El secretario general de Sintraferrominera, Rubén González, fue detenido durante la madrugada de este jueves en Anaco, cuando regresaba de la marcha de trabajadores en Caracas.

Ciudad Guayana. Si todos los trabajadores de las empresas básicas de Guayana padecen por el desconocimiento del régimen de Nicolás Maduro de sus contratos colectivos y de sus tabuladores (medida que los ha puesto a todos a ganar por igual 500 bolívares soberanos a la semana y que, además, los ha unido en un ciclo de protestas que ya lleva dos meses y medio), los de Ferrominera del Orinoco (adscrita a la Corporación Venezolana de Guayana) llevan, amén de ello, otro estigma: el de la persecución.

Luego de que esta semana, en el portón IV de la empresa (en Puerto Ordaz), varios fueran detenidos, este jueves, el secretario general del sindicato de la empresa (Sintraferrominera), Rubén González, también lo fue, en Anaco, estado Anzoátegui, cuando regresaba de Caracas.

González y otros trabajadores (que llenaban dos autobuses) regresaban de la capital luego de la marcha nacional de este miércoles. La Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) fue la encargada de ejecutar la detención, junto con funcionarios de la Guardia Nacional (GNB).

Los ferromineros (como se conoce en Ciudad Guayana a los trabajadores de la empresa) enfrentan ahora el temor de que los nueve detenidos de esta semana en el portón de la empresa (Douglas Álvarez, Yonney Monsalve, Alexis Perdomo, Exxdy Perdomo, Francisco Perdomo, Pedro Calzadilla, Argenis Da Silva, Tony Briceño y José Gregorio Jaime) sean enviados al Centro Penitenciario de El Dorado (municipio Sifontes, del sur de Bolívar).

Todo ello sin contar a González (quien hasta la noche del jueves permanecía en Anzoátegui, esperando ser presentado en un tribunal militar) y a Adul Hurtado (detenido hace tres meses y recluido en un calabozo de la Policía del estado Bolívar).

11 trabajadores de Ferrominera son ahora blanco de persecución judicial
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Todo contra el fuero

Degraín Marcichales, trabajador de la empresa y delegado de Sintraferrominera, estaba en el autobús en el que viajaba González y relató lo sucedido a Crónica.Uno.

En Anaco, aparte de Rubén González, ¿detuvieron a otros ferromineros?

—No. Los cuerpos de seguridad tenían precisado el autobús donde iba Rubén. Solo le pidieron cédula a Rubén González y se lo llevaron sin ningún tipo de medida. Hicimos lo posible para impedir esa detención, pero fue imposible porque había más de cien guardias nacionales.

¿Cómo fue exactamente el procedimiento?

—Nosotros íbamos saliendo de Caracas, de la marcha de trabajadores de Venezuela. Cuando íbamos llegando a la alcabala de Anaco, aproximadamente a la 1:10 de la mañana, nos interceptaron militares y funcionarios de la Dgcim. Inmediatamente abordaron el autobús donde iba Rubén, le pidieron la cédula y lo quisieron bajar a la fuerza.

¿Qué hizo el resto de los trabajadores?

—Al momento impedimos eso. Luego lo llevaron en una caravana escoltado hasta un cuartel de Anaco. Presentaron a Rubén y dijeron que estaba solicitado desde el 20 de mayo. Los delitos que le imputan son de ataque al centinela.

Una vez en el comando de Anaco, ¿qué ocurrió?

—Lo metieron (a González) en un calabozo. Le leyeron el expediente y dijeron que lo presentarán en un tribunal militar. Desde anoche no sabemos nada.

¿A ustedes los amenazaron o los mandaron a irse?

—El general nos dijo que nos teníamos que salir del cuartel y que si no, nos iba a reprimir con bombas lacrimógenas.

¿Cómo catalogan esta nueva situación?

—Es una actuación aberrante contra los trabajadores de Guayana.

González fue detenido en 2009 y procesado judicialmente en 2011. Su delito: liderar una protesta en la sede de la empresa en Ciudad Piar. Luego de ser condenado a prisión, fue liberado a los pocos días y obligado a régimen de presentación. En 2012 ganó la secretaría del sindicato al oficialista Alfredo Spooner.

Foto de apertura: Cortesía Provea. Foto interna: Marcos Valverde


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