Solo hay una consulta pública en la entidad para atender a los niños con esta condición. La insulina tiene un costo de 150.000 bolívares o 35 dólares, un precio que la mayoría de las familias no puede afrontar. Además, el medicamento escasea en el país y debe ser importado.

Valencia. Padres con hijos con diabetes en Carabobo denuncian que la insulina es escasa y su costo es elevado, por lo que se ven obligados a comprar el medicamento en el extranjero a precios que la mayoría de las familias no pueden afrontar. Una insulina para diabetes tipo uno puede costar 150.000 bolívares y en moneda extranjera se cotiza entre 20 y 35 dólares.

Greyci Castro, presidenta de la Fundación Dulce Esperanza de Niños con Diabetes en Carabobo, precisó que en la entidad se encuentran censados al menos 300 niños con la enfermedad. Agregó que quienes padecen esta condición crónica también requieren evaluaciones médicas trimestrales con cardiólogos, neurólogos, podólogos y nutricionistas. Estos últimos, por ejemplo, pueden cobrar su consulta en 10 dólares. En la la entidad carabobeña solo hay una consulta en un hospital público para tratar a estos pacientes.

La escasez de insulina en el país ha sido denunciada reiteradamente desde hace varios años. De acuerdo con cifras de la ONG Convite, la escasez de fármacos para tratar esta condición alcanzó un promedio de 74 % en marzo, según una medición realizada en 8 ciudades del país. En Valencia, el desabastecimiento fue de 62,5 %.

Un lápiz de insulina puede durarle a un niño tres meses, pero a un un adolescente solo le alcanza para ocho días. Algunos padres han optado por disminuir la dosis del medicamento como forma de ahorro, sin embargo, esto puede traer consecuencias serias para la salud de los enfermos.

La alimentación también es esencial para estos niños. Debe ser rica en proteínas, carbohidratos y vegetales. Sin embargo, algunas familias han optado por suprimir las proteínas de la alimentación para abaratar los costos de la dieta.

Ante esta problemática, Castro relató entre lágrimas que algunos padres han optado por dejar el país en búsqueda de una mejor calidad de vida.

Muchos se han ido caminando con los niños a cuestas, con una cava con hielo y comida. En el camino pueden sufrir de hipoglucemia o hiperglicemia”.

Greyci Castro, presidenta de la Fundación Dulce Esperanza de Niños con Diabetes en Carabobo. Foto: Leomara Cárdenas

Las fallas eléctricas también afectan a estos pacientes, pues la insulina debe permanecer en cadena de frío. Sin embargo, Castro recordó que este medicamento puede durar hasta un mes fuera de la nevera en temperatura ambiente. También dijo que una opción para preservar el medicamento es almacenarlo con paños húmedos o en materos porque la tierra húmeda ayuda a la conservación del producto, una práctica usada en tiempos de guerra.


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