“Fue horrible ver a chicas convulsionar en el club y luchar por su último respiro”

Un sobreviviente de la tragedia ocurrida en una fiesta en el Club Social El Paraíso, la madrugada del sábado, relató que detonaron tres bombas lacrimógenas luego de una pelea con botellas de vidrio. Fallecieron 18 personas, entre ellas menores de edad.

Caracas. Después de que lanzaron la lacrimógena cerraron la puerta. Entre el humo de las bombas y la desesperación, los jóvenes por el ahogo trataban de empujar la puerta. Al lograrlo se enfrentaron a las escaleras, por donde muchos se cayeron.

Más abajo otra puerta, también cerrada, los esperaba. Cuando finalmente uno de los encargados evadió a la multitud desesperada  abrió y pudieron salir. Ya era tarde, varios jóvenes murieron asfixiados y otros que resultaron heridos fueron trasladados a distintos hospitales.

Así concluyó la fiesta del Club Social El Paraíso, conocido como Los Cotorros, la madrugada del sábado 16 de junio. Fallecieron 18 personas. Aunque el ministro de Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol, informó que eran 17 víctimas, al mediodía del domingo murió Adriana Franquiz, quien estaba hospitalizada en el Pérez Carreño.

Un testigo —bajo identidad protegida— contó que en la fiesta se registró una golpiza que desencadenó una lluvia de botellas de vidrio. ¡Eso fue una anarquía, había botellas por todos lados!. Las luces se encendieron y pararon la música.

Una de esas peleas ocurrió en el baño de los caballeros y ahí arrojaron la primera lacrimógena. Comenzó el verdadero caos.

Arrastraron por las escaleras a las personas que intentaban salir del caos y los gritos volvieron eso una pesadilla. En menos de 30 segundos explotaron dos lacrimógenas más. La entrada principal estaba cerrada.

El sobreviviente cargó a dos amigos hasta la ventana para que también pudieran respirar

El ministro de Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol, informó ese sábado que habían asistido alrededor de 500 personas. El espacio era para menos, aproximadamente 200, de acuerdo con algunos asistentes.

Vi a personas moribundas unas encima de otras. Me fui a una de las ventanas selladas con barrotes y ahí pude ver luz nuevamente, me sentí mejor. Cuando abrieron la salida, entre la locura y la desesperación, fui y pude salvar mi vida. El gas nubló todo y mareaba. Fue triste ver a tantas chicas en el suelo convulsionando y tantos chicos cortados por las botellas, dando sus últimos respiros de vida, dijo.

Fue con un grupo de cinco amigos, todos estudiantes de bachillerato. No los revisaron al entrar. Nos dijeron ‘efectivo o débito’ y ya. Se ocultaron detrás del DJ durante la guerra de botellas, pero se vieron obligados a buscar salida cuando detonaron la primera lacrimógena y se separaron buscando aire.

Encontré a uno de mis amigos casi desmayado en la pista de baile, lo cargué y lo llevé a la ventana. Otro estaba en la escalera igual y tan desesperado que le tuve que pedir que se activara porque nos íbamos a morir, le di mi camisa para que pudiera respirar.

Este grupo logró salvarse porque escaparon por una puerta “escondida”. Cinco minutos después llegaron funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

Ya había gente en el piso desmayada y desangrándose. Tratamos de ayudar, pero ya era tarde, algunos estaban muertos. Lo que más me impresionó fue ver a un chamo en las escaleras botando demasiada sangre y pidiendo ayuda. Todo el mundo lloraba y tosía, fue muy feo, soltó.

Menores pagaron “multa” para entrar

Los familiares de Lourdes Katherine Palacios Navas, de 21 años, una de las víctimas, desconocían que se encontraba en esa fiesta llamada por los organizadores The Legacy. A las 2:00 a. m. contactaron a su papá para notificarle lo que había sucedido. Los sobrevivientes les contaron su versión de los hechos.

