Más de 2800 personas han recibido capacitación en artes y oficios. Actualmente, hay 58 centros en zonas populares y la meta es entrenar cada año a 21.344 a fin de que puedan mejorar la realidad de sus respectivos entornos.

Caracas. Desde la apertura del primer núcleo de la Casa del Lápiz en el sector popular Los Eucaliptos de la parroquia San Juan de Caracas, el pasado 3 de febrero del 2013, más de 2800 personas han egresado de los programas de formación y hoy en día son capaces de sortear los problemas sociales y económicos.

Salir adelante en medio de la crisis galopante no es tarea fácil y menos si no se tienen herramientas para superar los obstáculos.

En las comunidades hay gente que tiende la mano y hasta el brazo para tratar de encaminar al más vulnerable, pero siempre se necesita aprender, aunque sea un oficio, para salir a flote.

Y en esa onda se mueve la Casa del Lápiz, de la Fundación Arturo Uslar Pietri.

En 2013 esta organización, contó el director Eric Ondarroa Valverde, comenzó a instalar núcleos en distintas zonas de Caracas, entre ellos, El Silencio, Artigas, Macarao, Catia, La Pastora, Caricuao-Telares y Caricuao-Bravos de Apure.

“La política de expansión apunta a la instalación de otras 50 sedes a nivel nacional, en conjunto con aliados estratégicos como Fetramagisterio”.

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La idea es que las personas de las comunidades superen las adversidades y salgan de estos centros de acción convertidos en emprendedores.

¿Cómo participar?

Los interesados deben enviar una solicitud del interés académico al correo casadellapiz1@gmail.com. Recibirá información del centro que esté más cerca a su comunidad y los requisitos que debe completar.

Un total de 17 artes y oficios son puestos sobre el tapete para que escojan el que más se les adapta a sus capacidades. La idea es lograr el desarrollo de nuevas capacidades y destrezas, el refuerzo de la autoestima y el apoyo en el logro de la independencia económica de los participantes, señaló Ondarroa.

Peluquería, barbería, maquillaje, manicure y pedicure, bisutería, corte y costura, lencería, confección de ropa íntima, piñatería, tapicería, computación, producción audiovisual, producción musical, fotografía, formación en artes escénicas (mención teatro y danza) y formación en artes marciales, son los cursos básicos con los cuales se han beneficiado indirectamente 12.000 personas, de acuerdo con las estimaciones del vocero.

Los cursos constan de 23 alumnos, en un proceso de formación que dura tres meses. Cada Casa del Lápiz puede llevar, en promedio, cuatro talleres de forma simultánea.

Esto proyecta cerca de 368 personas entrenadas por cada casa, con 58 centros al 100 % de su operatividad. La meta es formar 21.344 personas al año. De esta forma se otorgará un beneficio directo a la comunidad y, a su vez, se forma un vínculo de responsabilidad social en los beneficiarios directos.

¿A quién está dirigido el proyecto? Desde adolescentes que quieran aprender un oficio, hasta madres padres y abuelos que deseen emprender y mejorar su calidad de vida.

Pero no solo de la capacitación para el trabajo va el programa. También contempla acompañamiento social, formación en oratoria, plan de negocios, concepto de finanzas, mercadeo digital, valores, apoyo psicológico, liderazgo, formación ciudadana y labor social como integración a la comunidad.

Foto cortesía: Casa del Lápiz


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