Un ala de Medicina II se incendió en el año 2012 y hasta hoy no han remodelado el lugar. Varios servicios se comparten en las habitaciones debido a botes de agua. Mucho de los aires acondicionados están dañados.
Caracas. La desidia y el descuido en el hospital J.M. de Los Ríos es cada día más evidente. A la mayoría de las lámparas que alumbran los pasillos y servicios les faltan bombillos. Son incontables las habitaciones que sirven como depósito de enseres médicos dañados; mientras que la Terapia Neonatal ubicada en el piso dos, tiene un bote de aguas blancas que inundó todo el servicio, por lo que las madres tuvieron que desalojar las habitaciones con sus chamos para evitar que se enfermaran de otra cosa.
Debido al grave problema de infraestructura que atraviesa el primer hospital pediátrico de Venezuela, hay hacinamiento en casi la totalidad de todos los servicios.
“Muchos están prestados o compartidos. Esto parece un rompecabezas. Nefrología tiene pacientes de Neonatología, en la emergencia hay niños que están hospitalizados hace meses porque la cantidad de camas se redujo”, aseveró Orleidy Camejo, doctora de Medicina Interna.
“Cuando se inauguró el J.M. de Los Ríos contaba con 420 camas, hoy solo quedan 120 operativas”, recordó el doctor Huniades Urbina. Las demás están amontonadas, en lo que pareciera un cementerio, en varias habitaciones donde funciona a media máquina Medicina III.
Otras fallas las reportan en el servicio de Rayos X. Solo sirve un aparato portátil para todo el centro de salud.
“Hace cinco años teníamos un aparato portátil de Rayos X operativo para cada servicio. Si el paciente no podía subir hasta aquí, nosotros íbamos hasta su habitación. Hoy tenemos uno para todo el hospital, que por cierto está en mantenimiento”, indicó Erimar Pérez, técnico radiológico que labora en el turno de la mañana.
También aseguró que las cuatro máquinas grandes para el servicio de Rayos X están dañadas, pero hizo énfasis en la seguridad laboral de ella y sus compañeros. “Nos preocupa la protección radiológica de los que aquí trabajamos. No tenemos dosímetros, instrumento de medición de dosis absorbida en un contexto de protección radiológica. A mí el cabello no me crece con regularidad y de paso se me cae. En un futuro podríamos padecer cáncer”, aseveró Pérez.
Los diputados José Manuel Olivares, Miguel Pizarro y Manuela Bolívar de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), luego de discutir con el personal de seguridad que evitaba la entrada de los parlamentarios y la prensa, hicieron un recorrido por el puesto asistencial.
Presenciaron el bote de aguas blancas en la Terapia Neonatal ubicada en el piso dos. Un chorro salía de la parte alta de la pared en la mitad del pasillo principal de ese servicio. Las enfermeras colocaron un tobo para contener el flujo, pero igual se regó por todo el lugar.
“No hay que ser médico para entender que es imposible atender a alguien en estas condiciones, y mucho menos a un recién nacido. Esta es la razón de nuestra lucha. Con un bote de aguas en la mitad del pasillo no se puede atender a ningún venezolano”, dijo el diputado Olivares.
En el tercer piso hay un ala del hospital que en el año 2012 se incendió, y aunque no hubo víctimas humanas, en el año 2013, según varios médicos, se iniciaron varios trabajos de remodelación en el lugar. Pero hoy, durante el recorrido se evidenció que el lugar sigue igual: Montañas de arena, escombros arrumados en lo que serían habitaciones, paredes ásperas, ventanas sin marcos ni vidrios.
Toda la obra de esa ala que pertenecía a Medicina II quedó en “veremos”. Más de siete habitaciones que albergarían a 14 niños con alguna patología no funcionan y, por la situación que atraviesa el hospital, es probable que se quede así un buen tiempo.
“De 27 pacientes solo estamos viendo a siete. 20 niños ven menoscabado su derecho a la salud al no poder ser hospitalizados, solo en este servicio de Medicina II”, añadió el doctor José Garibaldi Soto.
El doctor Huniades Urbina informó que de nueve quirófanos están operativos dos. Debido a las fallas, aseguró, apenas llegan a 300 intervenciones en el año.
La subcomisión de Salud de la Asamblea Nacional llevará a cabo un informe en búsqueda de las soluciones de todas las denuncias recibidas en el hospital.
Fotos: Angeliana Escalona.
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