La selección de Venezuela de Softbol con discapacidad, o conocidos como “Los Bandidos de un Solo Brazo” se prepara para participar en el Mundial de Softbol, a celebrarse desde el 14 al 20 de julio en República Dominicana. 26 hombres (entre 18 y 43 años) forman parte del equipo de softbol, donde la mayoría está mutilado de una de sus extremidades superiores.
Bajo el lema “cuando los deseos son más fuertes que las limitaciones”, los peloteros se toman muy en serio el reto de representar a Venezuela: Desde que se realiza el Mundial en el año 2000, ocho veces se han alzado con el campeonato mundial, cuatro con el subcampeonato y una vez con el tercer lugar.
Mario Fabiano estuvo en la liga AA y había firmado con los Astros de Houston; el béisbol lo apasionaba. Mario perdió tres dedos de su mano derecha en un accidente al manipular fuegos artificiales el 31 de diciembre de 2009. Ahora dice mostrando una sonrisa que le abarca de oreja a oreja: “De saber que ser mocho me iba a dar beneficios, hace rato lo hubiese sido”. En efecto la discapacidad para él no es limitación. En un momento sí lo apartó de todo. Luego alguien lo llevó de la mano a un juego amistoso y allí la espinita por el campo del diamante se le subió de nuevo a la cabeza. Ya tenía 28 años y todavía en la flor de la carrera como quien dice. “En ese momento desperté, me propuse echarle piernas y seguir la vida. Obviamente después del accidente los sueños me cambiaron. Al rato vi algo que antes no apreciaba y fue la gran valoración que tienen las personas con discapacidad”.
Andrés Orro no tiene brazo izquierdo desde su nacimiento. A pesar de su discapacidad ha jugado en selecciones de softbol convencionales, hasta que fue seleccionado por los Bandidos.
Andrés se dispuso a contar de dónde salieron Los Bandidos. “No tiene nada que ver con algo malo, el nombre va ligado a la picardía, a la broma. El equipo nació en 1994 en Estados Unidos, fundado por Víctor Rosario, quien trabajaba en un hospital, jugaba béisbol de alto nivel y en un accidente perdió una mano”. Luego, con esa idea en la cabeza, en 1996, Oswaldo Flores hizo un casting por el país para conformar la primera selección y comenzaron a aparecer peloteros como José Longa y el mismo Andrés Orro.
“Nos mantenemos con humildad y compañerismo, esa es la clave. Cuando salimos al campo nos subestiman, dicen que un equipo de mochos, pero esto hay que verlo para creerlo. Aquí tenemos muchas semillas y vamos a recoger buenos frutos”, comentó Longa, quien ha ganado 11 guantes de oro. “Vamos a seguir triunfando, porque estamos con Dios y esto es una bendición. A los jóvenes les digo que hagan deporte y que siempre tengan a Dios por delante. Sin él no hay una vida sana”, finalizó Longa.
Pero no todos dedican la vida al bate. En Los Bandidos hay profesionales, técnicos, carpinteros, de todo un poco. Fuera del campo dictan charlas motivacionales, hacen clínicas deportivas y tratan de darle la vuelta a las adversidades de la vida.
Bajo el lema “cuando los deseos son más fuertes que las limitaciones”, traspasaron las fronteras y hoy en día Venezuela, según comentó el capitán José Longa, es el único país con cuatro equipos formados por personas con algún tipo de discapacidad.
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Fotos: Cristian Hernández
Reportaje: Mabel Sarmiento
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