La escasez le cambió la vida a los venezolanos

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Por la falta de dólares la producción de bienes ha bajado y se registran fallas en el  abastecimiento de artículos básicos, lo que ha modificado los hábitos de las personas.

Mayela Armas/@mayearmas

Caracas. La escasez de bienes ha alterado la vida de los venezolanos. Las familias diariamente tienen que enfrentarse a la ausencia de alimentos, medicamentos, champú, afeitadoras, jabón para lavar, desodorante, repuestos para carros, cauchos y piezas de equipos electrónicos.

Por la búsqueda de esos  bienes, los hábitos han cambiado. Gastar horas en colas kilométricas frente a los supermercados y farmacias, recorrer diversos comercios para conseguir los productos, intercambiar artículos con familiares y amigos, comprar bienes en mayores cantidades para guardar y observar las bolsas que llevan las personas en el metro o en la camionetica con el fin de averiguar dónde están vendiendo los productos se han vuelto parte de la vida cotidiana de los venezolanos.

Esa falta de artículos básicos obedece a que la producción y las importaciones de bienes han bajado. El Gobierno ha recortado las asignaciones de dólares a las empresas por la escasez de verdes, que se ha generado por la disminución en el ingreso petrolero. Dicho descenso obedece a la caída en los precios del crudo y al estancamiento de la producción petrolera.

Suplicio en los supermercados

La escasez de productos prioritarios tiene en alarma a los venezolanos, quienes en sus momentos de descanso o a las salidas de los trabajos buscan con afán en supermercados, abastos, bodegas y panaderías aquellos artículos que les hacen falta.

En marzo de 2014 el Banco Central de Venezuela (BCV) informó que en los anaqueles había ausencia severa de aceite, leche (en polvo y líquida), café, azúcar, compotas, queso, pollo y carne. Aunque no hay data reciente por parte del BCV sobre los niveles de escasez,  las fallas de abastecimiento con algunos de esos artículos persisten.

La razón es que las empresas que fabrican alimentos padecen la falta de dólares. En marzo, voceros de Cavidea (organismo que agrupa a las compañías de alimentos) manifestaron que continúan los retrasos en las entregas de dólares, lo que sigue limitando la producción. En 2014 a esas industrias les recortaron en 10% los dólares y en marzo de este año la deuda era de 805 millones de dólares.

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Foto: Luis Morillo @luizmorillo15

Pero las fallas no solo se registran con los alimentos, también las hay con los productos de higiene personal y los artículos de limpieza en el hogar

Hace un año el Banco Central reportaba la ausencia en los comercios de papel higiénico, afeitadoras, champú, jabón de baño, pañales para bebé, desodorantes y toallas sanitarias, hoy en día siguen las mismas dificultades.

Tras las medicinas

Además de los alimentos, los venezolanos tienen que sufrir la ausencia de medicinas y la falta de material para exámenes médicos así como de equipos para operaciones.

El BCV en marzo de 2014 señaló que la escasez de medicinas estaba en 50%. Voceros del sector farmacéutico han asegurado que la escasez es mayor que hace un año y agregaron que esa mayor ausencia se debe al limitado acceso a los dólares. En 2014 a este sector le dieron la misma cantidad de dólares que en 2009 y las deudas rondan los 4 millardos de dólares.

Sin carro y sin moto

El sufrimiento se extiende. La reparación de un automóvil puede tardar meses dependiendo del repuesto que se requiera y esa larga espera se debe a que en el país no hay suficientes piezas para efectuar los arreglos, pues las empresas que importan partes de vehículos se enfrentan a la escasez de dólares.  A ello se suma que si se necesitan reponer los cauchos se tiene que efectuar una cacería, porque tampoco hay suficiente inventario.

Aquellos que tienen motos también enfrentan los mismos obstáculos, pues las piezas no se consiguen con facilidad. Las personas han llegado a usar su cupo electrónico de 300 dólares para adquirir los artículos que necesitan, lo que implica asumir el alto costo de los envíos.

A este sector le redujeron las entregas de dólares en 79% el año pasado.

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