los choferes deben acudir al mercado negro donde una paila de lubricante tiene un costo de 500 millones de bolívares. Los agremiados aseguran que el sector no recibe dólares oficiales y fueron cerradas las políticas de sustitución de carros. La situación se presenta en un país que en 2007 fue reconocido por el gremio de Brasil por ostentar la flota de ruta larga más moderna de la región.

Por su parte, el ambientalista y planificador social, Hernán Papaterra, hizo hincapié en el manejo inadecuado de los desechos sólidos y la falta de servicios básicos. Asegura que la respuesta a los problemas pasa por rescatar el “estado nacional” que en Venezuela ha sido desplazado por un modelo de “gobierno popular”.

El planificador ambiental, Hernán Papaterra, criticó el manejo de los desechos sólidos en la ciudad

El régimen reprime y deprime los servicios básicos, afirmó Papaterra. A su juicio, es necesario entender los patrones de producción y consumo de bienes para optimizar el aseo en la ciudad. Y sostiene que las estructuras municipales de gobierno quedaron vacías frente a un sistema embestido por la corrupción.

A oscuras 

La generación, transmisión y distribución del servicio eléctrico en el país está colapsado, así lo afirmó Aixa López, concejal de Caracas y presidente del comité de afectados por apagones. Desde 2008 —cuando sucedieron tres apagones nacionales— viene reportando las fallas que se han generado.

Las plantas térmicas e hidráulicas aportan cada vez menos megavatios-horas (MWh) para atender la demanda de energía que requiere el país. En siete meses se han presentando 18.714 interrupciones en el sistema de electricidad en todo el territorio nacional, según el registro que lleva el comité desde enero:

No se ha realizado el mantenimiento correspondiente, ni cambios de turbinas. Anteriormente existía una planificación, cada dos meses a cada planta se le realizaba un mantenimiento. Ese protocolo no se está haciendo, y no es por falta de dinero, porque al sector se le han inyectado más 80.000 millones de dólares, dijo. El año podría cerrar con 30.000 fallas, advierte López.

Durante su intervención presentó datos de la cantidad de MWh que están disponibles en cada región, cifras que constatan cómo los estados se van quedando a oscuras. En la región de Guayana de un total de 15.274 MWh de capacidad instalada, el embalse de Guri, solo aporta 6.077 MWh, “por eso la crisis del país”, lamenta López.

Aixa López, presidenta del Comité de Afectados por Apagones, dijo que no se están haciendo los protocolos de mantenimiento de las plantas térmicas

En la región de occidente, que abarca los estados Zulia, Táchira, Mérida, Trujillo, que tienen ya tres meses reportando la mayor cantidad de fallas y apagones, las plantas térmicas aportan apenas 493 MWh de los 3727 que deberían tener disponibles, destaca López.

De hecho, son estos estados los que han presentado más interrupciones del servicio: Zulia es el primero con 5174, Mérida 1586, Táchira 1466, Trujillo 1080 y Miranda 1205.

En el sur occidente el aporte de las plantas térmicas e hidraúlicas solo alcanzan los 481 MWh, cuando debería ser 2700 MWh.  En oriente la disponibilidad no supera los 70 MWh de los 1479 instalados. En el centro del país la situación no es diferente, las plantas Ezequiel Zamora, La Cabrera, Carabobo, entre otras, de una capacidad instalada de 4.763 MWh, no superan los 928 MWh.

Sobre Caracas dijo:

En Caracas vivimos la complejidad de lo que está sucediendo en Zulia, pero cada vez más se ha acentuado, las fallas cada día son más recurrentes. El Gobierno para tratar de que Caracas no se quede sin luz, le quita energía a Nueva Esparta, Aragua, Carabobo, para la ciudad siga gozando el fluido eléctrico.

En 2017 los cortes se tradujeron en 15.000 artefactos eléctricos dañado, según reportes del comité: El operador de servicio y Corpoelec no se hace responsable. Ellos dicen que es culpa de nosotros que no tenemos protector de corriente, porque no presentamos la factura del equipo o porque la vida útil de ese aparato ya expiró. En 99,9 % somos responsables de la pérdida del aparato cuando ocurre un apagón, expresó López.

 Sistemas Tuy a la mitad

En los últimos meses los grifos vacíos han intensificado las protestas por agua en el Área Metropolitana de Caracas. Para el concejal de Libertador, Jesús Armas, “se está ocasionado una tragedia de salubridad dentro de Caracas”. El Sistema Tuy I y Tuy II está funcionando a 50 % de su capacidad. Y esto no por culpa del clima, de la guerra económica, como nos decía el director del Acueducto Metropolitano. Lo que está pasando es que Hidrocapital tiene 20 años siendo manejada por personas que no tienen la capacidad técnica para dirigir esta empresa pública.

El concejal de Libertador Jesús Armas sostuvo que se han desprofesionalizado las labores técnicas de Hidrocapital

Los ciudadanos han tenido que recurrir a la compra de camiones cisterna que, según estimaciones de Armas, cuestan entre 70 y 100 millones de bolívares. En los sectores populares, para poder adquirir pequeños baldes de agua, tienen que pagar entre 3 y 5 millones de bolívares en efectivo, denunció. Otros comienzan a cambiar un kilo de harina o de arroz por agua. Estamos volviendo al sistema económico más primitivo, que es el trueque.

Fotos: Luis Morillo @luizmorillo15


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