Tomas ilegales, chorritos milagrosos y protestas activas han sido los métodos que los habitantes de la capital de Anzoátegui han encontrado para paliar la escasez que padecen desde hace casi un mes. Hidrocaribe atribuye a problemas de bombeo la crisis de agua en la ciudad.

Puerto La Cruz. La ausencia de agua en vastos sectores de la ciudad de Barcelona ya alcanza niveles de drama.

Sin distinciones entre comunidades populares o urbanizaciones de clase media, habitantes de ambos extremos afirman tener alrededor de 20 días o más sin la presencia de agua en sus tuberías.

Aileen Rodríguez dice vivir en una paradoja. Habita en un condominio ubicado en la avenida Río, de la capital anzoatiguense; el río Neverí está a escasos 100 metros de donde vive, pero en su residencia el agua no llega desde hace 29 días.

Ya son 29 días sin el servicio de agua en la zona. Hemos sobrevivido porque cerca del edificio hay una toma que está conectada a Lechería y de ahí es donde tomamos el agua. Lo más triste de esto es que ni el alcalde y muchos menos el gobernador Barreto Sira se pronuncian sobre este tema. Para mí Barreto Sira parece un gobernador chavista porque nunca dice nada”, dijo Rodríguez.

Al igual que Rodríguez, a Pedro Alfonzo los días se le decantan entre trabajar o cargar agua a su residencia ubicada en el sector Nueva Barcelona.

Alfonzo y Rodríguez, aunque separados por varios kilómetros, comparten una historia similar. Él también palia la crisis de agua que padece en su edificio cargando agua desde una toma ilegal que unos invasores de un terreno aledaño a su casa hicieron hace varios años.

“Esto se ha convertido no solo en mi salvamento sino en el de varios vecinos. Este chorrito nos ha salvado la vida, puesto que tenemos ya 20 días sin que llegue agua al tanque de la residencia. Uno no sabe ya cuál es la causa de esta escasez. Un día Hidrocaribe dice que es turbidez, otro que una falla eléctrica y luego una parada de planta, ya nos sabemos el rosario y día en que colocan las excusas por Twitter”.

Alfonzo dice que, en un principio, le pareció entretenido buscar el agua del chorro, pero hacer 15 viajes cada dos días para llenar los dos pipotes y tres tobos que tiene en su apartamento le llevan los hombros muertos.

“En mi casa somos cuatro personas, mis dos hijas, mi esposa y yo. Ellas van al colegio y nosotros al trabajo y, por ende, gastamos agua, pero ya cargar esos tobos es complicado, sobre todo, porque tengo que hacer esos viajes en una distancia más o menos de 200 metros desde la toma hasta mi apartamento, esto no es vida”.

Protestas habituales

A diario es común escuchar sobre el desarrollo de alguna protesta en los sectores populares de Barcelona por falta de agua.

Durante lunes y martes, residentes de los sectores La Ponderosa, El Tamarindo y Mesones, situados a la salida de la capital, decidieron cerrar con quemas de cauchos la autopista José Antonio Anzoátegui (que comunica con el sur del país y el estado Sucre), por el mismo motivo: fallas en el servicio de agua.

Para Ismenia Castillo, esta fue la única vía que sirvió para que los tomaran en cuenta porque luego de las dos noches de protesta, han contado con el servicio varios días seguidos después de un mes de ausencia.

Estos organismos entienden es así a los golpes, tenemos ya tres días con el servicio continúo, esperemos que esto no sea un mareo para luego dejarnos otro mes sin agua. Si lo hacen, la autopista nos espera”.

Y quienes también se lanzaron a la calle fueron los residentes de los sectores Tronconal III, IV y V. Allí el clamor fue el mismo: agua.

“Esto es inaguantable, lo más cumbre de todo es que agua llega, pero solo a la entrada del sector, después no sigue. Tengo las cestas de ropa hasta las metras (a tope) porque no tengo agua para lavar, tuve que bañarme en mi trabajo porque si no, cómo hago. Así no se puede vivir”, dijo Gabriela Higuerey, habitante de Tronconal III.

El equipo de Crónica.Uno pudo acceder a dos versiones sobre la problemática del agua, que se acentúa en la capital del estado.

La primera la ofreció Maritza López, coordinadora de distribución de agua potable de Hidrocaribe. La funcionaria adujo que la situación se agravó por una falla en los sistemas de bombeo de la planta José Antonio Anzoátegui, que afectó, principalmente, a los sectores ubicados en la línea 1.

A estos sectores: Yuleska, Tronconal, Nueva Barcelona, Ingenio, Bosques del Remanso y Avenida Río, entre otros, se les dificultaba la llegada del agua por estar ubicados al final de la línea y la presión no era la requerida para que llegara hasta ellos.

“Nuestro personal terminó de arreglar la falla en el sistema durante la madrugada de este jueves. El agua debió llegar esa misma noche a los hogares más afectados”, dijo López.

La segunda versión es la sostenida por un grupo de trabajadores que pidió no identificarse. El grupo asegura que, en la planta José Antonio Anzoátegui, de los cinco equipos de bombeo que deberían estar funcionando, solo dos están operativos y el resto dañado.

Debido a la situación, la empresa ha tenido que realizar maniobras de distribución por sectores para enviar lo poco que puede de agua a los hogares barceloneses.

Entre tanto, quienes no pueden o se atreven a cerrar avenidas, usan la red del pajarito azul para dibujar todo un bosquejo sobre los sectores donde al agua se le espera con ansias.

Fotos: Cortesía


Participa en la conversación