Gobierno le metió cuentos chimbos a los transportistas y no liberó a conductor detenido

72 horas de plazo dio el Ejecutivo para liberar al señor José Quevedo pero esa promesa, casi al término del tiempo, no se ha cumplido, por lo que los conductores cocinan otras acciones de presión. Además, están a la defensiva porque no hay respuestas concretas frente a la escasez de insumos y a los altos índices de inseguridad.

Caracas. El lunes 12 de junio los transportistas de la Gran Caracas pararon el servicio por 12 horas. La protesta movió a los ministros de Interior Justicia y Paz y de Transporte Terrestre, Néstor Reverol y Ricardo Molina, quienes ofrecieron de nuevo cauchos y liberar a un conductor detenido el pasado 3 de junio, parte de las exigencias del gremio.

En reunión sostenida con los afectados a las 5:00 p. m. del lunes, Reverol les había comunicado que el señor José Quevedo —avance la línea La Castellana de Chacao—, quien según sus compañeros fue secuestrado por manifestantes, sería puesto en libertad durante las próximas 72 horas.

Situación que no ha ocurrido y por tanto los bloques que hacen vida en Caracas, Vargas y Valles del Tuy, la Federación Nacional del Transporte y el Comando Intergremial del Transporte se reunieron este miércoles para afinar las acciones de calle, para que el chofer quede en plena libertad, y para que además se cumplan los acuerdos de las mesas de negociación —suspendidas a la fecha— en cuanto a la dotación de insumos y repuestos, según indicó Jhon Escalona, presidente del Bloque Norte-Sur.

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Explicó que por líneas el Gobierno ha entregado en promedio seis cauchos, cuando una sola unidad depende de esa cantidad y que ahora les ofrecen importar neumáticos más baratos y de segunda.

“Lo otro es que las autoridades no ponen freno a los robos y secuestros de unidades. En una línea se cuentan 11 camionetas secuestradas, la semana pasada se llevaron una de la ruta Valle-Coche de la línea Plaza España. Los cuerpos de seguridad saben que se las llevan hacia los Valles del Tuy y no hacen nada. Nosotros, los transportistas, estamos desasistidos y este es nuestro sustento diario y somos el negocio más fácil para el hampa”, dijo Escalona.

Los transportistas están, al igual que los médicos, en asambleas permanentes, a fin de establecer los parámetros de las acciones de presión. No se descarta suspensión del servicio si en corto plazo no se materializan las peticiones puntuales, como la liberación de Quevedo, un hombre con más de 20 años de servicio.

De la parte de los usuarios ya no hay quejas por el cobro de pasaje a Bs. 150. Ya estamos acostumbrados, además todo sube, dijo Marisol Chacón. Lo que critican es que hay rutas que no prestan el servicio en horas de la tarde, quitan los avisos y salen a trabajar como piratas.

Foto: Cortesía


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