La economía continuó por el despeñadero en el primer trimestre

Aunque el Gobierno anunció medidas en materia cambiaria y subió el precio de la gasolina, los sectores claves de la economía no se recuperan y persiste la escasez y la inflación.

Mayela Armas/@mayearmas 

Caracas. A Nelly González, una maestra jubilada que vive en Coche, no le convence que la crisis es por la “guerra económica”. Comenta que su ingreso y el de su hija cada vez les alcanza menos para hacer el mercado, adquirir las medicinas y cubrir los gastos de educación de los nietos.

“Este año ha sido peor. Todas las semanas suben los precios”, relata González, quien añade que debe peregrinar para buscar pollo, papel higiénico, desodorante y jabón.

La situación de esta maestra jubilada es similar a la que padecen muchas familias, porque en el primer trimestre del año la actividad económica continuó por el precipicio.

En ese período el Presidente Nicolás Maduro anunció medidas en materia cambiaria, sin embargo, esas acciones fueron insuficientes, lo que acentuó la escasez de artículos básicos y los precios siguieron disparados.

Qué hizo el Gobierno en el trimestre

Aunque el jefe de Estado durante el 2015 tuvo una Habilitante para legislar, en 2016 quiso más poderes y autorizó un decreto de emergencia económica bajo el argumento de que por esa vía aplicaría un programa para superar la crisis. La emergencia fue rebotada por la Asamblea Nacional, pero avalada por el Tribunal Supremo de Justicia por lo cual para el Gobierno está vigente.

Esta emergencia le permite al primer mandatario ocupar propiedades de empresas y personas naturales, establecer restricciones financieras, realizar contrataciones directas, y limitar las actuaciones del Parlamento en el área financiera como la aprobación de créditos adicionales.

Además del decreto, en febrero Maduro dio unos pasos: devaluó la tasa oficial de 6,30 a 10 bolívares, que se ajustará progresivamente; eliminó el Simadi para crear un régimen complementario denominado Dicom que tendrá una paridad mayor y subió el precio de la gasolina. En ese contexto, dijo que habrá una nueva política de precios y una revolución tributaria.

A la par, el mandatario instaló mesas por motores de la economía para revisar la situación de cada sector, lo que hizo en 2013, 2014 y 2015 con escasos resultados. Hasta ahora no ha presentado un plan para reactivar la producción.

Se mantuvo el discurso de culpar a la guerra económica y a Dólar Today de los males de la economía.

Menos producción, escasez y altos precios  

La economista, Tamara Herrera, señala que fue un trimestre sufrido. “Hubo un avance con la creación del Dicom y la simplificación del régimen cambiario, pero queda un tema pendiente: la producción. No hay nada claro para estimular la oferta”.

En las reuniones del Gobierno con los diversos sectores nuevamente los empresarios manifestaron todos los escollos que enfrentan para producir y otra vez las autoridades volvieron a prometer la revisión de esos obstáculos.

Juan Pablo Olalquiaga, presidente de Conindustria, apunta que “lo que hay son promesas. Nada ha cambiado” y detalla que la entrega de divisas al dólar oficial ha sido a cuentagotas. “Muchos no han tenido acceso al tipo de cambio de 10 bolívares, y no se consigue el que está en 290 bolívares”.

Con un barril a 90 dólares, el Ejecutivo recortó la asignación divisas y con un crudo en 26,18 dólares, el bajón ha sido mayor. Según el jefe de Estado, en enero Pdvsa vendió al BCV apenas 77 millones de dólares.

Esa merma de los recursos se refleja en el saldo de las reservas internacionales, que se emplean para los pagos de deuda y las importaciones, y que al cierre de marzo fueron 13,2 millardos de dólares. El economista, Richard Obuchi, explica que ese descenso de los ingresos indica que hay menos flujo para las importaciones, y “existe una mayor vulnerabilidad”.

La baja disponibilidad de fondos se evidencia en las autorizaciones de billetes verdes. En enero el Cencoex dio para importaciones y otros conceptos (viajes, remesas) 87% menos que en igual lapso de 2015.

Ante la restricción, las industrias mantienen una deuda con los proveedores internacionales que se calcula en 12 millardos de dólares, y en el trimestre pocos lograron arreglos en la cancelación de esas obligaciones. Hace un mes el Vicepresidente de Economía, Miguel Pérez Abad, dijo que “la República honrará sus compromisos en la medida de sus posibilidades y eso lo saben los empresarios”.

Mientras persisten las limitaciones cambiarias y el control de precios, la oferta se reduce. Cavidea informó que en enero la producción de alimentos cayó 16%, siendo los sectores críticos: pan, galletas, atún, carne para almuerzo y empaques. A ello se añaden los bajos inventarios de azúcar para elaborar refrescos y de aceite para la fabricación de mayonesa.

Aunque no hay cifras oficiales de escasez de alimentos, el Cenda estima que en febrero el nivel de desabastecimiento fue de 43%.

Los problemas se extienden al sector salud. La menor producción e importación de insumos ha acentuado la escasez de medicamentos que la Cámara de Droguerías calcula en 90%.

Pero tampoco hay otros insumos. Los empresarios expresan que persiste la ausencia de los artículos de higiene personal como jabón, champú, papel higiénico, desodorante así como de los rubros de limpieza del hogar.

El Gobierno prometió la revisión de los productos controlados, pero en el trimestre solamente se ajustaron los precios del arroz y el café.

Olalquiaga agrega que “la desaceleración de la producción es cada vez mayor”, porque además del impacto de los controles, la actividad está afectada por las fallas eléctricas y la inseguridad jurídica del decreto de emergencia.

El jefe de Estado también anunció un aumento de la inversión pública para estimular la producción. Y en el trimestre los desembolsos del Gobierno alcanzaron los 424 millardos de bolívares, pero la inflación incide en los egresos, de manera que la capacidad del gasto para motorizar fue baja.

En un contexto de menos oferta de bienes, la fabricación de billetes del Banco Central de Venezuela para atender el déficit del sector público ha seguido y esa inyección de dinero en la economía para salarios, misiones y otros programas presiona los precios.

El BCV no ha divulgado la inflación del primer trimestre, sin embargo, los artículos básicos siguen encareciéndose. A febrero la canasta alimentaria fue de 75.623 bolívares y subió 422% en 12 meses. Una familia requiere ganar 7,8 salarios mínimos para adquirir esa canasta.

En febrero el Ejecutivo elevó el salario mínimo y las pensiones en 20%, pero ese incremento se queda corto frente la inflación.

Richard Obuchi asevera “fue un trimestre perdido por la falta de más medidas y lo que hay es una acumulación de problemas”. Añade que “con una situación grave y la ausencia de acciones, hay más desequilibrios”.


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