Residentes de El Paraíso consideran que quizás por la presencia de la Guardia Nacional Bolivariana está un poco más más segura y dicen que ahora pueden quedarse incluso hasta las 11:00 pm.
Caracas. La remodelación de la plaza Madariaga, ubicada en la parroquia El Paraíso, ya está perdiendo su encanto. Ni las barandas que pusieron en 2014 alrededor de la grama quedaron para el recuerdo.
No obstante, los vecinos se niegan a abandonar los espacios y no solo los usan para sentarse y tener una buena conversación con el vecino, para relajarse o simplemente descansar, sino que ahora como pueden adecuan el área para hacer actividades deportivas y cultuales.
Espacio antiguo
La Comandancia General de la Guardia Nacional, una sede de la Universidad Santa María y el Centro Comercial Páez, bordean la plaza Madariaga, uno de los espacios públicos más antiguos de Caracas y que ofrece a los ciudadanos 10.410 metros cuadrados para el disfrute.
En el primer trimestre del año 2014 la Alcaldía de Caracas inició unos trabajos de remodelación y rehabilitación de este parque. Pero en la actualidad las obras lucen deterioradas. Los mismos vecinos dicen que es por el uso inadecuado de las instalaciones.
“En el borde entre las caminerías y la grama, había barandas que impedían el paso de la gente pero las quitaron, y ahora todo el mundo pisotea las plantas. Menos mal en en las noches viene un camión cisterna y les echa agua”, detalló Humberto López, un señor de la tercera edad que contemplaba el lugar.
Ciertamente el verdor en las plantas se ha ido perdiendo. Fueron más 5.000 especies ornamentales que sembró la municipalidad en los tiempos de las remodelación.
También se instaló un parque Biosaludable que todavía disfrutan los usuarios, pero sin respetar las reglas. “Las personas usan las máquinas como les da la gana y ya han dañado varios aparatos. La gente de la tercera edad como a veces hacemos ejercicios, pero es cada vez menos por lo deteriorado que están”, aseguró María Brito, quien es vecina del sector y todas las mañanas camina alrededor de la plaza.
Varios transeúntes que concurren a diario a la Madariaga afirmaron que los tres espejos de agua no sirven y desde hace un buen tiempo están secos. “Cuando hicieron la remodelación le pusieron un piso de cerámica, pero eso se quedó así. Más nunca vi que llenaran las piscinas”, aseveró López.
Contó además que en los bancos anteriormente los indigentes se acostaban a dormir en las noches, aunque ahora todo eso cambió ya que en las calles adyacentes a la plaza hay dos toldos en los que siempre hay aunque sea un GNB.
“Antes los indigentes usaban la plaza para pasar la noche, se acostaban a dormir en los bancos. Ahora no es así, los militares están pendientes y cuando ven a alguien durmiendo lo levantan. Este es un espacio para el disfrute de la gente”, comentó López, al tiempo que se quejó de mal estado de los asientos.
En sus espacios hay Jabillos, Cotoperís, Ceibas y Bucares, y además cuenta con dos esculturas, la principal que está hecha de bronce y mármol, que lleva por nombre 19 de Abril de 1810, que fue reestructurada por el artista, Frank Bracho, y la segunda es la estatua de El Ángel del Paraíso, ubicada al frente de la Comandancia General de la Guardia Nacional Bolivariana.
Pero pese a las quejas, los vecinos de los alrededores dicen que por lo menos cuentan con un espacio para el encuentro y que ahora sirve para el deporte. “Es más fácil ir a la plaza a trotar, que ir a un gimnasio que además sale caro. Lo que pedimos es que le hagan mantenimiento a las jardinerías, a los aparatos y a la gente que respete. Aquí podemos estar todos, lo que solo quieren sentarse, los que vienen a manejar bicis, a jugar con el balón y los que venimos a hacer deportes. Sabemos que las plazas no son para eso pero se han convertido en una opción dentro de las ciudades”, dijo Yoel Colmenares habitante.
Fotos: Angeliana Escalona
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