El comunicador falleció a los 71 años luego de ser sometido a una intervención quirúrgica. Deja un valioso legado en el mundo deportivo, donde se convirtió en un referente.

Caracas. No pocos magallaneros solían estar atentos a las emisiones de El Observador, el noticiero de la extinta Radio Caracas Televisión, para ver lo que tenía que decir José Visconti sobre el último duelo entre los Eternos Rivales, al que el icónico periodista deportivo se refería con un tono siempre jocoso y amable, incluso cuando sus adorados Leones del Caracas eran desmelenados por los bates de la nave turca.

El buen humor y el respeto a la audiencia estuvieron siempre presentes en la dilatada trayectoria de Visconti en los medios de comunicación. Su fallecimiento, a los pocos días de cumplir 71 años, luego de pasar por el quirófano, marca el repaso de un legado profesional difícil de igualar entre los comunicadores del deporte en Venezuela.

Y eso que a la fuente llegó de casualidad, como confesó en una entrevista con la periodista Paola Galué.

“Yo entré a trabajar en el diario La Verdad en 1970 y cuando ya había entregado mi pauta de sucesos, el jefe de redacción, Rafael Fuentes Plaza, me preguntó si sabía algo de deportes y si podía hacer el clásico para la época del fútbol profesional entre el Galicia y el Deportivo Italia. Convencido y fiel de que la peor palabra que puede decir un periodista es no, le dije que lo haría”, explicó Visconti, quien también coqueteó de joven con el sacerdocio. De hecho, en la misma nota, recuerda con cariño sus trabajos relacionados con la religión, en especial la entrevista que le realizó al papa Juan Pablo II en Santo Domingo.

El noviazgo y posterior casamiento con la también profesora universitaria María Teresa País -unión de la que quedan dos hijos- hicieron que Visconti declinara de sus aspiraciones clericales. Una vez dedicado por completo al deporte y tras pasar por varias redacciones de medios impresos, el comunicador destaca en la sección especializada del noticiero El Observador de Radio Caracas Televisión en la que laboró por 20 años.

En dicho espacio, Visconti se lucía por su riquísimo vocabulario, su gran capacidad expresiva, el inteligente manejo de la jocosidad y la inventiva para crear frases como “sacándola de jonrón” o “mis deportivísimos amigos”. A partir de 1997 se “muda” al Bloque Dearmas, siendo uno de los fundadores de Meridiano Televisión. En la planta de San Martín replica la experiencia de RCTV en la emisión meridiana, donde también da muestras de su chispa al advertir en la publicidad del álbum del Mundial que “si no es Panini, es chimbini”.

El egresado de la Universidad Central de Venezuela también fue director del diario La Religión y de la revista Universo Deportivo, además de subdirector del diario Meridiano, donde tuvo varias columnas, entre ellas “El Mundo es un balón”, dedicada al balompié internacional. Radio Caracas Radio y Radio Capital fueron los nichos radiales del caraqueño.

Aquejado por una penosa enfermedad, la actividad de Visconti se redujo en los últimos años a la docencia universitaria en la Universidad Católica Santa Rosa, institución que le otorgó el título de “Profesor Ilustre”, una distinción especial que se sumaba a los dos premios nacionales de periodismo deportivo y al premio Casa del Artista. Antes de partir a la eternidad, la Asociación Internacional de Prensa Deportiva de América (AIPS) le rindió homenaje el mes pasado con el galardón Abelardo Raidi, acaso el colofón más digno para su brillante carrera.

Foto: Cortesía


Participa en la conversación