Este miércoles 24 de julio comenzó la décima edición de la Feria del Libro de Caracas, que en esta ocasión tiene lugar en la plaza El Venezolano y sus alrededores. Culmina el 28 de julio. Serán presentados 20 libros, 14 de ellos impresos y 6 digitales, que acompañará tres editoriales internacionales.
Caracas. Desde 2010 se realiza la Feria del Libro de Caracas, organizada por la Alcaldía de Caracas, un evento que comenzó en Altamira, luego pasó al parque Los Caobos, el año pasado se hizo en la Plaza Bolívar y arrancó este miércoles en la plaza El Venezolano y sus alrededores. Con 130 actividades en agenda, las instituciones gubernamentales se apropiaron de los 40 puestos de exhibiciones que, en su mayoría, exaltan al Libertador Simón Bolívar y al ex presidente Hugo Chávez.
Unas horas antes del cuarto apagón nacional –que dejó a más de la mitad del país sin servicio eléctrico– ya el gobierno de Nicolás Maduro montaba, muy rápido, tabiques y tubos de metal para dar cuerpo a los arcos que sirven de antesala a los puestos de exhibición de los libros. Este evento se organiza cada año en el marco del aniversario de Caracas.
En anteriores ocasiones los stands se organizaban entre editoriales particulares y del Estado. Sin embargo, esta vez la larga línea de muestras solo resalta los nombres de instituciones públicas como la Defensoría del Pueblo, Fundación Museos Nacionales, Centro Nacional de Historia, Fundación Casa del Artista, ministerios, entre otros.
La feria mantendrá una amplia programación que comprende presentaciones, lecturas dramatizadas, foros temáticos, proyecciones audiovisuales, recitales de poesía, narrativa y conciertos.
Los costos de los productos van desde 30.000 hasta 200.000 bolívares, según uno de los vendedores, porque algunos son importados.
Quienes pasaban por los puestos observaban, preguntaban y se iban; mientras que otros clientes solo se llevaban los ejemplares más económicos, incluso en algunos stands cobran en dólares. Hay puestos donde venden ropa y accesorios.
A las exhibiciones se sumaron tres editoriales internacionales: el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), la editorial Casa de las Américas de la República de Cuba y Batalla de Ideas de Argentina.
En una tarima en el medio de la plaza, se realizan conversatorios sobre Hugo Chávez y su revolución. Se oye el lema de “Bolívar y Chávez” en el discurso del orador. Algunos transeúntes se acercan y escuchan. Todo es alusivo a ambos personajes en esta edición.
Para rematar, una ruta nocturna
En medio de una ciudad donde es escaso el alumbrado público, no hay transporte desde que cae la noche y donde la delincuencia está al acecho, el Gobierno organizó una ruta nocturna llamada Caracas Insurgente, que tendrá lugar en el casco histórico de la capital.
Los espacios de la Plaza Bolívar, el Teatro Principal, las avenidas Urdaneta y Universidad serán algunos de los nueve puntos musicales que habrá este viernes 26 de julio a partir de las 6:00 p. m.
La presidenta de la Fundación para la Cultura y las Artes (Fundarte), María Isabella Godoy, informó que los caraqueños podrán disfrutar de la agenda con el cierre del concierto Festival Portavoz con la presentación de 64 talentos jóvenes emergentes. Indicó que tendrá lugar en el Teatro Catia, a las 2:00 p. m. y “al regreso se realizará la Ruta Nocturna en el casco histórico, la cual contará con nueve cafés vinculados y más de 30 intérpretes de distintos géneros musicales”, señaló.
En contraste, Carmen Verde, quien veía uno de los stands en la Feria del Libro de Caracas, comentó que ante el colapso de los servicios públicos y falta de mantenimiento de los espacios urbanos, el Gobierno solo busca distraer los verdaderos problemas que aquejan a la población.
No es posible que vendan libros en plena hiperinflación cuando saben que los ciudadanos no tienen el poder adquisitivo para comprarlos. Primero deberían garantizar nuestro bienestar social y solventar las problemáticas antes de pensar en cualquier ruta nocturna. En mi caso no puedo llegar a mi casa tan tarde, eso ya limita que vaya al evento”, enfatizó.
Otros transeúntes se preguntaban sí realmente es el momento para realizar esta actividad.
Los que transitan por la plaza El Venezolano y optan por distraerse o tener un momento de descanso, lo único que les queda es admirar libros que no podrán adquirir con lo poco que les queda en el bolsillo.
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