Gobierno vuelve con un sistema cambiario de tres tasas y profundiza las distorsiones

El pasado lunes comenzaron las operaciones de ocho casas de cambio en la frontera. Por ahora, las personas tienen que registrarse para adquirir los pesos colombianos.

Caracas. Los ensayos en materia cambiaria persisten. El Gobierno otra vez estructura un sistema de tres paridades ante la apertura de las casas de cambio en la frontera, acción que para los analistas profundiza los desequilibrios.

Aunque hace año y medio las casas de cambio eran responsables de los ataques al bolívar, ahora serán las encargadas de proteger la moneda.

Tras el cierre de la frontera en agosto de 2015, el presidente Nicolás Maduro ordenó el cierre de varias casas de cambio, porque desde Cúcuta se “atacaba al bolívar”, y en aquel momento, el gobernador del Táchira, José Vielma Mora, llegó a decir que “las casas de cambio eran estructuras espejo que colocan el valor de la moneda venezolana a discreción de los paramilitares colombianos”. Las casas que quedaron operativas no tuvieron actividad por lo cual se fueron a pique.

Sin embargo, desde hace meses el discurso cambió. En agosto de 2016 Vielma Mora sugirió un cambio único en la frontera, propuesta que fue avalada por varios ministros, y por ello, a fines del pasado año el mandatario anunció que las casas de cambio volverían a abrir.

En su discurso del 15 de enero, aseguró que con la apertura “vamos a regularizar el cambio en la moneda. Entramos en combate por la verdad de la moneda”.

Este lunes abrieron ocho casas de cambio —todas de Italcambio— para permitir la “libre convertibilidad” de pesos colombianos y bolívares en los estados Táchira y Zulia.

Se fijó una tasa de venta de 4 pesos por bolívar. La paridad peso-dólar es 2.937 bolívares, por tanto, hay un tipo de cambio en la frontera de 734 bolívares.

En febrero de 2016 el Ejecutivo pasó de tres tasas cambiarias a dos dejando abierta la ventana a una simplificación, pero 11 meses después establece otra paridad de referencia. De manera que actualmente las tasas son: 10 bolívares (Dipro), 678 bolívares (Dicom) y 734 bolívares, tasa estimada por los momentos en la frontera.

El economista Ronald Balza apunta que “en lugar de unificar los tipos de cambios, el Gobierno establece tres y con agravantes, porque la demanda de pesos en Venezuela aumentará. Se buscarán pesos para luego tener dólares”.

Al igual que Balza, el también economista, Alejandro Grisanti, comenta que “se registrará una sobredemanda de pesos, y no habrá oferta. Creas una tasa que supera al Dicom, pero que está muy por debajo del paralelo. Una fuente de corrupción”.

Hasta los momentos, las autoridades han señalado que a las casas de cambio pueden acudir las personas naturales y adquirir el equivalente a 300 dólares por transferencias y 200 dólares en efectivo. Para ello tienen que registrarse en la página de Italcambio que dará la fecha para una cita y una vez que se obtenga, las personas deben presentar copia de la cédula, RIF (Registro de Información Fiscal), recibo de servicio público y declaración del ISLR (Impuesto sobre la Renta). Procedimiento similar al Simadi.

Este martes, por ejemplo, en las oficinas de San Antonio del Táchira solamente les informaban a los ciudadanos que se registraran en la página web.

Sin embargo, el sistema genera dudas, y una de ellas es la oferta de dinero. Según lo indicado por Vielma Mora el pasado lunes, “el Banco Central de Venezuela será la fuente de financiamiento, allí tenemos cualquier cantidad de millones de pesos colombianos y de otras monedas extranjeras, están en las bóvedas”.

Pero el instituto emisor tiene limitaciones. Balza agrega que “el BCV tendrá que comprar pesos y no tiene muchos dólares, ¿de dónde los sacará?”. Y destinar divisas a las casas de cambio, implicaría afectar a otros sectores.

Grisanti asevera que “la única oferta de dólares es del Gobierno y la economía necesita dólares para las importaciones de materia prima. Es una insensatez que esos dólares vayan para la frontera”.

En 2016 Pdvsa apenas vendió al Central 5,2 millardos de dólares, el monto más bajo en 20 años. Por ese menor flujo, las reservas internacionales no se recuperaron y actualmente están en 10,6 millardos de dólares. Y al haber menos disponibilidades, las importaciones caen, y de acuerdo con las cifras notificadas por Maduro, las compras de insumos en el exterior tuvieron una reducción de 52%.

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Los voceros no han ahondado mucho en el mercado. El vicepresidente de Economía, Ramón Lobo, dijo este martes en VTV que “la medida inició con buen pie (…) por esa vía se fomentarán las relaciones económicas para el intercambio de bienes y servicios con mucha más transparencia”.

