La Vinotinto de la especialidad juega desde hoy su segunda serie de Copa Davis fuera del país debido a la prohibición de la ITF por la situación sociopolítica.

Caracas. En septiembre, la Vinotinto de tenis disputó el ascenso al Grupo I americano de la Copa Davis ante Perú a puerta cerrada en Lima. ¿La razón? La prohibición de la International Tennis Federation (ITF) a Venezuela de albergar series internacionales en el país “por razones de seguridad”. Cinco meses después, el veto se mantiene pese a la apelación de las autoridades locales.

La medida sorprende, pues pese al innegable auge de la delincuencia en suelo criollo, ciudades venezolanas como Mérida y Maturín albergaron recientemente y sin mayores contratiempos encuentros de las eliminatorias mundialistas de fútbol y el mes pasado la gira juvenil de la Confederación Suramericana de Tenis (Cosat) se disputó sin problemas en Valencia, estado Carabobo.

“Nos quitaron la sede de Copa Davis. La ITF nos está prohibiendo jugar en casa. Para algunas cosas sí son autoritarios, para otras no”, comentó en redes sociales la raqueta número uno del mundo Ricardo Rodríguez al conocerse la suspensión, y antes de que Venezuela cayera ante los incas para permanecer en el Grupo II.

El presidente de la Federación Venezolana de Tenis (FVT), Luis Contreras, asegura que es la primera vez en suelo nacional que un organismo internacional deportivo prohíbe un evento grande en el país, aunque admite que es poco lo que el ente que dirige puede hacer para levantar la prohibición.

Según el dirigente, la ITF considera que está latente la posibilidad de que ocurra un estallido social por la situación política y la comisión designada para revisar las condiciones de los participantes en la Davis rechaza jugar en las canchas criollas para proteger a sus afiliados. La FVT, de acuerdo con Contreras, no tiene dinero ni el presupuesto suficiente para hacer una demanda.

Locales en “Doralzuela”

La segunda serie que disputará la Vinotinto “de local” en sede neutral iniciará hoy ante Bahamas en Florida, más específicamente en Doral, una ciudad ubicada en el condado de Miami-Dade con la mayor cantidad de venezolanos en los Estados Unidos. El capitán del seleccionado, Yohny Romero, está a gusto con la receptividad y las condiciones en el norte, aunque está claro que no es lo mismo que jugar en casa.

“Estamos muy contentos con la elección del sitio, todo ha sido como lo estamos esperando. Se escogió la cancha que más les gusta a los chicos, fue una decisión bien pensada. Los jugadores se sentirán cómodos con las condiciones, nunca como en casa pero será lo más parecido posible”, señaló el estratega.

Las entradas para la serie por la primera ronda van desde los 25 dólares por un solo match; 50 verdes en la admisión general para los tres días y 180 “lechugas” en la zona VIP por todos los enfrentamientos. La limitante del valor de los tickets no existía en Venezuela, donde el papel era muy barato o en los clubes daban puerta franca a los asistentes.

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