Nos dijeron que parece que quien lanzó la bomba fue un Guardia Nacional vestido de civil. Fueron tres bombas, la primera la lanzaron en el baño y las otras dos en la pista de baile. Ella no quería ir, pero fue con los primos, contó Brigida Suárez, pareja del padre de la joven.

The Legacy fue organizada por una página en Facebook llamada Rumba Rumba Caracas y por tres personas más que hicieron la convocatoria por redes sociales. Aunque no estaba permitido el ingreso de menores de edad, si estos querían ir debían pagar una multa de 60.000 bolívares.

Las entradas se hicieron a través de tres preventas. Al inicio, los hombres debían pagar 360.000 bolívares y las mujeres 160.000 bolívares. Luego aumentaron a 300.000 bolívares las mujeres y 480.000 bolívares los hombres. Y la tercera, hasta el día del evento, quedó en el mismo precio para las mujeres pero aumentó a 600.000 bolívares para los hombres.

En la difusión del evento promocionaron a varios DJ’s

El sábado, según la publicación, los menores de edad o quienes no tuvieran cédula pagarían la multa. Desde las 9:00 p. m. hasta las 11:00 p. m. las mujeres pasarían gratis, pero si eran menores cancelaban la multa únicamente. Las chicas que no tuvieran 18 años pero llegaran en ese horario no debían asumir la multa si cancelaban la entrada completa.

Pese a la difusión del evento, el sobreviviente y sus amigos se enteraron de que era una noche de “semáforo”. Quienes vistieran de rojo quería decir que tenían novia, de verde que estaban solteros, de blanco que era “zampable” y de negro significaba que iba “dispuesto a todo”.

Los organizadores alegaron a través de las redes sociales que presuntamente pagaron 10 millones por seguridad, pero que nunca llegó. Vendieron una bebida alcohólica conocida como “guarapita” en 1,5 millones de bolívares.

No llamaron a los bomberos

El ministro Reverol informó que nueve personas se encuentran detenidas, entre ellos cuatro menores de edad y la encargada del local. También indicó que cinco jóvenes resultaron lesionados, tres de ellos adolescentes.

Fuentes extraoficiales relataron que los bomberos llegaron muy tarde al club porque presuntamente no los llamaron. Levantaron la información, incluso, por lo que se publicó en las redes sociales.

La mañana del sábado una comisión se presentó en el sitio y preguntó a los reporteros que estaban ahí qué sabían, ya que no les notificaron. Al parecer varios jóvenes trataron de llamar al 911 sin respuestas.

Se ordenó el cierre del local

Cerca del club hay un comando de la GNB, en la plaza Madariaga, y queda también la subdelegación El Paraíso del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en la avenida Páez.

Desde el sábado el ministro no ha dicho cómo van las investigaciones. Se conoció que los heridos fueron llevados al hospital Pérez Carreño, Algodonal, a la Clínica Popular de El Paraíso y a la Clínica Amay también en la zona.

Extraoficialmente se conocen los nombres de 17 víctimas: Adrianny Andreina Paz Paz, de 16 años; Giovannina Victoria Gómez Suárez, de 14 años; Félix Eduardo Contreras Rosario, de 19 años; Lourdes Caterina Palacios Navas, de 21 años; Adriana Franquiz, de 14 años; Lislie Alexandra Peñuela Coronado; Alejandro José Durán Escobar; Angie Gianela Castro Castellano; Marcos Javier Altuve Valenzuela; Keismel Nazareth Tovar Ramírez; Yennifer Esther Bárcenas Márquez; Adrián Alejandro Blanco Morales; Cristóbal Ramón Altuve; Keiber Eloy Berridos Corona; Jorge Alexander Castro Hernández; Luis Ronnie Guerra Alfonso; Yois Yanine Betancourt Castro y otro por identificar.

Fotos: Luis Morillo, cortesía Facebook


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