Por su parte, el presidente de Italcambio, Carlos Dorado, indicó en Telesur que “en dos o tres meses se logrará la estabilidad en la tasa de cambio, para que el mercado fije los precios a través de la oferta y la demanda, y no sean fijados por una página [web]”. Aunque hay un control.

Alejandro Grisanti enfatiza en que “si algo queda claro es que en el gobierno de Maduro no habrá flexibilización cambiaria. El Gobierno lo que hace es profundizar los problemas. Mantienes el control y hay enormes diferencias entre las paridades”. Ronald Balza complementa que “necesitas transparencia”.

La unificación cambiaria es una propuesta que han hecho funcionarios dentro del Gobierno, no obstante, la sugerencia no termina de ser acogida por el mandatario, quien ha optado por tener un sistema más engorroso y recortar las compras externas.

Los sistemas aplicados en siete años  

Sitme: Hasta mayo de 2010, las empresas, además de recibir dólares a través de Cadivi —ahora Cencoex—, podían acudir a un mercado donde compraban un bono en bolívares, que luego cambiaban por un bono en dólares, que se vendía en el exterior, y así obtenían recursos a un tipo de cambio superior al oficial. Sin embargo, ese mercado —conocido como permuta— fue eliminado porque había una brecha entre el dólar fijado por el Gobierno y el dólar paralelo y para los ministros de aquel momento eso era “especulación”.

El exministro de Planificación, Jorge Giordani, llegó a señalar que “el Sitme nació genéticamente perverso”.

En junio de 2010 el BCV creó el Sitme para permitir a las empresas adquirir dólares nuevamente por medio de la compra de bonos. El mecanismo no logró controlar el dólar paralelo ni para mantener la oferta.

El sistema, que se eliminó en marzo de 2013, autorizó 18 millardos de dólares.

Sicad I. En febrero de 2013, junto con la devaluación que llevó la tasa oficial a 6,30 bolívares, el Sitme fue suspendido y las autoridades indicaron que Cadivi autorizaría 94 % de las solicitudes de divisas. A los pocos días de esos ajustes, el Gobierno se enfrentó a la necesidad de dar más dólares a las empresas y para ello aprobó un sistema complementario a Cadivi, llamado Sicad I. Dicho esquema arrancó en la segunda mitad de 2013 con subastas de dólares que fueron intermitentes.

En 2014 el Gobierno efectuó subastas por un lapso de 10 meses. En 2015 ese sistema realizó dos asignaciones y fue eliminado en 2016. Por esa vía se entregaron 7,4 millardos de dólares.

Sicad II. Ante la presión por aumentar la oferta de dólares, se contempló la conformación de otro sistema alterno de divisas, el Sicad II, que empezó en marzo de 2014.  El para entonces vicepresidente de Economía, Rafael Ramírez, informó que en el Sicad II no tendría “topes ni bandas para la paridad, el mercado se va a regular. Será un mercado que fluctúe”.

Las ventas diarias del Sicad II se iniciaron en un promedio de 50 millones de dólares, monto que fue bajando y al final la paridad no fluctuó, con lo cual no contuvo el precio del dólar en el mercado paralelo. Por ese sistema se llegaron a dar cerca de 6 millardos de dólares.

Simadi: En enero de 2015, Maduro dijo que el Sicad II “no funciona como se espera” y fue reemplazado por el Simadi que permitiría la compra de divisas libremente y donde la paridad también fluctuaría. Ese esquema dio menos dólares que el Sicad II y no pudo controlar el mercado paralelo. La paridad se mantuvo por el orden de los 200 bolívares, y según cifras de Ecoanalítica, el desembolso fue de 900 millones de dólares. Se dejó el Sicad I, pero nunca se activó. Cencoex autorizó menos divisas.

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Dicom. En febrero de 2016, el Gobierno decidió dejar dos sistemas de asignación de dólares. Maduro llegó a decir que “el Sicad II no pudo seguir funcionando y el Simadi funcionó de manera regular a mal”.  La paridad a la que asigna Cencoex pasó de 6,30 a 10 bolívares, el cual fue denominado dólar protegido (Dipro). El Simadi se transformó en dólar complementario (Dicom).

Las autoridades prometieron un nuevo sistema, pero el Dicom funcionó igual que el Simadi con una paridad mayor que supera los 670 bolívares. Las asignaciones por las dos vías han sido bajas y hasta noviembre el promedio fue de 10,6 millones de diarios, según Ecoanalítica.

Dólar frontera. El Gobierno ordena la apertura de ocho casas de cambio en Táchira y Zulia con el fin de “golpear a las mafias”. El gobernador del Táchira expresó que la paridad es de 4 pesos por un bolívar. Con las operaciones se genera una tasa de 734 bolívares por dólar. Por tanto, nuevamente el Ejecutivo tendría tres esquemas: Dipro, Dicom y la paridad que surge en la frontera.

Foto referencial: Cristian Hernández


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