IVSS incumple acuerdos para evitar que pacientes rechacen órganos trasplantados

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Dos de los cinco inmunosupresores para tratamientos de personas trasplantadas ya no están disponibles en la farmacia de alto costo. El Seguro Social prometió a Fundavene, hace ocho días, que los fármacos estaban garantizados a fin de no paralizar nuevamente las intervenciones quirúrgicas y asegurar la calidad de vida de 1.500 personas.

Caracas. El Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS) prometió hace ocho días que había inmunosupresores —fármaco para evitar el rechazo del órgano— para todo el año, pero luego de una semana ya los pacientes no encuentran dos de los cinco medicamentos que entrega la farmacia de alto costo.

La promesa incumplida se hizo en una reunión del 8 septiembre que mantuvieron miembros del organismo con médicos de centros de trasplantes y la Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplantes de Órganos (Fundavene) para garantizar que la reactivación de los trasplantes —iniciada el 12 de agosto luego de 10 meses de paralización— no fracasara en el camino.

Francisco Valencia, presidente de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida), denunció que el inmunosupresor Prograf está agotado en todo el ámbito nacional y no llegará al país en menos de un mes. Mientras que el medicamento Certican tiene una entrega irregular y no llegarán nuevos lotes hasta dentro de dos semanas. Desde mayo, la ONG alertó que la importación que se hizo ese mes alcanzaba para cubrir 60 días.

Sin embargo, el IVSS comenzó una política de racionamiento de fármacos en la cual los pacientes solo recibían dosis para 15 días y no cubrían el mes completo que recetaban sus médicos. El Instituto prefirió denominar la falla como un “uso racional del medicamento”.

El desabastecimiento deja en vilo el programa de procura y trasplantes de órganos que hasta la semana pasada llevaba 6 operaciones con injertos de riñón y 30 de córneas. En estos momentos hay una lista de espera de 7.740 personas esperando un órgano (riñón, hígado, médula o córnea).

Yelitza Martínez es madre de un niño trasplantado de 13 años de edad. Hace cuatro años logró que su hijo —nacido con una insuficiencia renal— pudiera recibir un riñón que donaron los familiares de alguien que murió. La agonía de la familia duró 5 años, en las que estuvo en una lista de espera, y su hijo en diálisis para poder seguir viviendo.

El hijo de Yelitza toma Certican en dos presentaciones: de 0,5 gramos, de las cuales debe consumir dos pastillas en las noches; y de 0,75 gramos, de las que tiene que ingerir dos todas las mañanas. Desde hace dos meses, el IVSS de Valencia, estado Carabobo, solo le entrega las dosis de 0,5 gr para cubrir 15 días de tratamiento y el resto lo ha conseguido donado.

Ya no encuentra quien le dé pastillas de reservas. En el exterior, el tratamiento puede llegar a costar hasta 700 dólares a los que no puede acceder debido al control de cambio que hay en el país. “Antes con solo decir que el tratamiento era para un niño entonces muchas personas me ayudaban. Me daban pastillas cuando a ellos les cambiaban el tratamiento, pero ahora simplemente se agotaron todas las reservas. Tengo miedo. Es inhumano”, dice la madre.

En Caracas tampoco están las medicinas.  “El general Rotondaro —presidente del IVSS— le mintió no solo a los afectados, sino a las autoridades de MinSalud a través de Fundavene cuando dijo que estaba garantizado el tratamiento para seguir los trasplantes. En Twitter —un día después de la reunión con el Ministerio— trató de desprestigiarme diciendo que mis denuncias eran mentiras y ya sabía que no había medicamentos. Eso es jugar con la vida de las personas”, expresó Valencia.

“Queremos rechazar las declaraciones de @valenciafran donde acusa al @IvssOficial de institución criminal”, se publicó en la cuenta del general Rotondaro el 9 de septiembre. Para luego asegurar: “El @ivssoficial sigue atendiendo a nuestros pacientes trasplantados! Ha simplificado procesos que se han comunicado a todo el país” (sic).

Al menos 1.500 personas trasplantadas se verían afectadas con este desabastecimiento.

Foto cortesía: IVSS


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