Largas colas por gasolina en Táchira y estaciones custodiadas por el Ejército

Este jueves se estima que 95 % de las bombas recibieron combustible; sin embargo, las colas se mantienen porque el desabastecimiento llegó al 100 % . Las autoridades esperan que las colas comiencen a bajar esta tarde.

San Cristóbal. Desde la semana pasada las cuatro o seis horas que podía tardar un conductor en llenar el tanque de su carro, se conviertieron en una o dos pernoctas en las largas colas, sin saber a ciencia cierta si la gandola llegaría oportunamente. Y aunque Pdvsa abasteció al estado, las colas persisten aun y la custodia de las estaciones de servicio pasó a manos del Ejército y la policía estadal.

Ayer miércioles Pdvsa anunció a través de su cuenta Twitter que los envíos al estado fronterizo se habían retrasado “debido a las medidas de bloqueo internacional en contra de Venezuela”, aunque las colas por combustible en la entidad datan desde antes de las medidas impuestas por Estados Unidos.

Explicó Pdvsa que el retraso en la distribución de gasolina se debe a “al rechazo de nuestros pagos del servicio de cabotaje, por las sanciones del gobierno estadounidense”.

La petrolera estatal dijo  que estaba realizando labores de restablecimiento urgente del suministro de combustible en Táchira, Barinas y Zulia., que esperan se normalice en los próximas horas.

Este jueves se estima que 95% de las bombas recibieron combustible, aunque las colas se mantiene porque el desabastecimiento llegó al 100% . Las autoridades esperan que las colas comiencen a bajar esta tarde.

“Las colas están larga, pero ya no hay que esperar dos o tres días, sino que en cuatro o cinco horas se logra poner combustible”, dijo un encargado de un establecimiento.

Las pernoctas por combustible

“Anoche (miércoles) salí como a las dos de la tarde y cerraron a bomba faltando apenas dos cuadras para echar. Me tocó que dormir aquí, la bomba abrió a las nueve de la mañana y fíjese a la hora que estamos saliendo. Son las dos de la tarde, o sea 24 horas para míseros 40 litros de gasolina,  reprochó Ramon Yepez al salir de la estación de servicio “La Famosa”, ubicada en la avenida Marginal del Torbes de San Cristóbal.

Quienes deciden usar su carro como hotel se exponen a atracos, hurtos y demas situaciones,  por lo que a la hora de pasar la noche en una cola se organizan y, por guardias, se cuidan entre ellos. Incluso unos se encargan del café,  otros de los cigarrillos y bebidas espirituosas, mientras que las damas ofrecen la arepita o algún bocado de comida a cambio de la protección masculina.

“Estoy a media cuadra de mi casa pero me da miedo dormir en el carro, entonces para que me lo cuiden les dije que les llevaba café y desayunito” señaló Zulay Mendoza.

Y ni hablar de los coleados, en vista de lo terrible de la situación hubo quienes pagaron lo que sea con tal de no hacer la cola, lo que fue  aprovechado por los isleros para hacerse su agosto, pues según estuviera la situación el precio por el acceso “VIP” osciló entre los 50 y 80 mil bolívares, para carro pequeño, mientras que para una camioneta o camión, el costo fácilmente puede llegar a los 150 mil bolívares.

El pasado martes la crisis se agravó,  a tal punto de que el propio comandante de la Policía del estado Táchira, el general José Noguera  tuvo que ir bomba por bomba para poner orden, ya que, presuntamente,  algunos funcionarios estarían siendo cómplices de los isleros para el cobro por el acceso rápido.

Noguera también se acercó a las estaciones dónde los usuarios cerraron las vías como medida de protesta ante la ausencia del hidrocarburo, a fin de mediar con los presentes para que abrieran el paso, ya esto colapsó la ciudad.

Las largas colas colapsaron la capital de Táchira.

Y esto se repetía en todas y cada una de las bombas de los 29 municipios del Táchira, incluyendo los de a Zona Norte, los cuales se encuentran más cerca de la Planta de Llenado de El Vigía.

En Barinas, las colas eran largas, no en la misma proporción del Táchira,  pero lo suficientemente grandes como para generar un caos vehicular, sobre todo en la Troncal 5.

Fotos: Ana Barrera


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