Los Consejos Comunales y la Guardia Nacional son los dueños de las colas en los mercados

Desde la madrugada llegan a “organizar” la fila de personas que esperan con la incertidumbre de no saber qué podrán comprar. La gente hace la cola aunque sabe que no ha llegado el camión con los productos que van a venderse.

“Despejen el área por favor. Colóquense hacia abajo”, gritó una mujer, miembro del Consejo Comunal Cuna de Libertadores a varias personas que se aglomeraban en la entrada del Comercial Centro Centro C.A a las 8:00 a.m., cerca de la esquina Piñango en la avenida Baralt. En la cola para comprar en ese local había más de 300 personas. Casualmente la sede del Consejo Comunal está ubicada a pocos metros de esa esquina.

Desde el Metrocenter en Capitalio hasta la esquina El Guanábano hay tres Farmatodo, dos Farmahorro, y más de cinco locales administrados por unos “chinos”, que todos los días atienden a miles de caraqueños que se levantan casi de madrugada para hacer su cola, según el terminal de su número de cédula, para comprar lo que haya al precio que sea.

En la entrada de todos los establecimientos de la avenida Baralt siempre hay aunque sea un funcionario de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), que por lo general es el encargado de recoger las cédulas de las personas. La gente aguanta sol, lluvia, humo de los carros y hasta empujones, mientras hacen su cola para comprar los productos a precios regulados. Solo los Farmatodo y los Farmahorro no son organizados por miembros de algún Consejo Comunal, sino por sus propios empleados.

Colas en Av Baralt / Foto Cheché Diaz
El encargado de recoger la cédulas siempre es un funcionario de la GNB.

“Hoy vino mucha gente porque el Día a Día que está cerca de Metrocenter está cerrado, toda esa gente sube para acá y se hace la cola más larga”, dijo uno de los miembros del Consejo Comunal, que no quiso revelar su nombre. Además agregó que él junto con otros “camaradas” se levantan a las 4:00 a.m. para “tratar de organizar la cola, ya que la gente quiere dormir aquí en la acera y eso no está permitido”. Dijo que todos los días se turnan para “ayudar lo más que se pueda al pueblo que es el verdadero afectado por esta situación”.

Según la firma Datanális, en 2008 las familias realizaban las compras cada 10 días, ahora son cada 3 días. Tienen que visitar mínimo cuatro establecimientos para encontrar los productos y estar un promedio de cinco horas en cola. 79% visita los canales privados (supermercados) y 3,4% Abastos Bicentenarios.

Colas en Av Baralt / Foto Cheché Diaz
Adultos mayores y discapacitados también deben hacer su cola.

Una cola infinita y acordonada

Una suerte de cuerda, creada con varias bolsas de plástico amarradas, era utilizada frente a la puerta del Comercial Centro Centro C.A. para organizar la cola mientra entraban las personas al establecimiento. La cantidad de gente que hacía la fila parecía interminable,  pues bajaba hasta la esquina y seguía en dirección diagonal hasta la Asamblea Nacional. De tanta gente que había a los transeúntes les tocaba caminar por la calle, esquivar motorizados y todo tipo de automóvil.

En el lugar había tres colas distintas organizadas según el terminal del número de cédula: una para los adultos mayores; otra para las personas con discapacidad y la normal que hacen mujeres con niños, hombres y jóvenes. Todos allí para comprar lo que sea que vendieran ese día.

Colas en Av Baralt / Foto Cheché Diaz
Algunas personas dijeron que llevaban años sin comprar una lata de Baygon.

Esa mañana los productos que tenía el local eran: enjuague bucal (Listerine), jabón de baño, crema dental, baygon, crema para la piel, enjuague para el cabello y pañales -solo si la madre presentaba la partida de nacimiento. A golpe de 9 y 30 a.m. llegó un jepp con cuatro funcionarios más de la Guardia. Antes solo había un uniformado que recogía las cédulas y llamaba a cada uno por su nombre para que ingresaran al local.

El establecimiento no tenía bolsas para que la gente metiera los productos, por lo que todo el que salía con su compra se las tenía que ingeniar para cargar todo lo que consiguió, mientras que otros más precavidos tenían una bolsa plástica en el bolsillo que la sacaban luego de adquirir lo que compraron y de esa manera resolvían.

Colas en Av Baralt / Foto Cheché Diaz
Algunos se las ingeniaron para llevarse sus productos.

Aunque no hubo ningún tipo violencia, era muy mala la organización de la cola que realizaba el consejo comunal Cuna de Libertadores. La presencia de los cuatro GNB tampoco influyó en el orden del lugar, ni siquiera donde más se necesitaba, que era en la entrada del local.

Una señora sentada en el piso con un tapabocas, otra también sentada en un banquito que carga “pa’ riba y pa’ bajo” y dos personas en silla de ruedas, eran algunos de los que hacían la cola para las personas con discapacidad, que cada vez se hacía más extensa.

Colas en Av Baralt / Foto Cheché Diaz
La cola que más rápido avanza es la de los discapacitados.

A eso de las 10:30 a.m. un camión se estacionó unos metros más adelante del jeep de los GNB, y después de varios minutos abrieron las puertas de la cava y comenzaron a bajar bultos de papel tualé. Los colocaban en las carretillas en forma de torre, lo que generó una nueva muchedumbre de personas que se amontonaron para ver qué otros productos iban a vender.

Aunque solo sacaron papel tualé del camión, las tres colas inmediatamente comenzaron a llenarse de gente. Quizás esos paquetes de papel sanitario no iban a ser vendidos ese día, pero el venezolano ya se acostumbró a hacer cola el día que le toque según el terminal de su número de cédula.

Colas en Av Baralt / Foto Cheché Diaz
Cuando llegó el papel tualé más gente comenzó a hacer su cola.

En el Farmahorro que está ubicado media cuadra más arriba de la esquina Piñango, en las afueras, María Rodríguez era la última de la cola en donde no había más de 50 personas. Rodríguez no sabía cuál producto iban a vender al igual que todos los demás que hacían la fila ya que, estaban esperando que llegara el camión y “poder comprar lo que trajera”.

Fotos: Cheché Díaz.


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