Una de las ciudades planificadas de Venezuela es hoy un caos en materia de transporte. El mal servicio obliga a los ciudadanos a esperar horas en una parada y a pagar hasta 100 % más que el pasaje fijado por la Alcaldía de Caroní.
Ciudad Guayana. No han sido estos últimos meses fáciles para quienes se movilizan en transporte público en Puerto Ordaz y en San Félix. Por una parte, las protestas y cierres de calle imposibilitan a los conductores el cumplimiento de las rutas.
Por la otra, no ha habido acuerdos entre las asociaciones de conductores y el Instituto Municipal de Tránsito, Transporte y Vialidad (Imttv) de Caroní sobre una discusión perenne: el aumento de los pasajes.
El conflicto se ha extendido durante varias semanas. Apenas fue este lunes cuando los transportistas se reunieron con la dependencia de la Alcaldía de Caroní. Las discusiones, según explica el director del Imttv, Antonio Valdez, se han prolongado no solo por el aumento del pasaje, sino por una ordenanza completa al respecto. “Lo que queremos es llegar a acuerdos mientras seguimos escuchando a todos los que proponen”, explicó.
Una de las organizaciones de choferes, la Confederación Bolivariana de Transporte, plantea que, sin embargo, hay una prioridad: el ajuste de los precios.
Lo primero que hay que hacer es ese reordenamiento y, luego, el ajuste. Las estructuras de costo nos indican que debemos cobrar, al menos, 500 bolívares. Pero no le podemos cargar al pueblo todo el mal”, expresó.
Como contrapropuesta, los transportistas se han decantado por “medidas compensatorias, como créditos e insumos a menores precios, porque el mantenimiento de los autobuses no es fácil”.
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Entre el dicho y el hecho
El Imttv mantiene el pasaje en 150 bolívares. Los mismos conductores admiten que cobran, al menos, 200. Uno de ellos es Ismael Garantón, quien cubre la ruta Castillito-Río Negro. Es decir, una gran parte de Puerto Ordaz.
Estamos cobrando 200, pero sí hay choferes abusadores que cobran más que eso. La situación nos obliga, especialmente por los repuestos de los carros y el Gobierno no presta suficiente atención”.
Sobre esos “choferes abusadores”, los usuarios tienen muchas historias. Puede decirlo Ramón Farfán, quien a diario debe invertir horas para trasladarse desde San Félix (donde vive) hasta Puerto Ordaz (donde trabaja). Sin contar lo que gasta.
“Lo mínimo que pago es 300 bolívares, pero algunos cobran hasta 500. Eso es lo que hay que pagar porque si no, te quedas. Y eso que a veces cubren la ruta por la mitad”, denunció.
Lo mismo vive —y padece— Enirce Acosta, quien no halla razones para que el pasaje sea de 500 bolívares: “Además de que tardo una hora esperando el autobús, lo tratan mal a uno”. Y remata con una conclusión lógica: “Si aumentan a 500, ¿el sueldo se va a quedar solo en transporte?”. Son historias de una ciudad que, alguna vez, fue modelo de desarrollo en Venezuela: la urbe planificada en la que crecieron las empresas básicas no puede garantizar a sus habitantes un transporte digno.
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