La educación venezolana da un pasito pa’lante y dos pa’ atrás

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Especialistas sostienen que las cifras oficiales que hablan del incremento de la matrícula en niveles históricos, se desdibujan con la marcada deserción y la poca calidad en la enseñanza

Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento

Caracas. Culmina un nuevo año escolar y las mejoras en educación, por lo menos en este último semestre, no se dejan ver.

Hay más luces que sombras cuando se trata de hacer un balance que, por lo menos, diga por dónde va el sistema: deserción, decrecimiento de la matrícula, baja calidad en la formación, violencia escolar, bachilleres sin las óptimas competencias debido a la escasez de profesores y pésima infraestructura escolar.

En la Memoria y Cuenta de la vicepresidencia de la República, presentada en marzo de este año, se detalló que en los primeros 15 años de Revolución Bolivariana el ingreso nacional sumó un billón 182 mil millones 781 mil dólares, de los cuales 717 mil 903 millones, 61% del presupuesto, se invirtió en lo social (salud, vivienda, educación).

También se dice allí que la tasa de cobertura en educación inicial estaba en 43% y hoy se ubica en 76%; en educación primaria pasó de 86,2% a 93,4%;  la de secundaria de 47% a 74,8% y la universitaria que era para 1998 de 26,8 está en 71,6.

Para 2014 la matrícula de estudiantes en todos los niveles del país, según las cifras oficiales, llegó a 10 millones 508 mil 538.

De estos, 6 millones 156 mil 76 son estudiantes registrados en escuelas y liceos públicos; un millón 722 mil 462 en privados y 2 millones 630 mil universitarios.

En materia salarial, este año el gobierno aprobó 50% de aumento salarial para los maestros y cuatro mil millones  para el sector universitario.

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El gobierno insiste en que se amplió la atención y la escolaridad en todos los niveles. Córtesía Jota Díaz

Como se observa el balance presentado por voceros del gobierno da cuenta de una realidad que va hacia adelante y dejó atrás el retroceso.

No obstante investigadores como Luis Bravo Jáuregui, de la Fundación Memoria Educativa Venezolana, señalan que -en el caso de las personas inscritas en educación básica para septiembre de 2014- se registra un importante descenso de 453 mil 536 menos para el período 2014-15.

También indican que hubo en ese mismo lapso 549 mil 69 contrataciones menos de docentes y profesionales lo que merma la calidad de la enseñanza en las aulas.

Eso sin contar que para la fecha, y así lo expresó Tulio Ramírez, coordinador de postgrado de Educación de la UCV, hacen falta por lo menos cuatro mil nuevas escuelas.

Igual Luisa Pernalete, quien  se ha destacado como defensora del derecho a la vida y a la educación de niñas, niños y adolescentes de los sectores más pobres y excluidos de la sociedad, con una trayectoria en Fe y Alegría desde 1974, también cree que esa es una deuda muy grande sin saldar.

Incluso dijo que en las reuniones a las que fue convocada (por primera vez en 15 años) por el  ministerio para la Educación, a propósito del tema de la calidad educativa, escuchó decir que construirían 120 planteles, a los cuales no se les ha visto ni la primera piedra.

Pernalete contó de cuatro que cree fueron inaugurados en el interior del país, pero sostiene que la cobertura, principalmente para preescolar, primer grado y primer año de bachillerato es muy delgada.

Citó por ejemplo que en los nuevos urbanismos de la Misión Vivienda no hay colegios, cuando esa debe ser una prioridad.

Una luz en el túnel

Pernalete reconoció como positivo que el ministerio la convocara (en marzo de este año) y a otras cinco personas para participar en el debate por la calidad. Dijo que cada uno tuvo oportunidad de hablar durante siete minutos en cada reunión y que fueron escuchados y anotadas sus observaciones.

“Por lo menos esa es una luz que vi este año. En 15 años no fuimos tomados en cuenta  y esta vez nos llamaron. Que tomen en cuenta o no nuestras observaciones ya se verá, pero vi en estos encuentros un avance, así como también que se haya hecho una encuesta por la calidad y un reglamento para la selección de personal. Que los parámetros no sean los correctos esa es otra cosa, pero por lo menos ya se está pensando en que hay que evaluar el sistema educativo”.

Pero el problema no es la forma, es el fondo, pues hay otros males que empañan la calidad educativa como la violencia en las aulas, el embarazo adolescente y el consumo de drogas.

A esto Pernalete añade falta de una política coherente y coordinada y la desinstitucionalización de la figura del director, para dejar el mando en los consejos educativos. “La autoridad no se puede quitar. Pienso que hay que recuperar ese  papel”, dijo.

Y más cuando 16 % de los 12 mil 130 planteles en el ámbito nacional no cuentan con la figura del director.

No a la ideologización

Por otra parte las organizaciones Fenasopadres, Padres Organizados y Asamblea de Educación, fueron el pasado mes de junio a la 55° sesión del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, y allí expusieron que la educación venezolana sufre un proceso de transformación que vulnera y restringe Derechos Humanos fundamentales.

Específicamente denunciaron que el gobierno hace reiterados esfuerzos por instaurar como política de Estado el pensamiento único, mediante la implantación de un currículo diferente al oficial.

Además criticaron la colección de textos única y obligatoria distribuida por el Estado, la cual incluye manipulación de la historia, con contenidos deficientes que atentan contra la calidad de la educación.

Foto principal Cristián Hernández


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