La institución Hogar Vida Nueva es la más antigua dedicada a la rehabilitación de fármacos dependientes. Algunos de sus trabajadores llegaron a la fundación como pacientes

Shaylim Castro/@ShayC_

Caracas. En 1972 un grupo de venezolanos se sensibilizó ante el fenómeno de las drogas, por eso buscaron la manera de prestar ayuda a aquellos en la adicción. Samuel Olson, actual pastor de la Iglesia Evangélica Las Acacias y presidente del Consejo Evangélico de Venezuela, logró crear la fundación Hogar Vida Nueva (Hovin), el 14 de marzo de 1973, institución que desarrolla programas de prevención y tratamiento de estas sustancias.

Con 43 años trabajando en el campo han brindado atenciones terapéuticas, ocupacionales y recreativas basadas en principios éticos, morales y cristianos a aquellos que buscan su ayuda.

Oswaldo Dominguez es el actual coordinador de ambulatorio y llegó a la fundación como fármaco dependiente en el 2005. “Me encontraba en un estado deplorable. Estuve dos años en tratamiento y en el 2008 egresé del programa”.

Un año después le comentaron que necesitaban a un coordinador y a pesar del tamaño del reto, accedió a la propuesta y desde entonces ha prestado su ayuda a quienes llegan en el mismo estado en el que estuvo él hace cinco años.

Comentó que en ocasiones han tenido que trabajar contra corriente, en estos momentos prestan servicio ambulatorio para casos de consumo ocasional o “social”, pero esperan retomar próximamente los casos en los que los pacientes necesiten internarse, pues son quienes tienen un consumo compulsivo de heroína, crack, cocaína.

A pesar de no contar con un límite de edad, agregó que al programa ingresan mayormente adolescentes de 13 a 19 años y son los padres quienes contactan a la fundación y en el proceso es el paciente quien decide si continua con el tratamiento.

El triaje

Omaira Terán es psicóloga especialista en drogo-dependencia y lleva 15 años laborando en Hovin, donde en ocasiones el trabajo puede ser frustrante, pues son pocos los que logran mantenerse. Sin embargo, sigue ayudando apasionadamente ya que es lo que ama hacer.

Forma parte de un proceso llamado “triaje”, que se basa en una evaluación inicial cuando el paciente llega a la fundación. Con esto, busca conocer las sustancias y el tiempo de consumo, la relación que mantiene con sus familiares, amistades y en el trabajo, o si tiene vida delictiva.

A lo largo de esta etapa inicial se realiza un sondeo sobre las creencias y valores del paciente y de esa manera determinar su disposición para seguir con el tratamiento.

Superada la evaluación inicial, viene la desintoxicación a través de medicamentos, dependiendo de la sustancia, que ayuden a la abstinencia del fármaco dependiente, por cinco días continuos.

Omaira desempeña sus funciones en el proceso terapéutico, en la cual se le hacen consultas individuales y grupales donde participan los fármacos dependientes para hablar de su proceso y así recibir palabras de aliento, de alerta o confrontación de acuerdo a sus experiencias.

La rehabilitación no posee un tiempo definido, pues cada caso puede variar, y en la etapa final los pacientes tienen la oportunidad de realizar su proyecto de vida para volver a ser parte de la sociedad. Pocos son los que continúan con el tratamiento pero “así sea por uno, vale la pena” para la doctora.

La fundación está mudando su sede, de momento se les puede contactar a través del correo hogarvidanueva@hotmail.com y redsoc.org.ve.

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