Al zapatero Javier González le quemaron su comercio y además de plata, se llevaron las máquinas con las que trabajaba. Clientes y familiares le ayudaron a recuperarlo, y ahora redobló la seguridad
Shaylim Castro/@ShayC_
Caracas. Cualquiera que vea al señor Javier González reparando un par de zapatos con su camisa del Magallanes ni se pudiera imaginar por todo lo que ha pasado en las últimas semanas, en su negocio de reparación de zapatos. ubicado en Coche.
Y es que a principios de septiembre un grupo de antisociales le robó todo lo que había dentro, luego le echaron gasolina y lo prendieron en fuego. “Los zapatos que tenía se quemaron. Se llevaron un esmeril, una máquina de soldar, el martillo eléctrico y 12 mil bolívares que tenía en efectivo para después echarle candela”.
Luego de recibir la llamada que le dio la mala noticia, empezó su proceso para recuperar de nuevo su negocio, pues para él la única opción que quedaba era “echar pa’lante”.
“Mi familia me ayudó y hasta algunos clientes también me dieron pintura para las paredes”, contó.
Para la primera semana de octubre ya Javier estaba de vuelta a su lugar de trabajo con previsiones, pues indicó que antes solo tenía la puerta con candado pero ahora le puso una santamaría y una reja, que hasta ahora le ha funcionado.
“A los ocho días que la puse intentaron abrir de nuevo el local, pero no pudieron con la santamaría y si la abren, vuelvo a poner otra”.
Él no se dejó vencer por el miedo al hampa y puso su denuncia el mismo día que todo ocurrió, pero hasta ahora no ha recibido respuesta de los cuerpos de seguridad, aunque expresó que los bomberos levantaron el reporte y tomaron las fotos.
Debido al nivel de inseguridad en la zona ahora cierra su local a las 4:00 pm, cuando normalmente lo hacía a las 6:00 pm, previsión que comenzaron a tomar también los habitantes de Los Cedros y la urbanización Carlos Delgado Chalbaud de Coche. Ejemplo de la situación es José Mejías, a quien hace tres semanas aproximadamente, robaron cuando iba llegando a su vivienda, pues contó que un sujeto le sacó una pistola y le quitó el celular, la cartera y hasta las llaves de la casa.
Es por esto que para los residentes pasar por las veredas los convierte en un blanco fácil de los malandros, ya que muchas son muy solas, largas y no poseen iluminación.
La policía no patrulla
Cuando Saúl Aceituno montó un comercio en la calle Miguel Otero de Coche, no se imaginó todo lo que le tocaría ver desde su puesto. Debido a esto aprendió a estar alerta de los motorizados para ver si pasan a cada rato, porque de ser así probablemente le hayan puesto el ojo a alguien para asaltarlo.
Hace tres semanas se enteró que en la acera donde está su negocio había dos hombres que esperaron un rato para robarle el carro a uno de los residentes al salir de su casa. Agregó que muy pocas veces ha visto a la policía pasar por ahí y si lo hacen “es para buscar algo”, no parar patrullar.
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Foto: Cristian Hernández
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