La revolución se alimenta de los pobres

pobreza

La pobreza que ha disminuido ha sido gracias a la repartición de renta petrolera. El Gobierno no se interesa en resolver el problema de fondo

Ender Marcano

Caracas. La revolución se vendió en 1999 como el gobierno de los pobres, y tras 16 años en el poder lo sigue haciendo. Las misiones han sido la bandera para declarar que se ataca la pobreza, cuando en realidad son ayudas que mantienen dependientes a sus beneficiarios y no brindan herramientas para que cada quien eche pa’lante por cuenta propia. ¿La razón? Para que siga en el poder el “gobierno de los pobres”, tiene que haber pobres.

De acuerdo con cifras oficiales, cuando el chavismo llegó al poder la pobreza era de 50% en Venezuela, y para el cierre de 2013 (última cifra disponible) se ubicó en 32%. Mientras que la pobreza extrema hace 16 años era de 19,9% y para el 2013 fue de 9,8%. Si bien hay una evidente reducción, esto obedeció a la repartición de la renta petrolera a través de los programas sociales.

El politólogo y profesor universitario, Ángel Álvarez, explica que el Gobierno ha empleado las misiones como un medio para mejorar las condiciones de vida de las personas de bajos ingresos, “pero en pocos casos se definen esas políticas como instrumentos para reducir la pobreza”. Han sido explícitas las declaraciones de altos funcionarios, el propósito de las misiones es aliviar la pobreza, pero no eliminarla”, comenta.

Álvarez agrega que el Gobierno no tiene interés en reducir la pobreza porque el propio Hugo Chávez pintó la pobreza como una condición éticamente superior y un pre requisito para la revolución socialista. “No hay revolución sin pobreza; los pobres son el agente histórico de la revolución y no es conveniente sacar a las personas de la pobreza para convertirlos en ‘escuálidos’”, dice el profesor.

El politólogo sostiene que las misiones han sido programas de distribución de renta “para generar lealtad política primero a Chávez y después al PSUV, pero no para reducir la pobreza”.

Según el analista, la idea del Gobierno no es acabar con los pobres, sino “empoderar a los pobres” a través de mecanismos como las comunas y el Estado comunal, que para Álvarez son fórmulas que usa el Gobierno para mantener la lealtad de los pobres. “Sólo si eres pobre y dependes de lo que lo que el Estado-partido te asigne, tienes necesariamente que ser leal. Si no eres pobre, si el programa redujera tu pobreza, reduciría tu dependencia, y sería contrario al plan de generar lealtades permanentes para garantizar la continuidad revolucionaria”.


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