El Gobierno ofrece una paridad mayor al dólar paralelo en momentos en que hay sanciones financieras internacionales.

Caracas. Por primera vez en 16 años de control de cambio, el gobierno de Nicolás Maduro decidió fijar la paridad oficial por encima del dólar paralelo, lo que ha llevado a los ciudadanos a vender más remesas y hacer pagos con tarjetas internacionales. Esto, sin embargo, implica riesgos.

Luego de años con restricciones cambiarias, el Gobierno permite a las empresas adquirir euros en efectivo sin pasar por el control, pese a que el mismo sigue vigente mediante el Dicom.

Con esos cambios, ahora el Ejecutivo ofrece una paridad de 3297 bolívares, superior al dólar paralelo, lo que se ha convertido en un incentivo para que los ciudadanos usen las vías oficiales, pero la actual administración se encuentra bajo sanciones financieras por parte de Estados Unidos desde 2017, acciones que van creciendo en la medida que aumenta la crisis de gobernabilidad, y, por tanto, las transacciones en el país con cuentas foráneas están bajo la lupa.

Por esa tasa oficial alta las personas que reciben remesas están yendo con más frecuencia a las casas de cambio, y esas instituciones, que a principios de enero adquirían unos 6000 dólares diarios, ahora manejan 10 veces más ese monto, dijeron fuentes financieras.

A las remesas se suma el uso de las tarjetas internacionales en el país por parte de los ciudadanos que tienen cuentas en el exterior. Fuentes financieras señalan que algunos plásticos han sido bloqueados por los montos de las transacciones y el riesgo en Venezuela.

Por tal motivo, las fuentes agregan que se requiere de más prudencia en su uso, porque, además, al emplearse tarjetas de bancos extranjeros se comprometen los datos de estas para futuras transacciones fraudulentas (clonaciones con compras vía Internet) cuyo reintegro se dificultaría.


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