Madres cuidadoras del J. M. de Los Ríos no reciben comida desde abril de este año

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Pasan las 24 horas del día en el hospital, la mayoría son del interior del país, no tienen recursos y no pueden costear sus gastos diarios. Ahora no les dan comida en el hospital lo que incrementa más su vulnerabilidad.

Caracas. Si un niño está hospitalizado también lo está su mamá. Ella pasa días y noches en el centro asistencial, tiene que asearse, comer y hacer sus necesidades ahí. Descuida a sus otros hijos, si los tiene, no va al trabajo y cuando está enferma, eso no es prioridad. Se dedica en cuerpo y alma a su paciente.

Además, tiene que buscar las medicinas, estar pendiente de hacerle los exámenes y hasta de protestar, cerrar vías y llevar cartas a las instituciones cuando el derecho de su hijo a la salud no está garantizado.

Esto es lo que hacen las madres cuidadoras del hospital J. M. de Los Ríos, según Katherine Martínez, directora ejecutiva de la ONG Prepara Familia.

Para Martínez, a estas madres cuidadoras también se les vulneran los Derechos Humanos. Desde abril de este año, por una decisión política, les quitaron un beneficio adquirido: la alimentación diaria.

Ellas pasan las 24 horas del día en el hospital, la mayoría son del interior del país, no tienen recursos y no pueden costear sus gastos diarios. Ahora no les dan comida en el hospital lo que incrementa más su inseguridad, sostiene Martínez.

Hace 10 años, cuando Prepara Familia comenzó su labor de apoyo en el J. M., encontró que las mamás dormían debajo de las cunas, en cartones o sobre sábanas pues no había muebles para ellas. Luego el Ministerio para la Salud incorporó algunos sillones y mejoró la estadía de algunas de ellas. “Pero no se renovó el mobiliario ni se incorporaron otros y, de nuevo, están pasando penurias en su pernocta hospitalaria”.

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Los baños con los que cuentan muchas veces no tienen agua y son ellas mismas las que llevan insumos para mantener la higiene. Las normas internas no permiten que los papás u otro familiar las sustituyan. Esta situación es discriminatoria y violatoria a sus derechos.

En estos momentos, contó Martínez, en el hospital no hay Rayos X, no hay tomógrafo, no hay resonador, solo se están trabajando algunas hematologías, no hay antibióticos de amplio espectro, abundan las bacterias nosocomiales. “Son las mamás cuidadoras que buscan hasta debajo de las piedras las medicinas para sus hijos, y esa es una realidad que muy pocos ven”.

Propuso, y es algo que han planteado desde hace tiempo, una remuneración para estas mujeres que se dedican en cuerpo y alma a los niños hospitalizados.

Martínez hizo esta exposición durante el Primer Encuentro Naranja: miradas por los derechos de humanos de las mujeres.


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