Funcionarios de las FAES apuntaron al líder comunitario Julio Reyes delante de su familia

julio reyes

El domingo irrumpieron en la casa del líder comunitario, ubicada en la carretera vieja Caracas-La Guaira, donde durante toda la semana pasada hubo protestas para exigir mejoras en los servicios públicos, comida y la salida de Nicolás Maduro.

Caracas. “El pasado domingo 27 de enero, las FAES entró a mi casa, sin ninguna orden, sin ningún fiscal público, con las caras tapadas, sin identificación, apuntándome delante de mi esposa y mis tres hijos menores de edad”.

La denuncia la escribió en su cuenta de de Twitter, Julio César Reyes, activista político del partido Nuvipa y dirigente comunitario.

Reyes vive en un sector de la carretera vieja Caracas-La Guaira, que ha sido protagonista de varias protestas desde este 21 de enero, fecha en la que hubo un presunto alzamiento militar en el Comando Montado de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) ubicado en Cotiza.

Las acciones se iniciaron con el toque de las cacerolas, pasadas las 8:00 p. m. Acto seguido, las personas salieron de sus casas, cerraron calles con obstáculos y quemaron carros viejos. La protesta se prolongó hasta la madrugada. Los rumores de intentos de saqueo iban y venían de un sector a otro. La GNB repelió con bombas lacrimógenas.

Hasta el jueves 24 de enero se registraron las manifestaciones nocturnas, que se repetían en otras zonas de la ciudad. Los reclamos por agua, gas, transporte, comida y exigencias para que Nicolás Maduro deje el poder, se mezclaban entre las consignas.

Luego de estos eventos, las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana tomaron varios sectores de la carretera el pasado domingo.

Llegaron exhibiendo armas largas, similar a la actuación vista en Petare, al otro extremo de la ciudad.

A las 8:00 a. m. más de 10 motos con parrilleros, de ese organismo, se apostaron frente a mi vivienda. La rodearon y tomaron fotos, al mismo tiempo que algunos funcionarios saltaban las rejas e ingresaban al porche de mi casa. De inmediato, comenzaron a patear mi puerta. En mi casa estaban mi esposa y mis tres hijos, menores de edad. Al abrir la puerta me apuntaron en la cara con un arma larga. Me empujaron y me dijeron ‘entra’. Sin ninguna orden del Ministerio Público. Tenían los rostros tapados, sin nombres en los uniformes que los identificara, violando todo el debido proceso y Estado de Derecho, contó Reyes.

Especialistas han explicado que este grupo élite, creado por Maduro hace dos años, no es responsable de la gestión del orden público. Su misión —como lo dice su nombre— es para acciones especiales ante personas o situaciones que atenten contra la seguridad de la nación. Sin embargo, en los últimos meses, este órgano ha sido calificado como violador de Derechos Humanos por distintas organizaciones debido a su responsabilidad por numerosas ejecuciones extrajudiciales.

La familia de Reyes entró en pánico. Los presuntos funcionarios le hicieron preguntas que no sabía responder. Desconocía lo que argumentaban. Un grupo revisó los cuartos y el resto de la casa. Sin importarles los niños. Fueron hostiles. Les pregunté por la orden y no respondían. Luego de varios minutos se retiraron. Mis vecinos estaban atentos y apoyándome en el injusto allanamiento.

Reyes, además de su activismo político, pasa sus días haciendo trabajos comunitarios. Participa en jornadas recreativas y deportivas con varias comunidades de Catia, organiza ollas solidarias y eventos de donativos para personas en situación de riesgo que incluso salen del radio de acción de Caracas. Asimismo, es uno de los cronistas populares formados por Crónica.Uno en sus talleres comunitarios.


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