Los maestros protestaron en la plaza Los Símbolos. “No nos alcanza ni para un kilo de cambur”, gritaban en rechazo al bono que cobraron. Este mes 480 maestros renunciaron por la precariedad salarial y las condiciones laborales, indicó el Sindicato Venezolano de Maestros de Caracas.

Caracas. Narcisa Contreras sostiene una pancarta donde cita el artículo 86 de la Constitución. Toda persona tiene derecho a la seguridad social como servicio público de carácter no lucrativo, es la frase que muestra a las personas que permanecen en los carros mientras que un grupo de docentes de Caracas trancan la calle “unos minutos por la educación”.

Esta semana el Ministerio de Educación depositó a los maestros un bono por Semana Santa de 1440 bolívares, equivalente a tres pasajes en transporte público. En la plaza Los Símbolos los maestros gritaron: No nos alcanza ni para un kilo de cambur.

Contreras es profesora de Castellano, con 18 años de servicio, salió a protestar porque con el bono apenas pudo comprar dos chupetas, una para ella y la otra para su hija. Ha pensado en renunciar, pero está convencida de que puede seguir luchando desde un aula de clase.

La profesora Contreras sostiene la pancarta azul y el cumplimiento de la contratación colectiva.

De hecho, desde hace cuatro años, sale a la calle a vender maquillaje y perfume para poder mantener el hogar. En un contexto de hiperinflación, cuya cifra anual tiene siete dígitos, la quincena de Contreras son 9000 bolívares.

La situación es insostenible para los maestros. Edgar Machado, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros en Distrito Capital, aseguró que de los 15.032 docentes que hay en Caracas, este mes salieron de la nómina 480 docentes.

Conductores se solidarizaron con los maestros y apoyaron la protesta.

Gricelda Sánchez, secretaria de contratación colectiva y de reclamos del Sindicato Venezolano de Maestros, denunció que este viernes en la mañana en el Liceo Leopoldo Aguerrevere más de siete funcionarios del Ministerio de Educación llegaron para amedrentar a los profesores que acudirían a la protesta.

A tres meses de que maestros de aproximadamente 200 escuelas públicas iniciaran asambleas permanentes en exigencia al cumplimiento de la contratación colectiva, Sánchez reporta que en 70 planteles los docentes están siendo víctimas de acoso laboral.

Lourdes Ávila, psicopedagoga con 19 años de servicio, depende de familiares para poder sobrevivir.

Un docente uno, según el contrato colectivo firmado en 2018, debería percibir 500.000 bolívares. Pero no supera los 22.000 bolívares al mes. Además, el Ministerio de Educación adeuda un aumento de 40 % correspondiente a octubre de 2018. El incumplimiento continuó este año: no les han pagado el aumento de 60 % que tocaba en enero y otro 40 % de abril.

La clase de hoy está justificada porque en la nevera no tenemos nada, dice Contreras. En el grito la acompaña Lourdes Ávila, psicopedagoga con 19 años de servicio. Dice que depende de otras personas para sobrevivir: Un día un tío me llega con un kilo de caraotas, otro día con un kilo de pasta y así para poder alimentar a mi madre. También cuenta con su hija de 25 años de edad, quien tiene dos años fuera del país.

Sánchez advirtió que después de Semana Santa van a radicalizar la protesta. Lamentó que no han sido escuchado ni por el Ministerio de Educación ni por la Inspectoría del Trabajo.

Fotos: Carmen Victoria Inojosa


Participa en la conversación