La Tumba se mantendrá a oscuras hasta que se restablezca el servicio eléctrico del Metro

sebin | la tumba

La única planta eléctrica del edificio está averiada. La iluminación de la torre depende del servicio de transporte, que hasta la mañana de este jueves continuaba paralizado. A los familiares no les permiten visitas hasta que se restablezca el sistema eléctrico.

Caracas. El sonido del Metro es un indicador del tiempo para los presos políticos que se encuentran en La Tumba. En este sótano, que se encuentra cinco pisos bajo tierra del edificio que funciona como sede principal del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en Plaza Venezuela, y que ha sido denunciado como un centro de torturas y de violación de Derechos Humanos por instancias internacionales, no se permite el uso de relojes. Los detenidos saben que los días inician y culminan por el pasar de los trenes sobre los rieles.

En medio del segundo apagón nacional del pasado 25 de marzo, que dejó al país más de tres días sin luz, el Metro adquiere otra función relevante para La Tumba. Es la luz de la estación del Metro Plaza Venezuela la que ilumina a esta prisión. Nos dijeron que hasta que no se restablezca el servicio eléctrico del Metro, las visitas estarán suspendidas, dijo a Crónica.Uno, Andreína Baduel, la hija del general Raúl Isaías Baduel, quien está recluido desde agosto de 2017 en ese lugar. Le informaron a los familiares de los presos que la única planta eléctrica del edificio está averiada. 

Siete puertas blindadas son las que hay que atravesar para llegar a la celda del militar. La ventilación es artificial. A veces, suele ser muy fría para que los aprehendidos no se muevan de sus camas. Pero Andreína ya no sabe qué es peor, el aire a bajas temperaturas o ningún tipo de corriente en circulación.

No me pueden decir que mi papá está bien si ni siquiera lo sacan para que reciba aire natural. Está secuestrado, incomunicado y aislado, agregó Andreína.

En el primer apagón, que ocurrió el pasado 7 de marzo y se prolongó por al menos cuatro días, la planta eléctrica de La Tumba funcionó de manera intermitente.

Si cualquier venezolano está nervioso y desesperado por está situación, imagínate una persona que está cinco pisos bajo tierra. Eso conlleva a un deterioro físico y mental, acotó la hija de Baduel.

En horas de la noche del miércoles Andreína le llevó agua y comida a su papá. Dice que fue recibida por los custodios, más no sabe si realmente se la entregaron. Los jueves y los domingos son los días de visita del general. Sin embargo, a sus familiares le prohibieron el ingreso este 28 de marzo. 

Mientras tanto, en horas de la mañana de este jueves, desde las cuentas en redes sociales del Metro de Caracas y del Ministerio de Transporte informaron que el servicio continúa paralizado, por lo que han activado una Ruta de Contigencia con unidades de MetroBus que realizarán un trayecto por cada una de las estaciones del Metro de Caracas. No asomaron ninguna fecha para el restablecimiento del servicio de transporte.

En La Tumba los presos no tienen neveras para preservar sus alimentos, dependen de la comida que les llevan sus familiares todos los días, ya que, según Andreína Baduel, lo que les dan de comer allí no es “apto para el consumo” sino otro “mecanismo de tortura”. Los únicos que tienen nevera son los custodios.

Raúl Isaías Baduel tiene casi 10 años preso. Fue detenido el 3 de abril de 2009 por los presuntos delitos de abuso a la autoridad, contra el decoro militar y malversación de fondos, sin ningún tipo de evidencias, según aseveran sus familiares y abogados. Fue condenado a 7 años y 11 meses de cárcel. Aunque ya había cumplido su condena con medidas cautelares y arresto domiciliario que le otorgaron el 12 de agosto de 2015, al año y medio se las revocaron y le abireron otra causa. El 12 de enero de 2017 fue llevado nuevamente a Ramo Verde y el 2 de marzo de ese año, un día antes de que se le venciera su condena, fue imputado por traición a la patria e instigación a la rebelión. Luego, en agosto, estuvo desaparecido por 23 días hasta que las autoridades del Gobierno informaron que estaba en La Tumba.

No descansaremos por la libertad de mi papá y la de Venezuela. Hemos resistido en Dios para no desmayar y seguiremos resistiendo en él, concluyó Andreína.

De acuerdo con Foro Penal, hay más de 900 presos políticos en Venezuela, cifra que ascendió desde enero de este año tras el rechazo a Nicolás Maduro y en apoyo a las manifestaciones pacíficas convocadas por Juan Guaidó, quien se juramentó como presidente encargado de la República en un cabildo abierto.


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