Los jóvenes sienten que Venezuela tiene poco que ofrecerles

No se sabe cuántos han emigrado. Se calcula extraoficialmente que 600.000 criollos están en otras latitudes. Se fueron buscando mejores oportunidades de empleo y buena calidad de vida

Caracas. Hace una década el venezolano común emigraba al exterior buscando mejores oportunidades de estudios. Lo hacía optando por becas o por convenios académicos. Iban un venían en un lapso de un año, máximo dos.

Ahora viajan a otros países por razones económicas, sociales y para garantizarse mayor seguridad física. Simplemente se van para tratar de lograr un contexto que permita el desarrollo de la simple vida cotidiana. Muchos no saben si regresarán a su país de origen.

Ese es el caso de Miguelángel Rivodó, joven de 31 años, que se fue hace tres años a Argentina. En Venezuela se licenció en Estudios Internacionales en la Universidad Central de Venezuela (UCV), y trabajó durante mucho tiempo en el Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces). Vivía al final de la calle Los Totumos, sector Murachí, en El Cementerio parroquia Santa Rosalía. Su familia no tenía recursos como para ayudarlo a emprender el viaje.

“Así que reuní todo lo que pude y me propuse ingresar a la Escuela de Arte en Buenos Aires. No fue fácil llegar aquí. Tuve que hacer de todo: albañil, lavaplatos, cualquier oficio para ganarme el sustento. Pero no fue imposible”, dijo.

Recientemente dos de sus cuatro hermanos que se quedaron con su mamá en El Cementerio viajaron a Panamá y a Ecuador. “Porque ya veían que en Venezuela no tenían futuro”, contó Rivodó, quien vive en las afueras de Buenos Aires.

[irp posts=”11812″ name=” Voy a dejar a Venezuela por una mejor calidad de vida””]

¿Cuántos se han ido?

Las cifras de los venezolanos que emigran al exterior no se saben con certeza. Anitza Freitez, doctora en Demografía y directora del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (Iies-Ucab), destacó que en Venezuela no se tiene acceso a fuentes de estadísticas que permitan realizar alguna aproximación. Explicó que en los censos de población no se considera la investigación de la emigración hacia el exterior.

“Este tema se indagó por primera vez en la Encuesta Demográfica de Venezuela 2010-2011, Endeve, pero sus resultados aún están por conocerse. Por otro lado, ya no se elaboran estadísticas de conocimiento público a partir del registro de entradas y salidas, una fuente usada por mucho tiempo para dar cuenta de los movimientos migratorios externos”.

Los datos que se maneja la UCAB son los datos publicados por el Banco Mundial en su análisis sobre Migración y Remesa en 140 países. Pero esas estadísticas son de 2010, fecha cuando se realizaron la mayoría de los censos poblacionales en el mundo.

La proyección que se hace entonces, explicó Freitez, es que en el extranjero hay cerca de 600 mil venezolanos. “Ese es el acumulativo desde 1990 al 2010. Y por la velocidad con la que están ocurriendo los egresos, se pudieran calcular 800 mil”.

Pero las cifras no son el punto. A juicio de la investigadora la cuestión tiene otra magnitud, y es que Venezuela ya no es un atractivo para nadie.

Dijo que en otras naciones la gente migraba por conflictos bélicos, políticos y económicos. “Nuestro país fue receptor de toda esa población. Ahora eso ha cambiado. En el último censo de 2011 se registró un ingreso importante de colombianos producto del conflicto en esa región, y de cubanos y chinos que llegaron por convenios bilaterales. Pero no hubo presencia de otras nacionalidades, y ahora somos nosotros los que estamos saliendo por el descontento con la situación política y para buscar oportunidades económicas”.

Los costos de migrar

La investigadora destacó que las personas que viajan a otras tierras son altamente calificadas, de los estratos medios de la población.

Aunque se están presentando casos de familias de escasos recursos que hacen maromas y sacrificios para sacar a sus hijos, y que ingresen en universidades extranjeras. El clima de inseguridad es una de las razones que más esgrimen los venezolanos para irse.

“La verdad que es muy duro. Uno hace muchos sacrificios, abandonar a la familia, a los amigos, el barrio, dejar de comer la arepa en las mañanas. Pero, por ejemplo, aquí en Argentina me siento más seguro al salir a las calles. Me duele decirlo, pero no regreso a mi país, mientras esté ese gobierno que nos intentó robar la esperanza”, añadió Rivodó.

[irp posts=”11753″ name=”“Me fui de Venezuela porque no me sentía segura ni en mi hogar””]

Relató que él y sus otros dos hermanos en el exterior tienen que mandarle dinero a su mamá. “Ella no la está pasando bien, la plata no le alcanza y tenemos que ayudarla mucho. Da tristeza ver desde afuera cómo el país se llenó de violencia y de colas por la escasez”.

En Argentina, informó Rivodó, hay una comunidad de venezolanos. “Colaboramos entre todos y eso nos mantiene con ánimos, pues aquí ni siquiera nos dejan inscribirnos en el Registro Electoral. El Consulado no funciona cuando lo necesitamos”, expresó.

La investigadora Freitez resaltó que el clima de incertidumbre en Venezuela también alienta, probablemente, la decisión de emigrar e implica una pérdida de capital intelectual y social. Indicó que Venezuela se está transformando en un país viejo, pues su potencial productivo está yéndose y lo que es más llamativo es que un porcentaje alto de los jóvenes de los estratos más bajos está considerando irse del país.

Vea aquí los destinos más demandados en estos últimos años, y cuántos venezolanos están residenciados en esas latitudes. Las cifras las manejó la Ucab a través de una investigación en las embajadas, y al cotejar con las proyecciones hechas por el Banco Mundial.

 

Foto: Cristian Hernández


Participa en la conversación